En los últimos años la carrera de Spike Lee parece estar de capa caída, sin ningún proyecto o película realmente interesante, y lo que es peor, sobre todo para un director que otrora gozó de bastante prestigio, que sus films tarden en estrenarse o directamente no se estrenen.
Cuando le comentaba que había visto la película a una persona con mucha perspicacia y sentido del humor, me respondía “¿pero Spike Lee sigue haciendo cine?”. En el caso del film que hoy nos ocupa, ‘Miracle at Sta. Anna’ (2008) Lee se adentra en uno de los episodios más desconocidos de la Segunda Guerra Mundial, protagonizado por soldado americanos de color. Tratándose de Lee no podría ser de otro modo, pero en cierto modo sorprende su incursión en un género que demuestra no conocer en absoluto.
Cuando Clint Eastwood realizó su díptico sobre la batalla de Iwo Jima, tuvo que aguantar la rabieta de Lee, que acusaba al famoso actor/director de no incluir en sus films a soldados negros. Evidentemente todo era por polemizar, pues Eastwood demostró que en aquella contienda no hubo soldados de color, y que cuando hizo ‘Bird’ (id, 1988) Lee le recriminó el que una película sobre negros fue realizada por un blanco, algo que por motivos evidentes era imposible de corregir. Así pues, ‘Miracle at Sta. Anna’ puede verse como una respuesta a los dos films de Eastwood. Ahora bien, las diferencias son abismales, mientras Eastwood emociona hasta niveles inusitados, Lee confunde y aburre.

(From here to the end, Spoilers) El film da comienzo en Brooklyn en 1983 en una oficina de correos. Allí un empleado ya mayor, un hombre de color, dispara a bocajarro con una vieja pistola alemana a un hombre que iba a comprar sellos —dejo de lado la casi insultante primera escena en la que el mismo personaje está viendo por televisión ‘El día más largo’ (‘The Longest Day’, Ken Annakin, Adrew Marton, Bernhard Wicki, 1962) y que da lugar a un comentario poco afortunado de uno de los personajes centrales—. La policía, con un personaje al que encarna John Turturro, al mando empiezan una investigación, y hasta allí corre un curioso periodista necesitado de una historia interesante y con gancho. Joseph Gordon-Levitt es el mismo, y no podemos decir que esté en uno de sus mejores trabajos.
Enseguida llega lo que realmente nos interesa: la historia en cuestión, y todo surge a raíz del descubrimiento en casa del asesino de una importante pieza arqueológica de 450 años de antigüedad y que se creía perdida desde la Segunda Guerra Mundial, desde que los nazis estuvieron en Italia. Es entonces cuando presenciamos a través de un largo flashback —hablamos de una película de más de dos horas y media de duración— lo que ocurrió en 1944 en una pequeña villa de La Toscana. Cuatro soldados de la 92 Buffalo Soldiers, el batallón de soldados de color durante la gran contienda, que se quedan extraviados llegan a una pequeña villa huyendo de los nazis. Allí serán testigos de algo parecido a un milagro, aunque prácticamente todos encuentren su muerte.

Lee muestra las escenas bélicas con cierto clasicismo, huyendo del nervio de los films de Steven Spielberg o Eastwood, y tal vez eso sea lo mejor del film, o el hecho de narrar si tapujos una terrible matanza de mujer, niños y ancianos en un pequeño pueblo italiano, y en cuyo momento el director no se corta lo más mínimo —un soldado remata a golpe de bayoneta a un bebé que está llorando sobre el cuerpo de su madre fallecida—, pero ahí se acaba todo, y es realmente poco en un film tan largo. Ese es uno de los principales problemas de ‘Miracle at Sta. Anna’, posee demasiados personajes, demasiadas tramas secundarias, tanto que la principal queda deslucida, y uno nunca termina de mostrar interés por ninguna de ellas. Personajes mal dibujados que tiran hacia el tópico mil veces visto en otras tantas películas bélicas.
