Es innegable el interés actual del cine estadounidense por el todavía reciente conflicto de Irak, y todo lo que de de él se derivó. Realizadores como Brian de Palma, Oliver Stone, Paul Greengrass o Paul Haggis se han subido al carro de la crítica con ese tema. No vamos ahora a desglosar las intenciones de cada uno de esos realizadores, porque lo que aquí nos importa son las buenas películas. Ahora, el irreconocible Mike Nichols se apunta con 'La Guerra de Charlie Wilson' en la que explora un poco los orígenes de algunas cosas, y que muchos parecen haber olvidado.
La película habla de Charlie Wilson, un congresista texano, que a principios de los 80 vendió a Afganistán armas, para que éstos se libraran de los terribles ataques que sufrían por parte de los rusos. Wilson consiguió eso, y mucho más, gracias a la inestimable ayuda de una amiga suya, y amante ocasional, Joanne Herring, una de las millonarias más importantes de Texas, y de abierto carácter anticomunista. Y también de Gust Avrakotos, agente de la CIA sin un sólo pelo en la lengua.
El gran problema de 'La Guerra de Charlie Wilson' es su director. El señor Mike Nichols parece haberse perdido irremediablemente. De los tiempos de sus primeras películas, como '¿Quién Teme a Viriginia Woolf?', o 'El Graduado' (probablemente su film más famoso) ya casi no queda nada. Un servidor siempre defenderá películas firmadas por él como 'Armas de Mujer', que nos descubrió la vena cómica de Harrison Ford y el lado perverso de Sigourney Weaver, y sobre todo 'Lobo', film menospreciado injustamente y que proponía una revisión del mito del hombre lobo muy peculiar y original. Pero luego era capaz de torturarnos con ladrillos como 'Postales Desde el Filo', 'A Propósito de Henry' o 'Closer' (una de las películas más estúpidas y engañosas jamás hechas). La serie 'Angels in America' que obtuvo importantes premios tiene cosas interesantes, pero se perdía en su propia envoltura de trascendencia.
'La Guerra de Charlie Wilson' adolece de lo mismo de sus peores películas, diálogos y más diálogos recitados sin ton ni son, aunque por momentos el director es capaz de dotarlos de algo de ritmo, como en la excelente secuencia en la que Wilson se encuentra por primera vez con Avrakotos, instante lleno de humor en el que se llega a hablar hasta de tres cosas distintas. Lamentablemente la película no alcanza más la cima como en ese momento. Y aunque Nichols es el maestro de ceremonias, todo lo bueno de 'La Guerra de Charlie Wilson' debe agradecerse a la increíble labor de todo su reparto, especialmente ese monstruo escénico que es Philip Seymour Hoffman, cuya primera aparición en escena es antológica. Con él es con quien mejor se lo pasa el espectador, y su reciente nominación a los Oscars fue más que merecida, aunque la categoría de actor secundario ya tenía ganador desde antes de celebrarse la ceremonia.

A su lado, en el papel principal, un perfecto Tom Hanks, excelentemente caracterizado haciendo gala de una madurez interpretativa que pocos actores de su generación han sido capaces de repetir. Y es que Hanks ya no es el protagonista de comedias tontorronas, y eso se nota. Su composición del senador Wilson es de lo mejor del film, compenetrándose a la perfección con una actriz con la que no había trabajado con anterioridad, la infravalorada Julia Roberts, quien realiza una de sus mejores interpretaciones, aunque sabe a poco dadas sus escasas apariciones en pantalla. También hay que destacar la especie de cameo que realiza Emily Blunt, quien deja con la boca abierta, y el trabajo de Amy Adams como la mano derecha del personaje central, personaje lleno de matices muy bien perfilados por Adams (sus silencios y miradas dicen más que sus palabras).
