Antes de ponerse a las órdenes de Quentin Tarantino en ‘Los odiosos ocho’ (‘The Hateful Eight’, 2015), Kurt Russell protagonizó otro western. ‘Bone Tomahawk’ (id, 2015) es la ópera prima de S. Craig Zahler, quien además es escritor, músico, autor teatral y compositor. Otra vibrante, y atrevida, muestra de un género que parece estar muriendo desde hace décadas, pero últimamente está ofreciendo films de considerable calidad, que además de revisitar el género, lo renuevan de forma inesperada. De los últimos intentos, el presente es el más feroz con diferencia. Una especie de salto mortal sin red, que combina clasicismo y modernidad, mirando al pasado y al futuro, en una mezcla imposible de olvidar.
El film se llevó en el pasado Festival de Sitges el premio José Luis Guarner de la crítica y el de mejor director. El próximo mes de marzo conocerá un estreno muy limitado en las ciudades de Madrid y Barcelona, para poco después salir editada en Blu-ray. Por lo menos llega a estrenarse en salas un film que merecería una mayor distribución, aunque hay que apuntar que ‘Bone Tomahawk’ no es para todos los estómagos, no porque sea un western, género rechazado por mucho del público actual, sino por su mezcla con el gore, alcanzando en su media hora final límites verdaderamente perversos. Es muy probable que parte del público no resista cierta secuencia en concreto.

La película dura unos ajustados 132 minutos, en los que no sobra ni falta nada. Posee un ritmo pausado, tranquilo, con una enrarecida atmósfera que se va encrudeciendo a cada minuto, pasando de lo que parece un western de tono clásico —ese uso del scope, esos tempo, ese Richard Jenkins que tanto recuerda con su personaje al Walter Brennan de ‘Rio Bravo’ (id, Howard Hawks, 1959)— a un fascinante film de terror, con ecos del survival horror y unos toques del Robert Aldrich de ‘La venganza de Ulzana’ (‘Ulzana’s Raid, 1972) y el Ford de ‘Centauros del desierto’ (‘The Searchers’, 1956). Un esquema argumental, visto en numerosos westerns, con inquietantes momentos terroríficamente realistas.
La idea de una tribu india caníbal es brillante por muchos aspectos. Es totalmente creíble el pensar que una tribu de pocos componentes ha quedado apartada de la supuesta civilización, aunque como bien se dice en cierto instante, el hombre blanco no les diferenciará de otros indios. Interesante apunte racial que va transformándose según avanza el relato, cuando una partida de cuatro hombres, en una operación de rescate, poco a poco acepte el infierno en el que se meterán. Probablemente una de las mejores formas de definir una película como ‘Bone Tomahawk’ sea precisamente esa: un terrorífico descenso a los infiernos, pero sin apuntes de fantastique, sino un descenso a un infierno tan real, tan palpable, como temible.

Extraña y brutal
De todos modos, y a pesar de los citados referentes, ‘Bone Tomahawk’ es una de las películas más extrañas de los últimos años, una de esas que rompe la maldición de las etiquetas, para afortunadamente no encerrar la película en una de ellas. Su citada extrañeza proviene de diferentes lados. Primero, su peculiar reparto, con un más que convincente Kurt Russell a la cabeza, unido a Matthew Fox, en el que probablemente sea su mejor interpretación —un pistolero, mujeriego y siempre bien vestido, conocedor de los peligros del viaje—, Patrick Wilson, de quién se podría decir lo mismo, el entrañable Richard Jenkins, y en fugaces papeles Michael Paré, Sean Young —vistos y no vistos—, David Arquette o Sid Haig, cuya aparición inicial da una pista de por dónde irán los tiros, nunca mejor dicho. Segundo, de aspectos técnicos.