Por otro lado el hecho de introducir elementos fantásticos en un film que se supone realista no termina de cuajar, y no porque sea demasiado osado realizar tal mezcla, sino por la incapacidad de Lee de tratar el fantastique. Al menos nos ofrece un personaje infantil, un niño llamado Angelo, cuyo actor, Matteo Sciabordi, no resulta insoportable y hasta se hace simpático. Todo lo contrario que algunos personajes malvados, incluso dentro del ejército estadounidense, exagerados hasta decir basta, y todo por la obsesión sobre el racismo de Lee. Pero son tantas las cosas que Lee quiere abarcar, tantos temas que darían para reflexionar, que el film se pierde en su propia ambición, incapaz de transmitir, y ya no digamos emocionar. Porque si alguien echa pestes de los finales de Spielberg, tachándolos injustamente de lacrimógenos, o sensibleros, que le eche un vistazo al final de ‘Miracle at Sta. Anna’, puede quedar diabético para el resto de su vida.
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snakesmaster
Cada vez que leo la referencia de gente "de color" se me pone la piel de gallina. Esa referencia es ofensiva para la comunidad negra. EEUU utilizó esa referencia para llamar a los "no blancos", creyendo que acabarían con el problema de racismo de mediados del siglo pasado, todo lo contrario. La población negra querían que los llamaran como tales y que respetaran sus raíces africanas. Luego lo substituyeron por afroamericanos y todos contentos. Por favor, llamad a la gente por su etnia y no por razas. Población de etnia negra, población negra o afroamericana (si son de EEUU). Lo de gente "de color" me suena a detergente
jeinzu
¿En serio Lee se quejó porque *Bird* la dirigió un blanco? Si fue así el racista es él, no Eastwood.
manute
Spike Lee es un racista, no se corta en poner es faceta suya en sus films, si hiciera eso un director blanco con la raza negra estaría ya defenestrado en el mundo del cine.
P.D: Con esto no quiero decir que quiera ver una película racista, ojo.
OVER
En vez de estar tocándole las bolas a Scorsese, Tarantino, Eastwood debería revisarse un poco, me parece que en Haz lo que debas ponía a los italianos como racistas así con la misma vara debería ser medido. ¿Por que no critica a los raperos y cantantes de Hip-Hop que con su actitud denigra a los negros? debe ser porque son negros y según el solo los negros pueden llamarse negros incluso en sentido peyorativo.
davidc.lipan
Este tipo esta obsesionado con la reivindicación de la raza negra. Al principio suena bien, pero cuando pasan los años y sigues con el mismo discurso se vuelve cansino.
Ojalá Oldboy signifique una evolución en su cine.
barsut
despues de soportar todas las cagadas que se mandaron los racistas de este mundo... lo que falta es que se enojen cuando les hacen un chiste!
lo mal que anda el mundo... parece que en el 2050 volvemos a redescubrir el fuego y a reinventar la rueda.
yac
Recuerdo que la mire hace varios años. Y lo único que recuerdo es que me pareció un churro.
portalpa
Hace tiempo que sus películas no me llaman la atención. Con lo que disfruté viendo La última noche, Plan oculto, Mo' Better Blues, Haz lo que debas ... . Y su próxima película, el remake de Oldboy, tampoco es que me interese.
bola8
En USA el racismo de blancos a negros está mal visto, pero el de negros a blancos es tratado de una forma condescendiente. Lo vemos en muchas películas en la que un negro se mofa de un blanquito (sic) y no pasa nada, pero si la situación fuera al revés sí sería ofensivo. Las palabras de Lee sobre las pelis de Iwo Jima evidencia este comportamiento. Supongo que hay que criarse allí para entenderlo.
bety16
Creo que la gente a veces es muy delicada, si a los negros les dices negros está mal, pero entonces ¿cómo les tienes que decir? Si uno es moreno, negro blanco o amarillo ¿qué tiene de malo que te lo digan? Yo también creo que los negros a veces son mucho más racistas que los blancos y creo que el día que dejen de contar cuantos "afroamericanos" hay o no en una película entonces realmente se puede comenzar a terminar con el racismo porque ¿cómo puedes pedir que te traten igual si tu mismo te empeñas en diferenciarte de los demás?
opinosinsaber
Hay muy pocos directores con 4 películas mejores que "Haz lo que debas", "Jungle Fever", "Plan Oculto" y "La última noche".
Los que le llamáis racista supongo que no habéis visto las dos primeras que menciono.