Charlie McDonnell y Jeffrey Lieber, uno de los creadores de 'Perdidos' ('Lost'), han llegado a Quibi con la propuesta más ambiciosa de la plataforma de micro episodios para dispositivos móviles. 'Don’t Look Deeper' es un notable esfuerzo de ciencia ficción en entornos adolescentes que puede hacer las delicias de los fans de 'Euphoria' o 'Blade Runner'.
¿Sueñan los androides con hurones eléctricos?
Ahora que la guerra de conspiraciones está en pleno apogeo en las redes sociales, donde ciudadanos anónimos y personajes populares venidos a menos han terminado de explotar en público sus miedos e inseguridades (que no inquietudes) mostrando sus bizarras y sombrías creencias científicas, la serie de Quibi no ha podido elegir un mejor momento para llegar a nuestros dispositivos móviles.
Catherine Hardwicke, es la responsable de iniciar el éxito de la saga 'Crepúsculo', pero ha demostrado ser una polivalente cineasta, capaz de ofrecer títulos como 'Thirteen' o 'Los amos de Dogtown', entre otros títulos. Hardwicke, que lo intentó antes con la inédita adaptación televisiva de 'Jóvenes ocultos', se entrega al máximo en esta nueva historia de redescubrimento, ciencia ficción y millonarias coporaciones jugando a ser dios con el conocimiento de quien sabe cómo son los problemas más privados de los adolescentes.
La historia, tan espeluznante como elegante, nos presenta a una estudiante de secundaria llamada Aisha, que descubrirá a las primeras de cambio que no es la típica adolescente que creía ser. El personaje, magnético (no es una broma), entrega un jugoso papel protagonista para la ascendente Helena Howard, que se rodea de un reparto donde Don Cheadle y Emily Mortimer aportan la veteranía. El mexicano Patrick Murguia repite a la fotografía con la directora, redondeando el lujoso aspecto de la serie más sorprendente de Quibi hasta el momento.
No eres tú, soy yo
La verdadera estrella de la función, con permiso de Helena Howard, es el perfecto equilibrio que 'Don’t Look Deeper' encuentra entre la trascendencia de la historia y los micro episodios que la forman. Al contrario que muchas de sus compañeras de parrilla, la serie de Jeffrey Lieber y Charlie McDonnell se beneficia a la hora de impactar en pequeñas dosis, dejando con ganas de más a todo espectador que se ponga por delante.
La guerra interna y externa entre la humanidad y la inteligencia artificial se desarrolla casi literalmente en pleno valle inquietante, logrando que esa sensación sea casi tangible. El valle inquietante podría ser, de hecho, el pueblo en el que viven los personajes. Y, hablando de personajes, tenemos un gran villano en potencia, aunque espero que su verdadera némesis no sea su lado bueno. 'Don’t Look Deeper', de momento, está entregando unas sensaciones a una velocidad que ni siquiera 'Westworld' se podía permitir.
Quibi ha entendido que una temporada completa de su serie más ambiciosa ocupa el mismo espacio de tiempo que un par de episodios de la serie de HBO, y aunque parezca fácil racionar ese material, hay que saber contar una historia con principio y fin dividida en 14 episodios, la más larga de la plataforma hasta ahora. La ocasión lo merece sobradamente.
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