En mi personal concepción del cine, tiendo a clasificar las películas que veo (y veo las que considero importantes, no me hace falta ver la mayoría de las películas que se estrenan para saber que no merecen la pena) según los directores. Y al igual que en un libro de arte renacentista de finales del siglo XV y principios del XVI, en el que se nombraban a los grandes escultores o pintores, y después a los menos grandes pero también importantes, y finalmente a los simplemente dignos de mención, ignorando a todos los demás, imagino un libro de arte cinematográfico (que nunca escribiré...) en el que se nombra a los colosos de finales del siglo XX y principios del XXI, después a grandes directores, y finalmente a directores valiosos pero no grandes, cada uno contribuyendo al desarrollo del arte del cine con su estilo particular y con el talento, la fuerza y la originalidad que llevan dentro. En el último de estos grupos podría situar a gente valiosa como David Fincher, en el segundo a gente grande como John Carpenter o Clint Eastwood, y en el primero a colosos como Francis Ford Coppola, Zhang Yimou, Terrence Malick, Roman Polanski, Martin Scorsese y desde luego a Paul Thomas Anderson.
Su tercer largometraje, tras el rotundo éxito de la tremebunda ‘Boogie Nights’ (id, 1997), que a golpe de talento le situó en la órbita de los directores más importantes de su generación, rivalizando además con los más célebres de la generación del New Hollywood, a quienes tanto ama y tanto debe, llegó cuando su creador contaba, tan solo, con veintinueve años. Y siendo ‘Magnolia’ (id, 1999) no solamente la mejor película norteamericana del año en que vio la luz, sino probablemente una de las más bellas, profundas, enigmáticas, singulares y poderosas películas norteamericanas en muchas décadas, empezamos a hacernos una idea de lo que Anderson consiguió siendo todavía tan joven. Existen pocos placeres comparables a escribir sobre las películas de nuestra vida (y el único superior es volver a verlas), porque haciéndolo no solamente se les rinde homenaje y veneración, sobre todo uno aspira a contribuir en algo a que universalmente sean reconocidas entre lo más hermoso y emocionante que se puede ver en una pantalla, y así uno pueda formar parte de ellas, aunque sólo sea dejando por escrito la propia, e infinita, admiración.
Lo verdaderamente grandioso parece tocado por una serie de milagros entrelazados, que en realidad son lo que un gran poeta definió una vez como “obligar a la naturaleza, casi al universo, a plegarse a tu talento”. Que finalizando el siglo, un siglo marcado por el cine, en un año que además trajo películas tan importantes como ‘El sexto sentido’ (‘The Sixth Sense’, M. Night Shyamalan), ‘Hoy empieza todo’ (‘Ça commence aujourd’hui’, Bertrand Tavernier), ‘American Beauty’ (id, Sam Mendes), ‘Una historia verdadera’ (‘The Straight Story’, David Lynch), ‘El club de la lucha’ (‘Fight Club’, David Fincher), aparezca ‘Magnolia’ situándose por encima de todas ellas es, de por sí, una hazaña asombrosa. Y se sitúa por encima no por unas pocas, sino por muchas razones, que incluyen uno de los mejores guiones narrativos que se han escrito jamás, uno de los más asombrosos repartos de intérpretes en estado de gracia que posiblemente nadie haya disfrutado en una pantalla, una de las puestas en escena más audaces y valientes a las que cualquier realizador pueda aspirar, y una de las historias más ricas en matices y personajes, y más originales en desarrollo y ejecución, que imaginar quepa. Vamos por partes, pero vamos a por ella ¿os parece?

Un concurso televisivo, una docena de vidas cruzadas
‘Magnolia’ narra unas pocas horas de vida de una serie de personajes que, sin saberlo, están profunda e inevitablemente ligados en sus, a veces trágicos, a menudo patéticos, destinos. Pero antes de zambullirse en ese relato, obtenemos un prólogo en el que se nos cuentan tres increíbles casualidades, narradas por Ricky Jay (que también encarnará al director del crucial concurso televisivo, no por capricho), casualidades que nada tienen que ver, temáticamente, con la historia que se nos va a contar, pero que establecen el tono moral y cómicamente trágico (o trágicamente cómico) de ‘Magnolia’. No pueden tomarse de otra forma la historia de tres asesinos cuyos apellidos, unidos, formaban el nombre de la calle donde vivía su víctima; la del homicidio disfrazado de salvamento por parte de un piloto de hidroavión contra el submarinista/crupier que le dejó sin blanca; o la del adolescente que quería suicidarse y terminó muriendo por homicidio asistido gracias a las peleas de sus padres. Sólo es el principio. Con el enérgico ‘One’ de Aimee Mann arrancando a toda potencia, llega el primer momento magistral de la película: la presentación de todos y cada uno de los personajes principales. Presentación presidida por un dinamismo visual que envidiaría el propio Scorsese, con una precisión a la hora de definir a los personajes gracias a un golpe de vista que ni Elia Kazan sería capaz de igualar, y con una ironía y un descaro adolescente que convierten al vivo ingenio de Billy Wilder en un talento casi corriente.
