Llegamos al final del especial dedicado a John McTiernan, con las dos últimas películas que ha dirigido de momento. Lo cierto es que hablar del firmante de maravillas como ‘Jungla de cristal’ (‘Die Hard’, 1988) o ‘El guerrero nº 13’ (‘The 13th Warrior’, 1999), es un placer siempre y cuando sean esas las películas que toque analizar o debatir. Está claro que no todo el mundo lo hace todo bien, y director con el 100% de efectividad no existe —salvo Charles Laughton—, pero que los últimos títulos de un realizador como McTiernan alcancen unos niveles tan ínfimos como los de las películas que hoy nos ocupan, es algo que llena de pena a cualquiera. ‘Rollerbal’ (id, 2002) y ‘Basic’ (id, 2003) ponen en evidencia lo que en ‘El secreto de Thomas Crown’ (‘The Thomas Crown Affair, 1999) era simplemente sospecha, que McTiernan estaba perdiendo su mano, aquella que le coronó, al menos para el que esto firma, como el mejor director de cine de acción que ha habido.
Y precisamente la acción de sus dos últimas obras están filmadas con el nervio y la precisión de siempre, pero ahí se acaba todo. Los elementos típicos del cine de McTiernan no asoman por ningún lado, y se apoya en otro tipo de características, en otro tipo de cine. Después de su reinterpretación de un film de Norman Jewison, vuelve a la filmografía de éste, adaptando uno de sus film de culto, ‘Rollerball’ (id, 1975), convirtiéndola en un chiste. Parecido a lo que luego hizo con su juguete con John Travolta, un imposible film de suspense, con ecos de ‘Rashomon’ (id, Akira Kurosawa, 1950) y ‘Sospechosos habituales’ (‘The Usual Suspects’, Bryan Singer, 1995). Para desgracia del espectador/cinéfilo, McTiernan hacía cine reciclado estropeando una filmografía casi ejemplar que había sentado las bases de mucho del cine moderno de evasión.
Denuncia a toda velocidad
En 1975, William Harrison, basándose en un relato corto propio, escribía el guión de ‘Rollerball’, entretenida película que especulaba con un futuro aterrador a través de un sangriento deporte de masas, y no negaba connotaciones políticas de envergadura. James Caan era su protagonista y el resultado, sin ser ninguna obra maestra, aún resulta apreciable a día de hoy. La decisión de McTiernan de hacerse cargo de un remake vendido a las inquietudes del espectador moderno, al que no le gusta pensar y va al cine a hacer de todo menos centrarse en lo que tiene delante, la película, sorprende hasta al más crédulo. Con la intención de convertir el film original en una especie de Fast & Furious futurista destinado a los más jóvenes, ‘Rollerbal’ se convierte en un corto relato de acción que no aprovecha si quiera su condición de broma. En unos tiempos en los que las audiencias televisivas parecen más importantes de lo que realmente son, las posibilidades de denuncia del film pasan tan rápido como sus protagonistas jugando al peligroso deporte que practican.

De esta forma, ‘Rollerbal’ no ofrece nada más que lo que les interesaba a sus productores, acción, acción, acción y alguna teta. El esquemático argumento nos lleva a un país europeo en el que para olvidar las desgracias económicas el pueblo se divierte asistiendo a un deporte en el que soltar toda su rabia e inconformismo social. Cuando en uno de los partidos se produce un desgraciado accidente, los productores del evento comprueban que la audiencia se dispara. Es entonces cuando en los partidos empezarán a ocurrir incidentes cada vez más sangrientos. Todo por cuotas más altas, y evidentemente los héroes de la función no lo van a permitir, aunque estén representados en Chris Klein, de sospechoso parecido con Keanu Reeves, actor al que se le ofreció el papel central. En cualquier caso todo un error de casting, y es que no todo el mundo tiene piel de héroe y menos en un film de McTiernan.
