Hay muchos tópicos que están basados en medias verdades o directamente en mentiras que se han hecho populares y todo el mundo ha acabado asimilando como ciertas, pero también hay casos en los que simplemente es un fiel reflejo de la realidad. Eso es exactamente lo que sucede en el caso de Tim Burton, un director alabado de forma casi universal en su momento y que hace ya tiempo que pasa por una grave etapa de estancamiento artístico que ha hecho que a muchos cinéfilos cada vez nos interesen menos sus películas.
También está bastante extendida la idea de que 'El planeta de los simios' ('Planet of the Apes', 2001) marca un antes y un después en su filmografía, algo defendible sólo hasta cierto punto, ya que justo después nos regaló la notable 'Big Fish' (2003). Sin embargo, su obra fue perdiendo interés de forma irrefutable a partir de entonces y ha llegado un punto en el que el hecho de que estrene una nueva película es casi intrascendente. No creo que eso cambie gracias a 'Big Eyes' (2014), pero sí que hay ciertos detalles en este aceptable biopic que invitan a ser moderadamente optimistas.
'Big Eyes' y la voz del autor

Eran muchas las formas en las que Burton podía abordar el caso real de Margaret y Walter Keane, pero ha preferido decantarse por la progresiva alienación de ella por parte de su marido con la excusa del éxito económico que le reportaba renunciar a la autoría de sus cuadros. Estéis o no familiarizados con lo que sucedió, no esperéis grandes sorpresas en lo estrictamente argumental, ya que el guión de Scott Alexander y Larry Karaszewski renuncia a cualquier tipo de riesgo para plegarse a la aproximación más correcta, obvia y previsible posible. Cualquiera diría que ellos también escribieron el guión de la excelente 'Ed Wood' (1994)...
Es innegable que temáticamente hay varios puntos de contacto con lo que uno podría esperar de una cinta de Burton y que hay momentos concretos en los que deja verse su mano -la escena del supermercado-, pero el director de 'Batman' (1989) prefiere que su presencia pase lo más desapercibida posible. Esto se traduce en una puesta en escena tan funcional como impersonal, algo que nunca habría esperado de una película de Tim Burton, pero que podría estar motivado por su deseo de equipararse con la propia protagonista, canibalizada hasta tal punto por el éxito de sus cuadros que ha perdido su propia voz por mucho que busque tener un pequeño espacio con otras obras con un estilo radicalmente diferente a sus ojos grandes.
Es ahí donde encontramos lo más interesante de 'Big Eyes', ya que crea la duda en el espectador de si realmente puede suponer un punto y aparte en su carrera -algo en lo que también puede tener mucho que ver su reciente ruptura con Helena Bonham Carter- o si no es más que una curiosa coincidencia. Está claro que el hecho de haber anunciado que en breve se pondrá manos a la obra con la tardía secuela de 'Bitelchús' ('Beetlejuice', 1988) no es una buena señal para los que queremos lo primero, pero es que podría haber saturado su trabajo de puesta en escena con tanta facilidad que me cuesta creer que no lo haya hecho por simple pereza o desgana.
El engatusador y la mujer sin confianza

Dejando de lado el pequeño gran detalle de la edad, Amy Adams y Christoph Waltz son sobre el papel elecciones impecables para dar vida a una mujer joven e inocente con talento y a un eficaz engatusador que está dispuesto a hacer lo que sea para triunfar. Lo cierto es que no tengo nada en contra de sus actuaciones, si acaso que el guión de Alexander y Karaszewski no termina de definir lo suficiente al personaje de él, quien llegado un punto se limita a ser un manipulador repelente -algo que ya intuíamos previamente, pero que Waltz utiliza a su favor, lo cual acaba afectando negativamente a su actuación.
Por suerte, Adams ajusta en todo momento su actuación al tono que necesita 'Big Eyes' en cada escena y casi por sí sola se basta para añadir consistencia y una dosis extra de interés a lo que sucede en pantalla. Tanto como mujer inocente que va cayendo progresivamente en el infierno de la pérdida de identidad y la sumisión a su marido, basándose entonces en gran medida en lo que puede transmitir con su rostro, mirada y, en general, todo tipo de lenguaje no verbal, como cuando va resurgiendo y recuperando el control de su vida, ya que su expresión cambia y Adams consigue transmitir esa confianza creciente de una mujer que nunca debió dejarse anular, pero sus dudas, bien ilustradas en la película, en un momento clave acabaron por ser su propia tumba.
Sí es cierto que el resto de personajes jamás adquieren una entidad satisfactoria -aunque haya casos como la anecdótica presencia de Jason Schwartzman que logran con creces el objetivo buscado-, pero es que 'Big Eyes' tampoco tiene demasiado interés en que sean otra cosa como elementos necesarios para la evolución de la historia y/o de la relación entre sus dos protagonistas, por lo que por ahí uno tampoco puede quejarse más allá de que su función sea demasiado obvia.