Seguiremos al presentador de un mítico concurso televisivo que acaba de enterarse de que se está muriendo, a un exaltado seminarista que ayuda a los hombres a follarse a cualquier mujer que deseen por muy difícil que les parezca, a un policía lleno de buenas intenciones pero solitario y lleno también de complejos, a un moribundo al que le quedan pocas horas de vida, a la atractiva y caótica esposa de ese moribundo que debe afrontar el hecho de que va a perderle de forma inminente, al enfermero compasivo de ese moribundo, a un chaval que es la estrella del concurso televisivo antes nombrado y cuyo padre es un tipo despreciable, a un antiguo concursante de ese mismo programa y ahora hombre maduro cuya vida es gris y solitaria y cuyas inclinaciones sexuales le llenan de dudas y de sufrimiento, y finalmente a la hija del presentador del concurso cuya miserable existencia sólo se ve alterada por el consumo desenfrenado de drogas y el sexo con desconocidos. Ya ‘Boogie Nights’ se erigía en un relato coral realmente notable y lleno de vida, pero aquí Anderson llega más allá, enriqueciendo y dignificando mucho más a sus caracteres. Y, lo que es más importante, construyendo un laberíntico collage en el que la ordenación y la suma de los acontecimientos nos conduce, inexorablemente, hacia la salida de ese laberinto: una salida que no por imprevisible es menos conmovedora e inolvidable, pues, como si de un demiurgo se tratara, teje una plausible predestinación con tanta destreza que nos parece normal que una rana en caída libre impida que un hombre se suicide de un disparo.
P. T. Anderson, que asistió un solo día a la escuela de cine y se largó de allí porque se aburría mortalmente (exactamente lo mismo que tendríamos que haber hecho muchos con según qué escuelas de cine…), alguien a quien por tanto se puede considerar un autodidacta ejemplar, desempeñó numerosas funciones en la industria televisiva y cinematográfica antes de dirigir su famoso primer corto y de convertirse en cineasta. Uno de esas funciones fue la de asistente de dirección en un concurso televisivo muy parecido al de ‘Magnolia’. Y una vez confirmado el éxito de crítica y público de ‘Boogie Nights’, Anderson tuvo libertad para hacer la película que él quisiera, y se encerró durante meses, alejándose de la vorágine de todo lo que estaba significando su segunda película, a escribir el que sería, según sus propias palabras, “uno de los cinco mejores guiones de todos los tiempos”. Afirmación apasionada e inocente que así debe ser tomada, más que como un acto de prepotencia, pues Anderson ama a todos y cada uno de sus imperfectos personajes, y ama el cine más allá de todo lo concecible, y ama su condición de cineasta y la posibilidad de escribir y dirigir el cine que lleva dentro, pues ‘Magnolia’ es la confluencia de una serie de talentos enormes y de una época de plena y feliz creatividad.

Perdónate, sálvame
Decir que Tom Cruise está formidable como Frank T. J. Mackey sería faltar a la verdad. Cruise está en el papel de su vida. Nunca se le vio mejor, ni antes ni después de este personaje. En ningún momento existe el menor fingimiento en su trabajo, viviendo la escena al límite. Hay un momento en que, con su máscara de tipo duro resquebrajándose, la cámara aguanta con él durante varios minutos sin cortar el plano, en primer término, y en los ojos abismales de Cruise, en su energía de actor de raza, vemos a un gigante de la interpretación. Su viaje, el del hijo que ha de perdonar a un padre lamentable, es el tema principal de la obra de Anderson: la orfandad, la paternidad como algo monstruoso pero digno de la oportunidad del perdón. Cruise pasa absolutamente por todos los estados de ánimo imaginables: la exaltación, la confianza, la furia, la duda, el arrepentimiento, la culpa, el odio, el amor como única salida. Pero sería injusto no citar a todos los actores, pues todos ellos están como jamás estuvieron. ¡Qué precioso homenaje al gran Jason Robards, que moriría precisamente de cáncer de pulmón como su personaje en la película! Qué patético el personaje de William H. Macy (uno de los habituales de la “troupe” de Anderson), escuchando continuamente y no por casualidad ‘Dreams’ de Gabrielle, quien sabes que jamás podrá conseguir unos sueños irreales pero que ha de perdonarse sus muchos errores, como los de todos los personajes de la película.
