No me cabe duda de que la principal responsable de que hayan pasado más de 16 meses entre la cuarta y la quinta temporada de ‘Better Call Saul’ fue ‘El Camino: Una película de Breaking Bad’, siendo eso lo que más me molestó de un largometraje estimable pero que tampoco aportaba gran cosa al universo creado por Vince Gilligan. No se puede decir lo mismo de su precuela, un proyecto que inicialmente despertó ciertas dudas pero que no tardó en demostrar su valía.
De hecho, creo que la distancia entre ‘Better Call Saul’ y ‘Breaking Bad’ es casi inexistente y que todo va a depender al final de cómo cierra la historia la primera para que realmente sepamos si merece la pena entrar a hablar de cuál de las dos es mejor, nada mal si tenemos en cuenta que la segunda tiene serios argumentos en la conversación sobre cuál es la mejor serie de la historia. Sin embargo, por ahora toca centrarse en el estupendo arranque de la quinta temporada de ‘Better Call Saul’.
Cuidado con los spoilers sobre los dos primeros episodios de la temporada 5 de la serie a partir de aquí
El paso hacia Saul Goodman
A lo largo de las temporadas se ha ido asentando en mi cabeza la idea de que ‘Better Call Saul’ realmente ha querido explorar a fondo la posibilidad de funcionar como precuela y spin-off de ‘Breaking Bad’. La historia de Jimmy y su progresiva transformación en Saul funciona más como una historia independiente, mientras que todo lo relacionado con Mike está más vinculado a aclarar diferentes temas de ‘Breaking Bad', aunque una de las grandes respuestas que da este arranque de temporada 5 viene de la mano de Gene Takovic...
Esas dos líneas han confluido en varias ocasiones, pero normalmente ha existido cierta desconexión que a mí nunca me ha molestado, pero entiendo que pueda ser una barrera de entrada para algunos espectadores. El final de ‘Descuento del 50%’, segundo episodio de la quinta temporada, viene a zanjar ese distanciamiento, siendo además una etapa más en esa llegada definitiva de Saul Goodman que anunciaba el final de la cuarta temporada pero que estos dos episodios ya emitidos han matizado.
Y es que está clarísimo que Kim es la que realmente impide que Jimmy abrace de forma decidida a Saul, pero también que va a llegar un punto en el que su relación explote y no haya marcha atrás. En estos dos capítulos ya se ha percibido cierto distanciamiento entre ambos, aunque también que ella sigue sintiendo algo por él con algo tan sencillo como la escena de la ducha durante la visita a una casa ajena.
No obstante, antes de eso ya se nos había mostrado el conflicto por los métodos usados por cada uno y cómo Kim acaba sucumbiendo sin que Jimmy llegase a enterarse. Puede que esta vez le haya funcionado, pero ella no es una equilibrista de la ley como él y me extrañaría mucho que no surgiera otra situación en la que tuviera que enfrentarse a un dilema similar con diferentes resultados, volcando entonces su frustración sobre Jimmy.
Además, el cambio de Jimmy a Saul se ha fundamentado por ahora más en las apariencias -ese traje que luce Bob Odenkirk en el primer episodio de la temporada-, echando mano de sus argucias para sacar adelante a su clientela -creo que nadie dudaba a estas alturas que el fallo del ascensor había sido orquestado por él-, pero ni siquiera él tiene respuestas para todo y no le va a quedar otra que ser realmente Saul en lugar de aparentarlo.
Un punto a mejorar
Por otro lado, ‘Better Call Saul’ ha seguido siendo lo que uno podría esperar de una precuela de ‘Better Call Saul’. Ya conocemos el destino de personajes como Mike, Nacho, Héctor o Gus, siendo Lalo Salamanca el factor hasta cierto punto sorpresa con el que puede jugar con la serie. Está claro que la rivalidad entre su personaje y Gus va a ser clave en un futuro cercano y esperemos que ahí la serie remedie una de las escasas debilidades que ha mostrado hasta ahora: hacer algo diferente con Gus.
Por ahora, los personajes de Saul y Mike han recibido multitud de detalles diferentes respecto a lo que ya conocimos de ellos en ‘Breaking Bad’ -ojo a la excelente escena del segundo con su nieta-, pero en el caso de Gus se ha apostado por una continuidad evidente, sacando así partido al extraordinario trabajo de Giancarlo Esposito interpretándolo. De entrada era normal apostar por esa vía, pero ha llegado un punto en el que su presencia ha de tener una razón de ser mayor. No me quejo con lo que ya nos está dando la serie, pero sí quiere ser muy grande al acabar su recorrido es un detalle a mejorar.
En resumidas cuentas
Ya estaba deseando ver nuevos episodios de ‘Better Call Saul’, pero estos dos primeros capítulos de su quinta temporada han sido un gran recordatorio de que muy pocas series a día de hoy juegan en su misma liga. Y además tengo muy claro que lo mejor está por llegar, ya que está quinta temporada tiene que allanar el camino para la sexta, que ya está confirmado que será la última.
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