Las películas en acción real de Disney que no pertenezcan al universo de Marvel o sean actualizaciones en carne y hueso de sus clásicos animados no han sido muy abundantes durante los últimos años. El mal funcionamiento en taquilla de títulos como ‘John Carter’, ‘Tomorrowland’ o ‘La hora decisiva’ seguro que ha ayudado a ello, pero eso no explica la escasa campaña promocional de ‘El cascanueces y los cuatro reinos’.
La película firmada por Lasse Hallström y Joe Johnston -la rodó el primero pero no estaba disponible para el reshoot- llegó ayer a los cines españoles sin armar mucho ruido y eso podría acabar jugando en su contra a la hora de rentabilizar la notable inversión hecha por Disney -su presupuesto se estima en unos 130 millones de dólares-. Por mi parte, lo que más me interesa es que se trata de un pasatiempo fallido que se centra más de la cuenta en lo visual.
Cuando lo visual importa más que el contenido

Era evidente que una de las mayores preocupaciones de la película iba a estar en tener un componente visual llamativo para conseguir entrar más fácil por los ojos al público. No solo no tiene nada de malo querer cuidar mucho esa faceta de una película, pues incluso puede elevar más un material ya de por sí estimulante. El problema aquí es que hay una divergencia clara en la dedicación reservada al apartado visual -que tampoco es tan consistente como sería deseable- y el contenido de la misma.
Dicho de otra forma, el relato en sí mismo no podría ser más convencional, empezando por la relación con el padre, siguiendo por la llegada al mundo mágico y cómo actúa nuestra protagonista. Su viaje físico y emocional es algo que como adulto disfruto muy poco y el desarrollo de ciertas situaciones roza lo molesto, pero sí que hay que concederle una cosa: es muy consistente en su propuesta y si entras en ella, como imagino que harán algunos niños, es fácil dejarte llevar por esa magia desteñida a la que intenta recurrir en todo momento.
Eso es algo que se intenta potenciar visualmente, recurriendo a algunos diseños poco habituales en este tipo de producciones. En algunos casos -ciertos escenarios- funciona bastante bien, pero en otros -la imagen de algunos personajes- queda raro -aunque no al nivel de la deficiente ‘Un pliegue en el tiempo’-, escudándose demasiado en la inocencia infantil para aceptar soluciones que en sí mismas restan potencia al festín visual en el que quiere convertirse ‘El cascanueces y los cuatro reinos’.
‘El cascanueces y los cuatro reinos’ no ofrece nada memorable

Resulta curioso que haya inconsistencias en el punto fuerte de la película y que sea bastante estable en su mayor debilidad, ya que eso te deja con una sensación extraña mientras la ves que se extiende al resto de aspectos de la misma. Tomemos como ejemplo el reparto, con Mackenzie Foy representando muy bien esa estabilidad poco memorable y con Keira Knightley oscilando entre lo casi irritante y lo acertadamente juguetón.
Es verdad que el resto de actores se acercan más a Foy que a Knighley -empezando por un anecdótico Morgan Freeman y acabando con una desaprovecha Helen Mirren-, lo cual vuelve a limitar a ‘El cascanueces y los cuatro reinos’ a la categoría de cuento de hadas resuelto con dignidad pero sin nada en ella que llegue a sobresalir lo suficiente en todo momento como para ser destacado.
Lo que sí me llama la atención es que pese a que el guion sufrió una notable rescritura y que el reshoot se extendió durante un mes, la película logra en todo momento un equilibrio narrativo. A ello ayuda que se apueste por un perfil bajo por esa vía y que sea esa irregular grandilocuencia visual la que sirva de gancho. Por mi parte, le concedo que no llegué a aburrirme, el mínimo que le exijo a una película.
En definitiva, ‘El cascanueces y los cuatro reinos’ es una película discreta que probablemente funcione bien entre cierto sector del público infantil -pensar que todos tienen los mismos gustos sería faltarles al respeto solamente por ser niños- e incluso podrá engatusar a algunos adultos, pero en líneas generales no le veo ningún atractivo especial para ir más allá de pasar el rato y poco más.