Pero Nichols no hace interesante el trabajo de Aaron Sorkin, que adapta el libro de George Crile. Como decía Hanks en unas declaraciones, el material era bueno para un documental y razón no le faltaba. 'Primary Colors' también era una film político y ahí Nichols sí supo hacerlo lo suficientemente interesante. Lo que cuenta 'La Guerra de Charlie Wilson' no tiene ningún interés, y sus valores cinematográficos no van más allá de las excelente interpretaciones de todo su reparto. Puede que sí interese a muchos el saber ciertas cosas del pasado de Afganistán, pero la forma de Nichols de mostrárnoslo termina por hacernos caer en el aburrimiento, y que nos dé igual, por lo menos a mí, lo que sucede en la película. Es el problema que le veo a muchos de los films con temas políticos. Que hay que tener mano de maestro para hacerlos interesantes. Tres ejemplos de ello: 'El Último Hurra' de John Ford, 'Tempestad sobre Washington' de Otto Preminger, o 'Trece Días' de Roger Donaldson, película ésta última injustamente infravalorada, haciendo muy interesante un tema que a priori no lo era, gracias a una labor de dirección y montaje absolutamente prodigiosa, algo que no tiene 'La Guerra de Charlie Wilson'.
En fin, que menos palabras en plan metralleta, algo que nada tiene que ver con diálogos fluidos y bien escritos, y más buen cine, como Nichols (nunca una gran director) sabía hacer. Una floja película, que incluso llega a ser cutre como en las escasas escenas de acción que hay (esos helicópteros derribados claman al cielo, nunca mejor dicho). Otra más que sumar al decepcionante inicio del 2008. Y aún quedan 10 meses...
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Alberto Abuin
Drake 19, eso indica que simplemente no sabes leer. No te preocupes, nunca es tarde.
Daremonai, si no lo pillas…
Saludos.
Alberto Abuin
juliano, totalmente de acuerdo.
Drake, si puntúas tus frases todos te entenderemos mejor. Y las palabrotas, cuidado con ellas. La educación lo primero. Y ya que insistes sólo tienes que echarle un ojo a mi crítica anterior a ésta, 'Relato Criminal'. Y a muchas más. Comprobarás que no es la puta verdad.
Pero como os gusta provocar sin fundamento.
Saludetes.
Drake19
Alberto tio te puedo hacer una pregunta de nada a ti te gusta alguna pelicula? porque tio todas las peliculas en que haces una critica no te gusta ninguna joder.
Drake19
Que no se leer dice es la puta verdad tio
Drake19
Lo siento no volvere a decir tacos
Daremonai
Como se nota que conoces bien poco el trabajo de Sorkin, si a alugien se le puede atribuir el estilo de dialogo y "verborrea" de la pelicula, es a el, y no a Nichols.
juliano
Los críticos a veces también deberían releer sus escritos que tan mordazmente hace. Este en concreto:
¿Qué la crisis de los misiles de Cuba no era un tema interesante. Afectó a todo el planeta, se llegó a pensar que la especie quizá no sobreviviera, se difundió por activa y por pasiva en todo el mundo, pero no es un tema interesante ¿interesante para quien?
Pues anda que la otra: "diálogos y más diálogos recitados sin ton ni son". Me parece a mí que está recitando sin ton ni son es Alberto.
Yo me quedo alucinado y pensando si hemos visto la misma película. Viendo el personaje de Julia Robers que sabe perfectamente de qué está hablando cuando el otro está en la bañera. Raro en una mujer, pero el director nos hace ver que no es una fanática, sino que conoce las razones de Paksitán para rechar el F-16 y lo inútil que resultan los envíos de armas automáticas. Quizá es que hay que entender un mínimo de eso para poder saborear los diálogos.
Y la escena de los Mi-24 cuando son derribados por primera vez. Lo estupendamente que recoge el asombro de los afganos de ver cómo algo tan pequeño funcionaba y podía terminar con los temidos Saitanarbas, ese nombre se lo pusieron ellos ("carro del demonio"). Y "clama al cielo", lo que clama al cielo es lo que Alberto termina de decir.
A mí esta crítica me recuerda a crítico Louis Leroy, criticando el cuadro de Monet, Impresión al atardecer.
harrypalmer
Bajo mi punto de vista se trata de una pelicula realmente entretenida y que hace pasar un gran rato.
Quizás como obra maestra del cine no pase, pero de ahi a que sea un film flojo hay un mundo. Completamente en desacuerdo.
vertic
Pues yo creo que no está tan mal. Supongo que es por la duracion de la pelicula. Si hubiera sido mas larga, podria haber sido un toston para mi (cosa que me paso con Tempestad sobre Washington).