En definitiva, 'Big Eyes' es una cinta apreciable con la que Burton ha hecho una pausa relativa en lo formal, ya sea como primera piedra de prueba para dar un giro a su carrera o porque sencillamente ha perdido su toque y ya ni disimula intentando exagerar los rasgos habituales de su obra. Con todo, es más entretenida que la nueva visita al museo de Ben Stiller, más consistente –aunque no tengo claro si mejor- que la primera película de terror producida -y no dirigida- por Álex de la Iglesia y ni os digo lo bien parada que sale si la comparación es con el deficiente segundo largometraje realizado por Angelina Jolie. Suficiente para recomendarla, aunque sea con reservas.
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pablo.carabajal
Yo me pregunto... ¿Cuáles el estilo propio de Tim Burton?. Obviamente es la narración de historias con personajes freaks y aislados de la sociedad, antihéroes y "loosers". Generalmente con diseños particulares y en universos que pueden ser extremadamente coloridos y contrastantes, u oscuros y sombríos.
Ahora, si él hace eso, lo clasifican como repetitivo y que está en un estancamiento artístico; si hace otra cosa, indican que perdió su personalidad. Lo mismo con decenas de otros directores.
Personalmente opino que hoy en día se critica por criticar. Centran la mirada en el director, su filmografía y visión antes que en la película, su historia y narrativa.
mudafucka
Uy la perdida de identidad que profundo!!! La proxima vez que Tim Burton meta a Johnny Depp interpretando a algun extravagante ser y que Bitelchús haga un cameo. Aunque sea el biopic de una pintora.
Usuario desactivado
No estoy del todo de acuerdo con la tesis del artículo sobre Burton. A falta de ver esta última "Big Eyes", sus películas han mantenido un claro carisma propio del director y un gran nivel de calidad, quizás con la excepción de "El planeta de los simios". Quizás el error que ha tenido ha sido el elegir historias ya contadas y que por tener otras referencias, no nos han llamado tanto la atención. "Charlie y la fábrica del chocolate" es una gran película y con un enorme trabajo artístico detrás, pero siempre el efecto de "tiempos pasados siempre fueron mejores" nos hace devaluarla al compararla con la versión original, que sin embargo, ha envejecido fatal. "La novia cadáver" es también una gran película, como "Frankenwinnie", pero su gran parentesco con "Pesadilla antes de navidad" le quitó el brillo que a ambas les pertenece por méritos propios. "Sweeney Todd" igualmente una gran película con una excelente ambientación, pero la apuesta de una película que parece más bien un musical, no es del gusto del gran público. "Alicia" y "Sombras tenebrosas" cometen el mismo error de ser versiones de clásicos antiguos, aunque quizás en el segundo caso, además, hay un bajón significativo de la calidad de la cinta.
En definitiva, Burton lleva años haciendo películas de gran calidad, pero muy arriesgadas para satisfacer a todos los públicos. Para Burton le habría sido muy fácil seguir haciendo versiones de Batman, o de Eduardo Manostijeras o Bitelchús. Con mucho menos, se han sacado trilogías interminables
A mí Burton me gusta, y al menos, de los grandes directores, es de los pocos que siguen haciendo lo que ellos saben hacer, no como por ejemplo Ridley Scott, que lleva años sin dar pie con bola y llegando a su clímax de deterioro con los dos últimos bodrios megalómanos de Prometheus y Exodus.
shit
Es cierto que Tim Burton ha perdido gas, pero leer lo de la secuela de Bitelchus, una de mis pelis favoritas de la infancia... Sea como fuere iré al cine a verla.
A mí Big Eyes ni fu ni fa. Me dicen que la ha dirigido otra persona y cuela. Porque era muy impersonal. Amy Adams correcta, Cristhoph demasiado limitado, la banda sonora me recordaba a Mujeres Desesperadas (ya sé que es el mismo autor pero... Uf, y luego la recurrente presencia de Lana del Rey)....Pero es cierto que queda saldada la deuda con la verdadera protagonista de la historia. Creo que de eso se trataba. De cumplir y de paso hacer una película como dices, apreciable.
loula2
Tengo curiosidad por ver esta película, a pesar de todo. Es una pena que Burton pierda ese estilo tan personal que le hacía único, y que en su día se reflejó en pelis estupendas. Pero quizá es sólo un punto de inflexión en su carrera.
Sigo esperando que remonte!!