Porque más que el tema del perdón del otro, creo que ‘Magnolia’ va sobre perdonarse a uno mismo (algo mucho más difícil, complicado y doloroso…) y sobre ser capaces de pedirle a otros que nos entiendan y que nos acepten en nuestra deforme humanidad. Así, Linda Partridge (una impresionante Julianne Moore, la actriz predilecta de Anderson, cuya secuencia de la farmacia me pone los pelos de punta) sufre una bestial culpabilidad por haberle sido infiel a su marido, ignorante de que él le ha sido infiel a ella también muchas veces, pero que a pesar de todo sigue amándola tanto como ella sigue amándole a él ahora que se está muriendo. Así, Claudia Wilson Gator (magnífica Melora Walters) es incapaz de perdonar a su padre presentador de concurso por unos malos tratos infantiles más que probables, pero menos capaz aún de perdonarse a sí misma el no respetarse y no quererse como debería, llevando una vida oscura y triste. Pero tampoco su padre es capaz de perdonarse y por eso quizá esté sufriendo un cáncer mortal. Y aunque el chaval concursante es capaz de perdonar una y otra vez al estúpido de su padre, esto le vale de poco porque no va a conseguir que le quiera y respete como merece, así que no le queda más remedio que perdonarse a sí mismo su debilidad y sus sentimientos.
Anderson emplea el concurso como una excusa, como un núcleo a partir del cual se ramifican las experiencias de todas sus criaturas. Y, a diferencia del siempre sobrevalorado Robert Altman en ‘Vidas cruzadas’ (‘Short Cuts’, 1993), película que compartía a Julianne Moore, no se pone por encima de ellas, no las juzga, sino que las comprende y les perdona siempre, aunque a veces esto es realmente difícil. Por ejemplo, Anderson se alinea claramente con Claudia (el plano final de la película es buena prueba de ello), pero no necesariamente comparte su forma de hacer las cosas, ya que no se priva de mostrarla como una chica incapaz de llevar bien su propia vida o de relacionarse con los demás. Pero es en los individuos realmente despreciables cuando Anderson echa el resto. Me refiero al padre de Claudia, Jimmy Gator, interpretado de manera majestuosa por Philip Baker Hall, sobre el que pesa la sombra del abuso infantil (además de sus reiteradas infidelidades a su mujer), y que protagoniza un momento sublime, durante el concurso, derrumbándose definitivamente por la culpa y la pena. No menos sublime es el perdón casi póstumo de Frank a su padre, pese a lo mucho que sufrió por su culpa, con Cruise rompiendo a llorar entre espasmos de odio y furia. Todo esto es indicio de un director de actores superdotado, algo confirmado en sus películas posteriores, capaz de ensamblar con pasmosa facilidad un reparto tan extenso, y de extraer de ellos momentos irrepetibles.

El concurso, por tanto, estallará en docenas de piezas que, como satélites, se comunicarán unos con otros durante tres horas y diez minutos (¡nada menos!) que se hacen cortos. Anderson, en complicidad absoluta con el operador de todas sus películas, Robert Elswit, mueve la cámara sin parar un momento, y cuando por fin se detiene, el tiempo se dilata y se comprime a su antojo. Travellings laterales, de acercamiento, de alejamiento, frontales, quebrados…que se combinan con planos muy serenos, muy estáticos, en los que se percibe cada respiración. Y nada de esto da sensación de arbitrariedad o de capricho (aunque aún se perciben algunos ramalazos del cine indie norteamericano de primeros noventa, con esos interludios que nos informan de la humedad del aire y la probabilidad de lluvia…de ranas), ni en ningún momento deviene en desequilibrio formal. Muy al contrario, asombra la elegancia y la pertinencia de cada decisión formal de Anderson, con una dirección de fotografía magistral de Elswitt, en ineludible aspect ratio 2.35:1, en formato anamórfico de 35 mm en Panavisión. El resultado es una imagen impecable que también cuenta con un prólogo filmado con cámara Pathe de 1909, y con el resto del metraje con grano finísimo y gran colorido y contraste de luz. Basta observar las imágenes que acompañan este texto para hacerse una idea de la perfección alcanzada por Elswit y Anderson.
