En 2008 se estrenaba ‘Monstruoso’ (‘Cloverfield’), una peculiar película de ciencia-ficción que se vio muy beneficiada por una inteligente campaña de promoción en la que J.J. Abrams, su productor, exhibió su talento para utilizar el secretismo alrededor de la misma como principal gancho para llevar a los espectadores a sus cines más cercanos. Eso se tradujo en un notable éxito económico, aunque con opiniones de todo tipo sobre el resultado final.
Por mi parte, acabé bastante decepcionado con ‘Monstruoso’ y no tenía demasiado interés en una posible secuela de la que no tardó en empezar a hablarse. Finalmente se ha optado por volver a desconcertar al espectador anunciando la existencia de ‘Calle Cloverfield 10’ (’10 Cloverfield Lane’) apenas semanas antes de su estreno. Una jugada bastante oportunista que ha dado más difusión a la película, aunque ha sido a cambio de dañar sus méritos artísticos.
¿Era necesaria la vinculación?
Lo primero que conviene dejar claro es que ‘Calle Cloverfield Lane’ no es ‘Monstruoso 2’, sino que es una nueva entrega de un universo cinematográfico en la línea de la televisiva ‘The Twilight Zone’. ¿Qué quiere decir exactamente eso? Pues que la conexión entre ambas no va más allá de lo meramente circunstancial, y precisamente cuando se quiere reforzar esos lazos es cuando la película pierde interés por los desequilibrios que ocasiona.
Seamos claros, la jugada de marketing ha sido magistral a tenor del resultado en taquilla, pero el hecho de querer vincularla con una marca reconocible llevó a que el guion original de Josh Campbell y Matthew Stucken fuera retocado por Damien Chazelle para, entre otras cosas -hay varios cambios que son para mejor-, potenciar sus elementos de ciencia-ficción. Ahí surgen los problemas, y es una pena, porque sería mucho más consistente reduciéndolos al mínimo.
Eso sí, ‘Calle Cloverfield 10’ también sería una propuesta mucho más convencional de esa manera, ya que su corazón dramático -alguien retenido contra su voluntad por una persona que parece sufrir ciertos trastornos mentales y la evolución que sufre a medida que va descubriendo qué es exactamente lo que sucede- es algo que, con pequeñas variantes, ya hemos visto en infinidad de ocasiones.
Como tal hay que reconocer que se trata de una propuesta sólida que argumentalmente sabe manejar más o menos bien la evolución dramática, todo ello controlado con mano férrea por el debutante Dan Trachtenberg, quien demuestra que podemos esperar grandes cosas de él como director en el futuro. Además, se agradece el “aliño” de cuidar varios detalles técnicos que ayudan a que la experiencia sea más inmersiva, ya que así pasamos más por alto los tópicos en los que incurre.
’Calle Cloverfield 10’, solvencia casi echada a perder
No obstante, creo que ‘Calle Cloverfield 10’ está lejos de ser esa genialidad que algunos están viendo en ella, y solamente la actuación de John Goodman se acerca realmente a merecer esa calificación -aunque ciertos detalles de guion limitan ese ambigüedad con la que él sabe jugar de forma muy estimulante-. Su verdadero nivel es el de un thriller convincente en su minimalismo que sabe trascender parte de sus limitaciones, pero no llega a superarlas por completo.
Todo ello encuentra un buen reflejo en la interpretación de Mary Elizabeth Winstead, quien juega con un personaje que ya sabemos cómo va a evolucionar y que en muchos momentos va a hacer exactamente lo que todos pensamos. Sin embargo, ella obvia esas deficiencias y se centra tanto en que sintamos cierta empatía por ella como en que tengamos interés por lo que está por venir. Eso lo logra, pero sin llegar nunca a fascinarnos, justo lo mismo que la película.
Por ejemplo, nunca llegamos a sentir claustrofobia -aunque se intenta-, mientras que el suspense y el mal rollo nacen más de la habilidad de Goodman para transmitir que de cualquier otra cosa. Con todo, esa carga previsible me molesta mucho menos que -¿spoiler?- la desagradable sorpresa final que para mí está a punto de hundir ‘Calle Cloverfield 10’. No lo hace, pero sí que provoca que el balance entre lo positivo y lo negativo, más del lado de lo primero hasta entonces, se iguale más de lo deseable.
En definitiva, ‘Calle Cloverfield 10’ es un interesante thriller en el que sobresale un estupendo John Goodman y cuyo novato realizador demuestra un talento inusual para ser su primera película. Sin embargo, los intentos por vincularla a ‘Monstruoso’ para crear un nuevo universo cinematográfico juegan en su contra, no tanto para ser inferior a la fallida cinta de Matt Reeves, pero sí a la retorcida ‘El regalo’ (‘The Gift’), la otra ópera prima que llega el viernes a los cines españoles.
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