El pulso de antaño del director hace acto de presencia pocas veces. El espectacular inicio, una persecución en patín por las calles de San Francisco, es una de ellas; y la huida nocturna a moto otra. Pero son secuencias aisladas que nada aportan al film, al contrario. En ellas se puede vislumbrar de lo que McTiernan es capaz con una cámara, pero su efectividad se termina enseguida. Si a eso le añadimos que un actor como Jean Reno, con la responsabilidad de hacer de villano, está muy pasado de rosca y su personaje parece una caricatura, el desastre está servido. Cuenta la leyenda que McTiernan tenía un montaje previo mucho más sangriento y espectacular, y que cuando enseñó su película en un pase privado a Harry Knowles, conocido crítico, éste la destrozó en su página. Los productores se preocuparon y remontaron el film una y otra vez, retrasando su estreno bastantes meses. Segunda vez, pues, que McTiernan ve cómo alteran su obra hasta reducirla a un amasijo de imágenes que provocan el rechazo. Evidentemente fue un fracaso merecido.
Vamos a contar mentiras

La última película por el momento de John McTiernan ya data del 2003. Se trata de la puesta en imágenes de un libreto firmado por el interesante, y también desconcertante, James Vanderbilt. En el currículum de este escritor tenemos los guiones de films tan serios como ‘Zodiac’, la obra maestra de David Fincher, o films más desvergonzados como ‘El tesoro del Amazonas’ (‘The Rundown’, Peter Berg, 2003) o ‘Los perdedores’ (‘The Losers’, 2010), dos películas muy poco valoradas en mi opinión. Que el germen de la idea se encuentre, intencionadamente o no, en películas como ‘Rashomon’ de Kurosawa o ‘Sospechosos habituales’ de Singer resulta de lo más atractiva teniendo detrás de la cámara a alguien tan bueno como McTiernan. Los deseos de ver una buena película firmada por McTiernan después del desastre de ‘Rollerbal’ parecían verse cumplidos en este proyecto. Pero nada más lejos de la realidad. Siendo superior a su trabajo previo, ‘Basic’ es un juego inofensivo, una especie de rompecabezas que, una vez descubierta la solución, pierde toda su gracia y evidencia sus descaradas trampas.
La historia versa sobre un agente de la DEA (John Travolta), antiguo militar, encargado del interrogatorio de un soldado que sobrevivió a un misterioso entrenamiento en la selva de Panamá y del que fue el único que regresó con vida al lado de un compañero mal herido. Poco a poco, y pregunta a pregunta, irá saliendo a la luz la verdad, que es mucho menos impactante de lo que cabría esperar. La versión de lo sucedido va cambiando ofreciendo nuevas pistas para la solución, nuevos enfoques y cómo no, mentiras por doquier. Así sucedía también en las citadas obras de Kurosawa y Singer, odas a la mentira donde las haya, juegos en clara complicidad con el espectador sabedor de que todo lo que se ve en una pantalla es ficción. El problema del film de McTiernan no es que éste u otro personaje mienta, y veamos esa mentira en pantalla, como despiste provocado a conciencia, sino el querer rizar el rizo con la solución final en la que descubrimos la verdad de todo. Si el interrogador y el interrogado forman parte de un equipo destinado a desenmascarar un turbio asunto de drogas, ¿a qué vienen los numeritos de psicología barata? El juego con el espectador se pasa de rosca. El descubrimiento de la identidades está mal explicado por cuanto es casualidad, y sinceramente, que el culpable de todo llame al único hombre que puede descubrir la verdad suena a tomadura de pelo.

John Travolta, con sus habituales tics, no está a la altura de sus compañeros de reparto, una siempre atractiva Connie Nielsen, que hace lo que puede con su esquemático personaje, y un chillón, como es de costumbre en él, Samuel L. Jackson, una de las claves de la investigación. Todos ellos entregados a un juego en el que como siempre, lo más destacable es el uso de la cámara por parte de su director. Una vuelta a la jungla, como en su primer éxito ‘Depredador’ (‘Predator’, 1987), donde demuestra filmar con habilidad, y lluvia, mucha lluvia, que crea una atmósfera de confusión hasta cierto punto muy adecuada. No llega ni de lejos para paliar la sensación final de vacío, y sin llegar a los bajos niveles de ‘Rollerball’, supone otro traspiés de McTiernan, del que parece no haberse recuperado, algo en lo que sus problemas con la justicia probablemente han tenido que ver.