El relato llega al paroxismo absoluto y Anderson no tiene miedo de introducir una escena netamente musical, con todos sus personajes principales cantando ‘Wise Up’, de nuevo de Aimee Mann, que perfectamente podrían estar escuchando y tarareando gracias a una radio y a una emisora común. Por supuesto, la letra de la canción habla sobre muchos de los temas de la película, como la necesaria madurez emocional, enfrentarse a los miedos, dejar atrás un pasado que, como dice Donnie, siempre vuelve a machacarnos en los peores momentos. Y ya, una vez terminado este homenaje al cine musical, Anderson deja libre su imaginación y propone la famosa lluvia de ranas, a la que tanta gente ha buscado un innecesario significado, más allá de la casualidad suprema, y de la necesidad de Anderson de subir aún más la intensidad, con la despedida silenciosa de Frank a su padre, el precio que debe pagar Donnie por su crimen, o la mirada alucinada de un niño solitario que parece apreciar cosas que nadie puede. De un plumazo, Anderson funde cine surrealista, con musical, con cine indie, con melodramático, con trágico, sin olvidar el guiño a ‘2001, una odisea del espacio’ (‘2001, A Space Odyssey’, Stanley Kubrick, 1968), guiño este último que no creo que sea la única razón por la que Alberto Abuín, por ejemplo, compañero y coordinador de Blogdecine, admira esta película sin límites y la considera una de las mejores de los 90, o por la que ganara, por aclamación, el Oso de Oro del Festival de Berlín. Pero más allá de premios, o de recaudaciones (en Estados Unidos ni siquiera cubrió gastos…), ‘Magnolia’ convoca lo mejor de nosotros mismos y convierte al cine en algo mucho más verdadero e imprescindible de lo que es a menudo.
Conclusiones e imagen favorita
Con casi total seguridad, el techo de la carrera de Anderson, al menos de momento. Pero parece muy difícil que en un futuro vuelva a repetir algo de este calibre. Con su talento, no me parece descabellado esperarlo, pero ‘Magnolia’ se mantiene de momento como su obra magna, dentro de una carrera extraordinaria. Como son nueve películas en una, y cada una de ellas podría haber dado un largometraje independiente de gran potencia, me es muy difícil elegir una sola imagen, pero el rostro desencajado de Cruise en el lecho de muerte de su padre es algo indescriptible.

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103 comentarios
kowix
¿No puedes escribir una crítica sin mencionar tu famosa escala de directores? Por dios, qué egocentrismo
pilar62
Que consideras a Eastwood un grande pero no un coloso. Uff como te oiga Alberto. Se masca la tragedia en blog de cine. XXDDDD Sea como sea ha sido un placer conocerte. XXDDD
Es mi película favorita de Anderson. Se dice que entre lo sublime y lo ridículo sólo media un paso. Me fascina como Anderson, en varias escenas, bordea el ridículo para lograr lo sublime- pienso, por ejemplo, en la escena de la lluvia de ranas, o en la escena en la que todos los personajes aparecen cantando una misma- Esas escenas si faltara el talento, y sobre todo, la fe con la que las rueda Anderson, darían vergüenza ajena, pero Anderson consigue que nos emocionemos hasta casi llorar.
luissss
Hombre Massanet, ya sé que en gustos no hay nada escrito, sin embargo, decir que Paul Thomas Anderson es un coloso y que Clint Eastwood es "solo" un gran director, perdona, pero no lo comparto. El tiempo dará y quitará la razón, pero en un principio la filmografía de Clint Eastwood es bastante más rica y con obras más importantes (por ahora). Y te digo esto confesándome un gran seguidor de PTH, pero solo ha realizado un puñado de films. Las comparaciones son odiosas Massanet, aunque desde mi punto de vista Eastwood no tiene nada que envidiar a ninguno de los "colosos" que nombras, es más, a varios los supera (siempre desde mi punto de vista, igual que tú).
Por lo demas chapó, peliculón, obra maestra, todos los abjetivos que queramos. Magnolia es una gozada, una película monumental desde el principio (uno de los más sorprendetes que he visto) hasta el final. Con varios detalles geniales y muy arriesgada (esa ruptura del pacto de lectura cuando empiezan a cantar). Me encanta esta película, junto a There will be blood, la mejor del brillante y arrogante Thomas Anderson. Saludos.
mclane10
Por cierto yo a Clint Eastwood le coloco entre los colosos que tu citas, y desde luego mencionaría a Spielberg como uno de los grandes
Beliar
Enorme pelicula posiblemente una de las mas perfectas sobre vidas cruzadas que se han echo, con un Tom Cruise inmenso que vuelvo a insistir que haciendo el papel de malo el tio se sale, vease: entrevista con el vampiro o collateral.
pender
Gran crítica, probablemente una de las 5 mejores que haya leído en la historia de Blog de cine. "Magnolia" es una obra de arte imperecedera, un peliculón que permanecerá indeleble ante el paso del tiempo. "Boogie nights" también es un film impresionante, aunque un peldaño por debajo de "Magnolia". Estos dos films, junto con "There will be blood", inferior aunque muy notable, forman el trébol de PTA, 3 films brillantes, de los mejores de los últimos 20 años.
355916
Los que te conocemos sabemos que aqui te has guardado un escalafón más, a ver, de menor a mayor seria... directores valiosos pero no grandes, después grandes directores, colosos de finales del siglo XX y principios del XXI, y por último el nivel James Cameron, :P. Saludos
jeinzu
¡Por fin!
