Las comedias protagonizadas por Melissa McCarthy suelen gozar de bastante éxito en Estados Unidos y pasar más desapercibidas en el resto del mundo. Hay excepciones a la regla -la muy divertida ‘Espías’ (‘Spy’) recaudó más en el mercado internacional-, pero no hay nada que me haga pensar que eso es lo que va a suceder en el caso de ‘Es la jefa’ (‘The Boss’), la segunda película que protagoniza a las órdenes de Ben Falcone, su marido en la vida real.
He de confesar que aún no he visto ‘Tammy’, su primera colaboración, pero no tengo muchas esperanzas en que sea muy distinta a ‘Es la jefa’, una muy olvidable muestra de humor incompetente que no sabe cómo encauzar adecuadamente la vis cómica de McCarthy, algo que en la gran pantalla sólo ha sido capaz de hacer Paul Feig. Aquí vuelve a suceder lo mismo y el resultado es una película bastante endeble y con muy poco interés -si es que tiene alguno-.
Malos ingredientes
La propia actriz ha escrito el guion de ‘Es la jefa’ junto al debutante Steve Mallory y Falcone, y si tuviera que apostar diría que la idea surgió de una reunión de amigos y que el proyecto salió adelante únicamente por la participación de McCarthy. Guste más o menos, tiene tirón comercial y se le pueden permitir ciertos caprichos, ya que las compañías recuperan el dinero con facilidad al tener presupuestos bastante contenidos -29 millones de dólares en el caso que nos ocupa-.
Teniendo eso en cuenta, podríamos decir que ‘Es la jefa’ es un éxito de la marca McCarthy, es decir, una comedia con toques irreverentes que da rienda suelta a los excesos de la actriz. Tanto sus buenas como sus malas comedias inciden en ello, pero hay que saber integrarlo en una historia llevada de una forma interesante y que su sentido del humor encaje dentro de la evolución de la misma en lugar de convertirlo todo en un festival para su lucimiento.
Por desgracia, ‘Es la jefa’ no hace nada de eso y se limita a contarnos un relato muy poco estimulante con un toque moralista un tanto rancio. No es algo sorprendente, ya que son muchas las comedias de los últimos años que empiezan vendiéndote una cosa y rápidamente sucumben a esa tentación como forma de vertebrarse. Ojo, hay algunos casos en los que eso no evita que pasemos un muy buen rato, pero aquí simplemente no tiene gracia.
Sospechaba que el trabajo de puesta en escena de Falcone iba a ser intrascendente, un caso más de realizador sin nada que aportar más allá de poner la cámara en un lugar que no suponga un estorbo a la acción y que deja que sean los actores y los hechos que suceden los que realmente conquisten al público. Un trabajo de dirección invisible que dirían algunos, pero es que ni siquiera sabe cuándo tiene entre manos un gag con posibilidades y todo acaba siendo igual de plano.
Es la jefa, pero es incapaz de mejorar las cosas
Es entonces cuando no nos queda otra que buscar refugio en los personajes y sus acciones, pero es que hay una combinación de mediocridad -da pena ver a Kristen Bell en un papel así cuando gracias a ‘Veronica Mars’ sabemos de lo que es capaz- y absurdo -capto lo que quieren hacer con el personaje de Peter Dinklage, pero es que nunca funciona y hay veces que directamente cae en el sinsentido porque creen que así tendrá más gracia... y no- que alcanza su máxima expresión con el de McCarthy.
Sí que se nota que su personaje es el único en el que se preocupan en tener un arco argumental con cierta coherencia y también que le confían la mayoría de los gags, con los cuales ella hace lo que buenamente puede, pero en su caso no creo que por si sola sea una cómica que pueda realmente elevar o incluso hacer gracioso material cuestionable, así que el resultado sigue siendo bastante pobre.
Dicho todo esto, quizá penséis que he odiado ‘Es la jefa’ o que me ha parecido un bodrio, pero lo cierto es que tampoco es una película tan mala. Simplemente no tiene ingredientes adecuados para poder hacer una buena comedia y lo que hay es un producto de baja categoría que al menos no quiere ser lo que no es y que tampoco llega a resultar ofensivo. Prescindible sin duda, deficiente también, pero sin llegar a ser horrible.
En definitiva, ‘Es la jefa’ es una mala comedia porque simplemente no hay nada en toda la película que merezca la pena, es que ni tan siquiera hay uno o dos gags memorables que justifiquen su visionado. Tampoco es que sea irritante o que te vayas a sentir insultado por su humor, pero casi que os recomiendo ignorarla y ya que el regreso de los X-Men tampoco ha dado la talla, será mejor que deis una oportunidad a la estupenda ‘La bruja’ (‘The Witch’).
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