En 2015, Aaron Mark estrenaba en Off-Broadway 'Empanada Loca', una obra protagonizada por una sola mujer (Daphne Rubin-Vega) inspirada en la leyenda de Sweeney Todd. Llamó lo suficiente la atención como para transformar esta obra en un podcast de ficción... y poco después en una serie para Amazon Prime Video titulada 'El horror de Dolores Roach' (The Horror of Dolores Roach).
Compuesta por ocho episodios, la serie está protagonizada por Justina Machado (se echa de menos 'Día a día'), que sale de prisión dieciséis años después de haber sido detenida por tráfico de marihuana. Traicionada por su ex y sin ningún sitio al que ir, acaba teniendo refugio en el sótano de la tienda de empanadas de su amigo porrero Luis (Alejandro Hernandez).
Dolores empezará a trabajar como masajista "clandestina" pero cuando las cosas se ponen en peligro, no duda en usar sus "manos mágicas" para sobrevivir... con macabras consecuencias en lo que es una comedia negra bastante entretenida e incluso divertida creada y coescrita por Mark y dirigida (al menos el piloto) por Roxann Dawson.
La masajista diabólica de Washington Heights
Teniendo en cuenta que ya desde el principio no ocultan (es más, ponen hasta la música de Stephen Sondheim) que la historia está claramente basada en la leyenda del barbero diabólico de Fleet Street, a la que le han pasado un aire latino con Washington Heights y sus habitantes de escenario y, por otro lado, el toque de terror marca Blumhouse que no sobra.
Tanto Machado como Hernandez lideran con soltura el reparto, funcionando bastante bien el uno con el otro. Es también de agradecer la honestidad tanto a la hora de construir estos personajes como en el retrato de su entorno y del barrio neoyorquino.
El resultado es un cóctel bastante interesante en lo que 'El horror de Dolores Roach' trabaja muy bien ese equilibrio entre la comedia y la tragedia y el terror, ligero pero efectivo, por el que se va moviendo. Esto incluye el explorar también los traumas de los diversos protagonistas que intentan sobrevivir en un mundo en el que la gentrificación está poniéndoles las cosas cuesta arriba.
En este sentido es interesante ver las líneas maestras para desarrollar esta serie. A pesar de lo que se podría sugerir con la premisa, no vamos a tener un festival de casquería. Los asesinatos van dosificándose y construyéndose en lo que va apareciendo el monstruo interior de Dolores y su cómplice cocinero en este notable relato de terror urbano.
Un relato al que, sin embargo y en mi opinión, le falta algo de ambición. No es que lo necesite, pero más allá de tocar estos temas de supervivencia del más fuerte y desesperación de sus protagonistas, sí que se puede echar de menos que no vayan algo más allá. De esta manera, 'El horror de Dolores Roach' se queda en un pasatiempo, muy entretenido y disfrutable, pero quizás algo más anecdótico de lo que nos gustaría.
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