Nada que agregar. No hay un solo momento de exageración en esta crítica, ni siquiera cuando se coloca a "Magnolia" por encima de maravillas como "American Beauty" y "Fight Club", ni cuando se ubica a Anderson a la altura de Scorsese o Coppola y por encima de Robert Altman o Clint Eastwood.
"Magnolia" sólo es comparable, a mi entender, con las obras capitales del cine mundial ("El padrino", "North by Northwest", "Night of the Hunter", "2001", "La lista de Schindler", "Metropolis"...), y eso es decir poco. Una película, que además, crece con los años y con las décadas, y que sin duda seguirá siendo revisada y analizada en 50 o 100 años. Un film inagotable, con múltiples sentidos, con cientos de posibilidades de interpretación, donde nada sobra (y nada falta) a pesar de sus más de tres horas de duración.
Yo suelo contar esta anécdota: vi "Magnolia" por primera vez en una sala de cine, solo, cuando tenía veinte años. La habían estrenado en mi "ciudad" natal, Bucaramanga (Colombia). Con el paso de las horas la gente sue fue saliendo del cine y al final sólo quedábamos unas cuatro personas, y todos parecían bastante molestos con lo que acababan de ver. Pero yo no. Yo sentí que algo importante había pasado en mi vida. Recuerdo incluso que tuve unas tremendas ganas de orinar durante la última hora de la película, pero fui incapaz de abandonar la sala para ir al baño. No podía perderme nada, me era imposible despegar los ojos de la pantalla. Estaba alucinado, hipnotizado, había percibido una realidad mucho más amplia que la que estaba acostumbrado.
En cuanto a mi propia interpretación de la película, creo que la clave está en el monólogo final del policía (un soberbio John C. Reilly). ¿Qué podemos perdonar, a quién podemos perdonar? Algunas veces las personas merecen ser perdonadas, otra veces merecen ir a la cárcel. Todos somos humanos y por lo tanto imperfectos. ¿Podremos entender esto, perdonar a los otros y a nosotros mismos, y seguir adelante? ¿Merecemos otra oportunidad? Y bueno, Dios (o lo que sea que hay ahí arriba, así no sea nada) se hartó de enviarnos todo tipo de mensajes sutiles y no tanto (las casualidades con las que abre la película), y decidió enviar una lluvia de sapos, para ver si al fin con eso lográbamos soltar nuestras culpas y remordimientos y avisparnos ("wise up"), de la misma forma que las plagas bíblicas lograron que los egipcios dejaran ir a los judíos.
En fin, algún día tendré que escribir una reseña sobre "Magnolia". Por el momento, muchas gracias por la crítica, Adrián.
Blafk
Recuerdo ver este peliculón completamente sólo en la sala de cine. Entré sólo por su magnífico reparto, pensando que muy mal tendría que estar la cosa para que semejantes actores y actrices defraudaran. Salí de la sala "lleno", completamente satisfecho e impactado. Una de las películas más redondas que he visto.
Salirse de la escuela de cine y triunfar en la industria siendo autodidacta pueden permitírselo unos cuantos tipos sobrecargados de talento. El resto, asista o no a esas escuelas, tienen que dedicarse a otra cosa relacionada y vivir frustrados, pero la cámara, el objeto deseado, van a tener que conformarse con verla en manos de los que realmente están capacitados.
habanidad
Recientemente vi esta estupenda película en un cine forum; me deslumbró. Enormes actores y el perdón como telón de fondo. Grandiosa. Bravo Massanet por traer a la actualidad (después de doce años)un filme irrepetible.
Cebollo Lebowski
Magnolia es una joya de película. La vi por primera vez cuando era pequeño en Canal +, pero evidentemente no pude disfrutarla como es debido. La revisioné hace unos años y quedé maravillado, recuerdo con especial cariño el final de la película, que me puso de un buen humor bestial.
PD: Primer comentario!
wishi
Para mí sólo hay una película de 1999 que juegue en la misma liga estratosférica que Magnolia y que la supera. Se llama 'Eyes Wide Shut', pero creo que la consideración de coloso a su autor se le queda corta.
javi_90
Sin duda estamos ante toda una obra maestra. Antes de Magnolia no había visto nada de Paul Thomas Anderson y gracias a esta película a día de hoy es uno de los directores a los que les sigo la pista a la mínima información que salga, aunque comparto en que con Magnolia alcanzó su máximo potencial y será extremadamente difícil volver a verle hacer algo de semejante calidad.