Acaba aquí el especial sobre un director que revolucionó el cine de acción con su mirada. No sabemos si veremos alguna nueva prueba de su talento, pero al menos nos quedan sus grandes películas. Haciendo un repaso, creo que las tres mejores de su filmografía son, por orden: ‘Jungla de cristal’ (‘Die Hard’, 1988), ‘El guerrero nº 13’ (‘The 13th Warrior’, 1999) y ‘Los últimos días del edén’ (‘Medicine Man’, 1992)
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Bob
'Rollerball' es un bodrio increible, donde no se nota la mano de McTiernan en ningún lado. Me es imposible creer que este engendro es de este señor de verdad. Teniendo en cuenta que a raiz de este rodaje, empezaron los problemas de McTiernan con la justicia, más le habría valido pasar de este proyecto.
'Basic' es algo mejor y al menos sí que se le nota la puesta en escena de McTiernan, pero es una película a la que le pasa como a 'Snake Eyes' de Brian de Palma, se ve favorecida por la labor de un gran director y por un prometedor arranque, pero se ve lastrada por un guión que es un puto caos, repleto de giros y flashbacks imposibles derivando en uno de esos finales tan cabreantes.
En cualquier caso, mejor tener a McTiernan haciendo cine de acción que a inútiles como Anderson o Boll, vaya que sí mejor. Suscribo plenamente tu opinión sobre John: el mejor director de acción que ha habido, aunque mis tres favoritas son: 'Die Hard', 'Predator' y 'La caza del Octubre Rojo'.
Por cierto, Alberto. Exceñente idea la de analizar las dos pelis en un mismo post, no merecen más. Ahora a ver si el ciclo de Walter Hill no se hace esperar mucho.
Pippen
Basic me pareció una tomadura de pelo.Arrancando de una idea con posibilidades,se va todo a perder según van pasando los minutos y el final es increíble,de lo malo que es.
drvenkman
Pues voy a dec ir más de lo mismo pero es que es la verdad.Rollerball y Básic son dos truños de los gordos,no se puede decir otra cosa,no las salva el hecho de Mctiernan sepa manejar como nadie una cámara.
Mis favoritas son las mismas del amigo Bob Mackey,la de El guerrero número 13 tengo que volver a verla porque en Su momento no me gustó nada.
marat
Horrible película Rollerball,no hay por donde cogerla.En cuanto a Basic me pareció un pelín más entretenida,aunque sí que es verdad que al final quiso rizar el rizo y se pasó de vuelta,eso y que Travolta ni fu ni fa la hacen no recomendable.
Coincido con Bob Mackey,las mejores de este señor:'Jungla de cristal','Depredador' y 'la caza del octubre rojo'.
Beliar
Para mi sus tres mejores trabajos son estos:
1. Jungla de cristal. 2. La caza del octubre rojo. 3. Depredador.
agustin.lara.14
Pues yo seré de los pocos que disfruto viendo Basic, cierto que no esta entre las mejores de McTiernan pero me parecio un filme muy entretenido aunque tenga tanta vueltas de tuercas por parte del guión.
En fin, a la espera de haber si algún día McTiernan vuelve a realizar algún nuevo proyecto y vuelve por la puerta grande como tambien me gustaría ver el regreso de Walter Hill, otro maestro de la acción.
esdla
solo se esplica que aceptara estos encargos por la necesidad de dinero para pagar a los abogados, por que semejantes bodrios emborronan la carrera de este maestro de la accion.
para mi las mejores Jungla de cristal, Depredador, La caza del octubre roja, Los ultimos dias del eden yEl guerrero numero 13.
257544
He vuelto a ver el guerrero nº13, y me sigue pareciendo una gran pelicula, pero, en serio consideras esta peli mejor que Depredador? un clásico del cine. La Jungla, depredador y la caza del Octubre rojo son las mejores para mi. Solo por la Jungla, este hombre es un genio.
nelson.e.fredes
concuerdo plenamente, mctiernan es un gran director de accion, probablemente el mejor de norteamerica ente 1987 hasta el 2000, pero no olvidemos a otros que sentaron las bases del cine de accion sam peckimpah, walter hill, entre otre otros, pero en esa epoca tambien tenia la competencia europea del gran paul verhoeven (robocop, Total recall) y estaba empezando a llamar la atencion John Woo desde hong kong, que llego a la cuspide del cine de accion con Face Off. se menciona en el analisis de Depredador a Craig r baxley, tambien tuvo sus aportes en el genero, y despues de haber vuelto a ver DARK ANGEL con lundgren, confirma lo que siempre pense de el, que filma muy bien las explosiones de autos y sabe hacer un film llevadero,