'Drive', la conciencia del escorpión
Si me preguntáis cuál es la mejor película de la sección oficial del Festival de Cannes 2011, o cuál creo que tiene más opciones de ganar la Palma de Oro, me lo tendría que pensar mucho, y no sé si podría responder con un solo título. Ahora bien, si la cuestión es decir qué película he disfrutado más, lo tengo muy claro: 'Drive'. El nuevo trabajo del danés Nicolas Winding Refn ('Pusher', 'Bronson', 'Valhalla Rising') cuenta con Ryan Gosling como un conductor solitario, anónimo y parco en palabras que, como los violentos héroes del western y los thrillers de los 60 y 70, siempre está de paso, intentando no implicarse en la vida de los demás, hasta que ocurre algo y se ve obligado a actuar, desatando un baño de sangre. Tanto el director como el actor se pasaron por la Croisette para presentar la película, una fascinante y romántica salvajada.
Basada en la novela homónima de James Sallis, escrita para la gran pantalla por Hossein Amini, 'Drive' arranca en la habitación de un hotel de Los Angeles, con el protagonista hablando por teléfono (dando instrucciones específicas sobre su parte del trabajo) mientras se juega un partido de baloncesto entre Lakers y Clippers (los dos equipos de la ciudad). Con la banda sonora jugando un papel fundamental a la hora de crear la atmósfera y el estado de ánimo idóneo para cada escena (la tensión del partido se traslada al desarrollo de la secuencia inicial), la cuidada fotografía y la imaginativa puesta en escena de Refn (siempre abordando de manera diferente los fogonazos de acción, buscando la sorpresa y la emoción del momento, cuando lo habitual, tristemente, es la repetición y la excesiva exposición de imágenes espectaculares), uno se sumerge enseguida en este tenso cuento urbano de violencia y amor. Es sensacional la manera en la que se ha tratado el contraste que caracteriza la peripecia del conductor, un hombre que puede ser tan frío y brutal como tierno y bondadoso. Lo que puede sonar contradictorio e inverosímil se hace simplemente auténtico gracias a labor creativa del guionista y el realizador, y la convincente labor del carismático Gosling (en un papel que inicialmente era para Hugh Jackman), un héroe venenoso.
"¿Conoces la fábula del escorpión y la rana?" Driver (Ryan Gosling)
El protagonista es un excepcional conductor que aprovecha su talento para ganarse la vida de dos maneras; por el día, cuando no trabaja en un taller, es un especialista de escenas de riesgo en películas de Hollywood; por la noche ofrece su volante para participar en actos delictivos, asegurando una infalible huida a quien le contrate. Su vida en L.A. parece cómoda, pero todo cambia cuando conoce a Irene (Carey Mulligan) en el ascensor del bloque de apartamentos donde residen (ojo a lo diferente que son las dos escenas en el ascensor). El conductor empieza a pasar tiempo con ella y su hijo, creándose un vínculo entre los tres (lo rápido que conecta con el pequeño hace intuir su problemática infancia); pero entonces el marido de la joven, Standard (Oscar Isaac), sale de la cárcel. Es interesante que, cuando a partir de aquí lo usual sería que se explotara la tensión entre los dos hombres (en el primer encuentro entre ambos saltan chispas), lo que ocurre es que el protagonista acepta su lugar y se convierte en una especie de protector de la familia. Cuando Standard le confiesa que tiene que formar parte de un peligroso robo para saldar sus deudas, el conductor decide ayudarle. Y da comienzo la espiral de violencia...
Cuenta Nicolas Winding Refn que tras reunirse con Ryan Gosling para discutir el proyecto (el actor le recomendó para el trabajo), éste lo llevó en coche de vuelta a su hotel; durante el trayecto se produjo un incómodo silencio, así que Gosling subió el volumen de la radio, y empezó a sonar una acaramelada canción pop, algo que iluminó al cineasta; el protagonista de 'Drive' sería un tipo solitario que por las noches escucha temas románticos como alivio emocional, mientras recorre la fría jungla de asfalto. Cabe destacar que pese al título, no se trata de una película centrada en persecuciones, aunque hay estupendas secuencias con coches, en las que prima más la tensión, la sorpresa y la emoción que la ruidosa espectacularidad. Es una clara apuesta por un cine de acción de la vieja escuela, directo y contundente, con la inspirada subtrama romántica para provocar el cambio en el protagonista, pero esto no significa que se descuiden los personajes. En realidad es uno de los puntos fuertes, un abanico de personajes arquetípicos construidos con inteligencia y humor, que cobran vida en manos de un elenco acertadísimo; a los ya citados hay que sumar Ron Perlman, Bryan Cranston, Christina Hendricks y Albert Brooks, en un papel sorprendente. 'Drive' es un festín audiovisual destinado a convertirse en título de culto.
Palmarés de la sección "Un Certain Regard" y nuevo capítulo de la polémica sobre Von Trier
Un día antes de que sepamos quién se lleva la preciada Palma de Oro de esta 64ª edición, ya se ha hecho público el palmarés de la (menos relevante) sección Un Certain Regard, cuyo jurado estaba presidido por el serbio Emir Kusturica. El premio a la mejor película ha sido ex aequo para 'Arirang' de Kim Ki-duk (habrá sorprendido a todos aquellos que se aburrieron o se marcharon antes de tiempo, pero ya dije que el film tenía cosas interesantes) y 'Halt Auf Freier Strecke' de Andreas Dresen; el premio especial del jurado ha sido para 'Elena' de Andrey Zvyagintsev y el de mejor dirección se lo ha llevado Mohammad Rasoulof por 'Bé Omid é Didar'.
Por otro lado, hay un nuevo capítulo en la lamentable polémica protagonizada por Lars von Trier, que como sabéis fue declarado "persona non grata" por los organizadores del festival de Cannes tras las declaraciones que hizo la presentación 'Melancholia' (al director se le ha prohibido estar a menos de cien metros del Palais des Festivals, pero su película se mantiene en competición... aunque ya con mínimas opciones). El visceral cineasta se ha referido a lo ocurrido en una reciente entrevista, asegurando que nunca más volverá a asistir a una rueda de prensa. Dice que se emocionó e hizo el estúpido, pero que este tipo de decisiones políticamente correctas son peligrosas. También se ha referido a su compatriota Nicolas Winding Refn, que calificó de repugnantes las declaraciones de Von Trier. Respondió que conoce a Refn desde que era pequeño (el padre del director de 'Drive', Anders Refn, ha montado películas de Von Trier) y que... le jodan. Palabras textuales: "I´ve known him since he was a kid! Fuck him". En fin, un enemigo más a estas alturas le debe dar igual. Lo que está claro es que, como dije en su momento, se ha sobredimensionado lo que dijo ante la prensa, que aprovechó para montar un escándalo que ha costado caro al director danés. Bueno, más bien al festival de Cannes. Porque ha perdido a una de sus grandes figuras.
PD: En el próximo artículo incluiré una lista con las películas de competición que más me han gustado, y el título de la que creo que va a ganar.
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