Es una película que deja huella, de esas que sigues recordando por mucho que pase el tiempo, donde los personajes están maravillosamente construidos y todos ellos forman una historia coral magistral. En sus más de 3 horas de metraje nunca se hace pesada, nada parece que sobre o esté fuera de lugar, todo el conjunto está armonizado de tal manera que lo único que puedes (y debes) hacer es sentarte y abandonarte a esta obra colosal.
juanjrs
Mil vueltas le da esta pelicula a la ganadora del oscar, de no recuerdo que año, y que tambien son historias cruzadas. Crash creo que se llamaba.
pinheiro
El trauma de la culpa y el camino hacia la redención, todo ello estallando en la mayor catarsis colectiva del cine contemporaneo. Una de las películas con las que mas sensaciones he vivido en un cine. Gracias Paul.
cararc
Es una de mis películas de cabecera. No se por que pensaba (presuponía) que consideraría a Anderson como otro geniecillo sobrevalorado. Pero me ha vuelto a sorprender y encima suscribo la crítica al cien por cien. Esta película es mágica. Tiene ese algo indefinible que te hipnotiza. La primera vez que la vi me creo tal desasosiego prácticamente desde el principio que me atrapó al cien por cien. Estaba en manos del director. Y eso es impagable, si. Y Tom Cruise lo borda. Todos lo bordan. La confesión del presentador a su esposa. Los momentos en el bar con el ex niño prodigio. Todo. Es maravillosa. Hace poco se la puse a mi novia y se durmió en menos de media hora.
cararc
Y por cierto ese criterio de seguir al artista y no a la obra me parece un concepto de lo más lúcido. La gente suele tener más asimilados estos comportamientos en la música, por ejemplo, pero es aplicable en cualquier campo. He visto y leído obras maravillosas siguiendo a autores que me habría perdido si solo leyera o viera determinados géneros.
cararc
Ella es buena. Me tolera ciertas excentricidades que me dan pereza explicar de nuevo. Además mi ultimo experimento fue ponerle 2001 (si, motivado por el repaso a la filmografía de kubrick) y le pareció un mojón así que en cierta manera, ratifica sus objeciones a la (para mi) obra maestra del bueno de Stanley. Aguantó entera, eso si. P.D: me acabo de acordar de la escena de Julianne Moore en la farmacia, tramposa a más no poder pero de pelotazo absoluto!
ÁlexDarko
Ole, ole y mil veces ole.
Peliculón de la leche, un drama tan extraño como inclasificable, no sé qué decir, tampoco hay mucho más que añadir al gran texto que hay arriba. Bueno, solo diré que de ese año me quedo antes con 'American Beauty', y que de la filmografía de Anderson quizá me guste más 'There will be blood'. ¿Cuánto habrá que esperar para la próxima película de este joven maestro? Quizá hasta que lluevan ranas.
Me encanta leerle cuando escribe sobre películas que ama Massanet, pero hoy, se ha lucido. Enorme.
V4RVENDETTA
Veo sapos llover...
Obra maestra, peliculon en todo el sentido de la palabra. No hay mucho que agregar, solo que en ese año hubo buenisimas peliculas:
Matrix American Beauty The Insider The Straight Story Magnolia The Sixth Sense The Green Mile Being John Malkovich The Talented Mr. Ripley
De las norteamericanas de ese año me quedo con American beauty y Una historia verdadera. Aunque esto es cuestion de gustos.
d4nt3
Absorvente y entretenida a más no poder.Coral y que te atrapa.Con sólo verla una vez no es suficiente,adictiva,quieres más cuando aparecen los títulos de crédito. Apuesta segura de buen cine,con pasión.
marat
Peliculooooooon, bonito film, con un gran Tom Cruise,me gusta mucho en este papel,como hace su monólogo de charlatan y como una peridodista acto seguido le baja los humos, te hace sentir que lo está pasando mal delante de la periodista,que está en un aprieto. Destacar en general a todos los actores,que aunque secundarios en la mayoría de películas que habian hecho (recordemos que Philip Hoffman ganó su oscar años después de esta) aquí están todos de sobresaliente.
Una película donde se entrecruzan varias historias tiene que estar muy bién llevada, porque puede acabar en una confusión,o quedarte corto en algunas y darle mucha bola a otras,pero aquí Anderson hace un gran trabajo, y estás pendiente de todas hasta el final,no se te hace pesada ninguna.
Genial la escena de la lluvia de ranas.
nick_nolte
Gran película, estupenda crítica, y otra vez Malick... xD
Yo ya no sé que sentido tiene hacer clasificaciones de directores en subgrupos, más que elevar el número de comentarios por gente ofendida xD
shade2814
De Anderson sólo he visto la extraordinaria There will be blood y a esta le he traído ganas pero sólo la encuentro para blu-ray, aunque después de esta apasionada crítica creo que me animaré a comprar uno. Saludos.