Hay que anotar, sin duda, la banda sonora, obra del propio director y Jeff Herriott, a base de cuerdas que añaden una creciente tensión al relato, una inquietud inexplicable que alcanza matices mayores en la fotografía del desconocido Benji Bakshi, que propone texturas apagadas, decadentes, tanto a las secuencias diarias, de sol radiante, como en las nocturnas y en interiores, especialmente en un tramo final que no se borra de la cabeza debido a su extrema dureza. Una dureza diría que necesaria, dado el crescendo dramático del film, y que en cierto momento no sabemos a dónde parece conducirnos. Catarsis total y absoluta, violencia en su sentido más primitivo y lógico.
‘Bone Tomahawk’ insufla aire al género del western, ofreciendo —al igual que las últimas muestras estrenadas entre nosotros— nuevos caminos por los que expandir su nunca abarcable universo. Así lo ofrece Zahler, con un envidiable manejo del montaje, dando vida a la elipsis o al fuera de campo, y echando mano de un también extraño sentido del humor, que desconcierta, pero en nada desagrada —el instante de la carta con Patrick Wilson, o el detalle de las campanas y los temores del personaje de Fox, por citar dos ejemplos—, y al que nos agarramos cuando la película presenta todas sus cartas, que es cuando se codea con los grandes títulos del género.
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portalpa
Tiene una de las escenas más cruentas que se han podido ver en el ultimo año. Muy recomendable, pero no es una película para todos los públicos.
Harry Powell
Peliculón, y muy bien vista la relación con 'Ulzana's raid'. Es más que evidente.
Saludos.
PD: No hay que perder la pista a S. Craig Zahler.
luissss
Sé que no viene a cuento, pero ¿es muy tarde para decir por aquí que 'The Force Awakens' es una de las mayores basuras jamás hechas?
Por cierto, 'Bone Tomahawk' está de putísima madre, con una mirada hacia Aldrich muy bien mencionada en el post. Saludos.
Marce90
No he tenido oportunidad de verla, y aunque las comparaciones son odiosas, seguro que es más entretenida que la tremendamente decepcionante y aburrida "Los odiosos ocho".
paulcrosnier
Ya la vi y me encanto, el verdadero género en el mundo del cine que siempre se ha negado a morir es el Western.
walle
La vi hace poco y la verdad es una gran película, es una película que se toma su tiempo no se apresura en contar la historia, y cuando llega al tramo final lo hace con elegancia, secuencias fuertes dignas de ver.
Al igual que Slow West me parecen las películas que han ayudado a darle un soplo de aire al género.
dankbank
¿Alguien sabe en que cine de Madrid se puede ver?
kosmos224
Esta es de esas típicas películas por las que uno no da un duro y va con cero expectativas, pero al terminar de verla dice "vaya, pero que grata sorpresa". No es perfecta pero es muy buena, las actuaciones de todos cojonudas, los momentos justos de humor y la secuencia final... sin palabras. Un verdadero soplo de aire fresco.
snooch
La acabo de ver que me la han pasado sin tener ni idea de que trata y la he disfrutado como un enano. Tiene sus escenas fuertes que no me las esperaba y el giro de guión me pilló por sorpresa, buena película muy disfrutable según como la pilles y lo que sepas de ella.
jmiguelq
Peliculón.
tomastomasetetomasin
El problema de la película es el guión. A todas luces ridículo, lo cual estropea los buenos momentos que tiene. Que una tribu de 'trogloditas' siga a un tipo hasta un pueblo en viaje a pie de unos 4 días (sin cazarle antes!!), para luego secuestrar a 3 personas, robar y huir con caballos para volver a su cueva en un par de días, me destroza todo el sentido. Y que por supuesto se encuentren una flecha en lo alto de un poste dentro de la cárcel y no se oyera ni un grito en el pueblo tampoco añade verosimilitud. Chirría por todas partes. Tampoco le debió importar este aspecto, ya que hizo subir a un cojo los 30m que hay del suelo hasta la entrada de la cueva. Una lástima, porque la parte de expedición a caballo de la peli es bastante disfrutable. Sobrevalorada a todas luces, solo se salvan el sheriff y el viejo, en un dúo que merece una precuela.