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paulcrosnier
Me imagino que ira por el mismo camino, de Oz: un mundo de fantasía no enamorará, pero le ira muy bien en taquilla.
celsogutierrezterrones
Eeeeeeeso, intolerancia. Intolerancia es no tolerar, no estar de acuerdo y expresarse. En la actualidad se ve muy ligth, muy cool seguir el status quo, pero es también...muy ovejuno. Ahora recuerdo haberme de niño identificado con Spiderman, Superman, El Zorro, pero dudo muchísimo haberme identificado con Wonder Woman, pero en fin. Lo que si es que la masculinidad de los varoncitos se hace a través de ejemplos, la firmeza, la fuerza, el sentido de protección al débil, el valor, el autocontrol, la dignidad, la persistencia, la objetividad, el heroísmo, el sentido de guía y dirección. No importa la talla, la raza, la edad, si es feo o es delgado, pero si el sexo mi estimado. A menos que tenga el niño serios problemas de desarrollo, sabe muy bien identificar a un hombre y a una mujer entre los personajes de una película, lo que le digo es algo demasiado básico. Si va a una escuelita la maestra ya le dejó bien establecido que él es un niño y ellas son niñas. ¿Cuando a usted le toman una foto en un grupo mixto? ¿a quien ve primero en la foto? ¿no es a usted mismo? Un niño o niña forma su sexualidad como varón o mujer hasta los 7 u 8 años, por eso necesita el varoncito de modelos apropiados, y es por eso que busca identificarse con los varones y las cualidades afines a su sexo en sus héroes. Me reafirmo, los personajes masculinos en ésta película son débiles, sumisos e indignos. Y lo siento pero decir que lo azul es azul y lo gris es gris ¿qué tiene de intolerante?
celsogutierrezterrones
Creo que han tenido que retorcer demasiado la idea original de Tchaikovsky, da la impresión que la película ha buscado la melodía de este gran compositor ruso solo con fines de marketing.
No veo en toda la trama que los personajes varones tengan los valores que son de esperarse como ejemplo para los niños hombrecitos que acuden a ver esta película: valentía, determinación, fuerza, pundonor, dignidad. Es más la presencia de los personajes varones brillan por su ausencia.
El capitán que es el único personaje racional, es tratado por la dama como a menos que un empleado: "te doy la orden", "te doy la orden", al final hasta un pericotito lo trata de igual manera. No existe entre ellos una relación de igualdad con base en el amor como en la inmortal obra de Tchaikovsky. Los otros personajes varones en las esferas del poder político porque están junto a la reina, no son más que un par de afeminados, inútiles y miedosos. Los varones guerreros en general son tipos despreciables: soldados de lata descartables y los que están a favor de la heroína son unos grotescos muñecos obesos, que tienen que conformarse con hacer de payasos. El padre de la niña no pasa tampoco el examen, tal vez por lo menos aquí el guionista hubiera dotado al único personaje con ascendencia en la trama de alguna virtud, por desgracia hace el papel de un tipo deprimido (por la pérdida de su esposa ¿?), sin motivación, con baja autoestima, pues hasta la heroína que es su hija, lo trata como si fuera Lisa Simpson hablándole a su padre Homero. Los varoncitos en general no pueden identificarse con ninguno de estos personajes masculinos, por lo despreciables con que han sido dotados por el guionista.
Hablando de la heroína, es una mezcla de Lisa Simpson, Barbie, RoboCop y Gatúbela, no está guiada por valores o principios sino por la utilidad que da el poder (tal vez la futura esposa de Calígula). En general, la película trata de un lío entre mujeres, no hay reyes, no hay príncipes, todas son reinas en un mundo de mujeres. Al final de la película ni siquiera la heroína busca al padre impulsada por el amor filial sino como ella manifiesta: porque es lo que demás esperan de nosotros. Tal vez sea la sociedad moderna, mágica y soñada de los empresarios holywoodenses, un mundo sin hombres dignos, responsables, y valerosos, guiando batallas o revoluciones. Y no me digan que el cine no es propaganda social también ¿no?. Lo ha sido desde la época de Goebbels. Ahora tendré que hacerle ver a mis hijos "El Patriota" con Mel Gibson, para desensibilizarlo de semejante bodrio feminista.
Por eso mi hijito, al salir del cine, no pudo completar su oración consabida (como en tantas otras películas que hemos visto juntos -Narnia incluido-): papá yo quiero ser como...quiero ser como ... quiero ser como...Y yo le dije: no hijito no te preocupes, no quieras ser como nadie en esa película. Ya te llevaré en Navidad al teatro a que veas la bella e inmortal obra Cascanueces del gran compositor ruso Pyotr Ilich Tchaikovsky...la historia verdadera.
amds
javeritlangoyo11
Me están entrando ganas de verla.
Chicaro
Ni idea de que esta película existiera 😂
lulud
Es un bodrio sin ningún tipo de gracia. Mucha música y mucho decorado pero los personajes son lamentables y el argumento muy pobre. Además, no tiene ningún tipo de acción.