Alfredo Garcia
Muy buen post, Magnolia se merecia una buena critica sin duda
clarke
Gracias luissss, todo un detalle de tu parte. Sólo quería decir que disfruto con los artículos de Adrián y con los adjetivos que aplica (en esta ocasión ha sido "tremebunda" para calificar Boogie Nights), también hay que reconocer que 'Magnolia' está muy bien realizada técnicamente como él bien ha explicado. Otra cosa es la opinión personal sobre lo que te puede llegar a transmitir, por ejemplo la escena final (la última de todas)... ese guiño qué quieres que te diga, me parece una sobrada. Anderson peca en esta peli de soberbia y a mí no me mola, sobre todo por lo grave de las historias que nos estaba contando durante 3 horas bien largas. Perdona por no contestarte directamente pero es que estoy con el móvil y no me deja. Saludos
nexus5
Magnolia: "Obra Capital del Cine Confuso".
Acabo de ver en Blue Ray esta aclamada cinta, que no tuve tiempo en su momento y que la compré por su fama y proyección internacional. Me he llevado una gran decepción. De una apertura de trama "asombrosa", de extremo talento con una alta promesa y expectación (genial), pasamos a un extraordinario virtuosismo móvil de secuencias magistralmente vinculadas, donde se van presentando a los personajes, para luego deshacerse completamente a partir de los 35-40 minutos en adelante.
La cinta se va desleyendo en la agonía formal de una estructura pretenciosamente compleja que no sirve al propósito argumental, sino más bien a los delirios de grandeza de su director, al que parece se ve muy preocupado por parecer un Mozart dirigiendo 9 sinfonías al mismo tiempo (evidentemente ni Mozart se hubiera atrevido porque hubiera fracasado igualmente).
Mientras los minutos avanzan a partir de la primera media hora, se esperan dos cosas que nunca llegan. La profundización psicológica en la motivación de los personajes y las consecuencias de sus acciones. En cambio, se limita a retorcer una estructura de guión imposible (¿9 personajes principales y sus tramas?, ¿9 películas en 1?) con pinceladas naif emocionales de video-clip estilo "un trozo de vida", aderezada con sensiblería de motivos fugaces y sustentada por una música cursi muy manida en este tipo de formato.
En esta cinta no parece ocurrir nunca nada importante, sigue y sigue y sigue hasta el aburrimiento melancólico que sólo es soportado por unas interpretaciones extraordinarias (todos los actores están excelentes y Tom Cruise impresiona por su cambio de formato y calidad, aunque es costoso ver como suelta el lastre de héroe habitual en sus películas- que a mi me gusta mucho por cierto-).
La manipulación de Anderson llega hasta el paroxismo (exaltación de los sentimientos) de manera artificial por las propias "ausencias" de guión, donde el espectador, totalmente subyugado y excesivamente generoso, rellena los huecos ante el preciosismo formal de la cinta, que no es más que de trampa y cartón excelentemente presentado y enlatado.
La carencia del guión se encuentra en varios puntos importantes. El primero se refiere a que no hay acción/reacción; sólo se han construido las reacciones. Los personajes solo reaccionan y como esto es insostenible, Anderson añade via diálogo la explicación previa para comprender la trama de cada uno. Todos los personajes parecen estar dolidos por algo (reacción), pero su nivel de desesperación no está acompañado de acción previa por lo que el público nos tenemos que tragar "el porqué si" de cada personaje de manera caprichosa. Para disimular esta carencia nos presenta a todos los personajes de manera "desequilibrada" donde cualquier cosa puede pasar y por tanto pasa, pero no hay perfil psicológico definido. Directamente no se entienden los personajes.
Ni se entiende al niño negro rapero, ni se entiende a Julianne Moore, ni a Tom Cruise, ni a John C. Reilly, ni a William H. Macy, etc. ni a nadie. ¿De qué van los personajes?. Todos pecan de una falsedad bien calculada donde Anderson los intenta meter en un autobus de divinidad gentil con el propósito de jugar a la seducción con complejo de Narciso.
¿Cómo una historia que va de realismo emocional y cotidiano se convierte en algo tan mágico y onírico? ¿Para qué? ¿Cuál es el fundamento del guión?. Siguiendo con la mitología, el dios Anderson hace un cuidadoso estudio al más puro estilo de Morfeo (Dios del Sueño), que tenía la facultad de recorrer el mundo una y otra vez con sus alas fabricando fantasías para los humanos, seduciéndolos y llevándolos a un mundo onírico.
Podríamos ir perfectamente analizando, trama por trama, personaje por personaje, la vacuidad de cada historia, y sobre todo más, la irrelevancia e inutilidad argumental de lo que nos presenta. ¿A quién le importa los personajes?. Con decir que un personaje tiene cancer, o que ha sido abandonado por un padre en su infancia, no se construye ningún argumento, solo una excusa para expulsar todo un virtuosismo formal de realización.
