El ritmo de estrenos de Netflix es tan alto que resulta muy complicado estar al tanto de todas las novedades que llegan a su catálogo, sean producciones originales o adquiridos. Además, esto es algo que no deja de ir a más y encima cada vez hay más plataformas de streaming, por lo que es probable que muchos no vayan más allá de los títulos que le interesa promocionar a la compañía.
Eso lleva a que el lanzamiento de propuestas tan estimulantes como ‘Into the Night’, la primera serie belga de Netflix, quizá se les pase a muchos. Creada por Jason George a partir de una novela de Jacek Dukag, se trata de un vibrante thriller postapocalíptico que propone un escenario en el que una catástrofe solar está acabando con la vida de todo ser vivo durante el día y los pasajeros de un avión tienen que hacer todo lo que esté en su mano para escapar de una muerte segura.
Directa al grano
Lo primero que hay que saber de la primera temporada de ‘Into the Night’ más allá de su argumento es que consta de apenas seis episodios de una duración que oscila entre los 35 y los 40 minutos. Un material ideal para el que quiera desconectar un rato de la realidad y se quiera dejar llevar por la combinación de ritmo y conflicto de la que la serie hace gala en todo momento. Aquí lo que importa es que sigan sucediendo cosas y tener al límite a los personajes.
Esa fórmula podría volverse rápidamente redundante, pero George sabe manejar bastante bien la información que nos va dando de los personajes para que nuestra perspectiva sobre ellos vaya cambiando. No por casualidad cada uno de los seis episodios está titulado con el nombre de uno de ellos, siendo entonces cuando se indaga algo más en su pasado, pero sin estructurar el episodio completamente alrededor de ello. Son pequeños detalles enriquecedores en mayor o menor medida y siempre integrados en la necesidad de que no haya parones.
Además, ‘Into the Night’ logra captar tu interés desde el primer momento, ya que sientes que algo raro está pasando incluso aunque no conozcas la premisa de la serie. De paso, te va presentando a los personajes principales y cuál era su objetivo con ese viaje a Rusia que se trunca cuando un hombre secuestra el avión bajo el pretexto de que la luz del sol va a matarles y que hay que ir en dirección contraria, ¿un loco o alguien desesperado con información privilegiada?
Poco tarda en quedar claro que es lo segundo, pero también que no es realmente el benefactor de nadie, sino alguien intentando salvarse a sí mismo. Esa posición ambivalente es algo con lo que George, que escribe los guiones de todos los episodios, juega bien, siendo una de las fuentes principales de conflicto, pero ni mucho menos la única.
Un muy buen entretenimiento
Es verdad que hay situaciones metidas un poco con calzador para mantener la intensidad dando así cierta variedad a lo que sucede, pero lo importante es que resultan efectivas. Algo más problemático es todo lo relacionado con la ciencia detrás de varios sucesos, ahí la serie no ofrece otro clavo al que agarrarse que aceptar lo que están diciendo y seguir hacia delante. Si hay un punto en el que uno puede tirar ‘Into the Night’ abajo, es ese, y no lo digo pensando en el pretexto de que algo raro pasa con el sol.
Probablemente George también sea consciente de ello, por lo que en vez de intentar escudarse en excusas algo más elaboradas que se vendrían abajo igualmente, apuesta por el entretenimiento por encima de todo. Y lo hace sin querer resultar espectacular, ya que normalmente es más importante lo que sucede en off, de lo que apenas tenemos pequeñas muestras. Incluso todos los problemas con el avión se resuelven de tal forma que no hay que hacer un gran despliegue técnico.
Lo que prima es el drama humano, ya sea por incidir en su situación personal -ahí quizá sí que se eche mano de ciertos arquetipos para intentar tocar el mayor número posible de palos- o por cómo interactúan entre sí. Ahí no esperéis nada novedoso ni que de forma individual resulta apasionante, pero la combinación es acertada, sin estirar más de la cuenta en ninguna trama concreta y dejando que todos los protagonistas tengan su voz propia y problemas con los que lidiar por su cuenta. Por su parte, los actores cumplen con soltura, sobre todo Pauline Etienne.
En resumidas cuentas
La primera temporada de ‘Into the Night’ te engancha rápidamente y estás deseando ver lo antes posible el siguiente episodio. Juega muy bien con el conflicto y crea un universo postapocalíptico que deja con ganas de saber cómo acabará resolviéndose todo. No es una maravilla y dudo que aparezca en ninguna lista de las mejores series del año, pero sería otro cantar si hablásemos únicamente de las más entretenidas.
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