Otro punto verdaderamente negro (y manido) del guión es el tema de la culpa y el perdón. Los personajes se sientes culpables. Ok. ¿Y qué?, ¿dónde está la evolución de los mismos?, ¿qué tiene esto que ver con que no existen las casualidades?. La confusión formal entre fondo y forma solo se puede explicar ante la negación argumental de que esta premisa es fundamentalmente de corte pagano y no religioso. La culpa y el perdón es la esencia del catolicismo, su principal argumento sociológico, y aquí se nos vende como un invento propio, estético y esotérico de rabiosa actualidad, cuando se inventó hace más de 2.000 años y todo el arte (incluido el cine) está llena de referencias más auténticas y geniales desde hace siglos.
A todo el mundo que le haya gustado la cinta y no sea católico (o incluso rechace el catolicismo) ha podido caer en la trampa de pensar que ha visto algo muy humano y diferente, cuando no es así en absoluto. Para colmo, los que no comulguen con la idea católica de la culpa y el perdón (yo no creo en absoluto en esta dualidad maniquea), la cinta se vuelve aún más simplista y se aleja profundamente del "descubrimiento" mágico que pretende.
Es bastante lamentable jugar a la ética y la moral (religiosa o pagana) en el séptimo arte. Cualquier principiante sabe que el cine "sólo es la representación de puntos de vista", de manera subjetiva, para contar una verdad propia, de autor. En esta cinta se insiste en la clásica confusión de lo bueno y lo malo, de ser "buena o mala persona" en un nivel ya pueril. Al público no le interesa eso, sino saber como un personaje resuelve una situación, de la mejor manera posible. Los personajes de Magnolia no resuelven nada, solo hablan, lloran o chillan, pero no existe proceso ni arco de personaje.
Para terminar, mi conclusión es que se trata de una pieza muy cuidada formalmente por un realizador con talento (esto es innegable) que ha pretendido (no se si de manera consciente o inconsciente) "engañar" a la audiencia con trucos de prestidigitador, que cayendo en su propia trampa de la duración (3 horas para intentar construir tantos personajes sin conseguirlo) se le ha visto el plumero (esta es la gente que se decía que se marchaba del cine; de manera intuitiva rechazaban la manipulación). Si lo ha hecho de manera consciente el engaño es doble, pues mientras se le considera un genio, se embolsa un buen dinero y un futuro prometedor a costa de nuestro bien pensar o ignorancia, según se mire; y esto me deja una agria sensación de fraude.
Las comparaciones son odiosas. Comparar "El Árbol de la vida", gran obra maestra de Malick,(esto si es cine serio sin trampa ni carton en mayúsculas) con Magnolia, casi es un chiste. O con obras tan diferentes como El Sexto Sentido y El Club de la Lucha en un lado (que son obras muy efectivas y entretenidas, sin ser maestras ni mucho menos), o con The Straigth Story y American Beauty (obras prácticamente maestras), son conceptos distintos. Los Directores como Coppola, Linch, Scorsese, Polanski, etc. creo que están a años luz de lo que yo llamaría (con todos mis respetos) "el niñato" a P.T. Anderson. A éste último creo que le falta sufrimiento y verdad y esto le exuda en este film.
Por cierto, James Cameron, en el terreno del entretenimiento y del cine de gran industria y formato (lo digo como algo muy bueno) creo es sin duda el mejor cineasta de todos los tiempos, el crack con mayúsculas.
Alejandro
mclane10
La interpretación de Tom Cruise en esta película es sencillamente sublime...la película es formidable...y la crítica está a la altura de la misma
bob_marley
El monólogo de la polla y el coño es lo máximo en la carrera de Cruise, eso lo afirmo sin despeinarme. Es un peliculón se mire por donde se mire. 3 horas de cine de verdad. Magnífica. Te felicito Adrián, te lo has currado.
clarke
No sé, hay algo en 'Magnolia' que no me termina de convencer: quizá sea la excesiva arrogancia de Anderson en la manera de dirigir esta película, quizá sea la pretenciosidad sin límites en muchas de sus escenas, quizá sea la larguísima duración de este dramazo en el que todos los personajes acaban llorando, quizá sea por la enésima sobreactuación de Tom Cruise "interpretando" de forma muy exagerada a todo un personaje, quizá sea porque cuando la vi en el cine me dejó frío como un iceberg (me acuerdo que en la escena de las ranas hubo bastante gente que se marchó y no volvió). La historia que nos cuenta, de principio a fin, intenta rizar el rizo a través de un sentimentalismo, a mi modo de ver, demasiado impostado. Lo que está claro es que no deja indiferente, pero ya se sabe...cuestión de gustos.
De aquel año, considero mejores películas 'Eyes Wide Shut' del maestro Kubrick y sobre todo, 'American Beauty': una belleza de película que tuvo justo reconocimiento como la mejor del año, a mí esa historia sí que me llegó de verdad