El cine español ha demostrado durante los últimos años que sabe moverse bastante bien dentro del género del thriller, pues seguro que ningún amante del séptimo arte de nuestro país tiene problemas para acordarse de títulos tan estimables como 'Celda 211', 'La isla mínima', 'El desconocido', 'Tarde para la ira', 'Bajocero' o 'As Bestas'. Además, todas ellas fueron éxitos en mayor o menor medida, por lo que es lógico que la industria cinematográfica de nuestro país siga apostando por ellos.
El próximo en llegar será 'Asedio', nuevo trabajo tras las cámaras de Miguel Ángel Vivas. Su llegada a los cines está prevista para este viernes 4 de mayo, por lo que tendrá que competir de forma directa con 'Guardianes de la Galaxia 3', lo cual seguramente limite su alcance. Y además será merecido, ya que la película de Marvel es mejor que el título que nos ocupa, el cual brilla cuando se centra en su naturaleza de thriller pero que flojea bastante cuando potencia su componente de crítica social.
Una mezcla poco afortunada
Todo ello está ya presente en el prólogo, donde puede decirse que existen varios arranques. Por un lado, una extensa secuencia que muestra la agonía de un anciano ante la necesidad de desalojar su piso y verse condenado a la miseria, pero también una serie de elementos adicionales que buscan dar un significado extra a todo lo que veremos después. Ya aquí se percibe una fuerte desconexión entre las dos vertientes, con una de ellas exhibiendo una fuerza envidiable, principalmente por el trabajo de dirección de Vivas, y la otra provocando cierta sensación de incredulidad.
Sin embargo, es después cuando empieza la verdadera historia de 'Asedio' con un desahucio que se complica de forma extrema. Ahí la película tiene dos grandes puntos de apoyo. Por un lado, Vivas recupera ese excelente manejo de los planos secuencia que ya exhibió en su momento en la imprescindible 'Secuestrados', logrando así elevar aún más la tensión de las diferentes situaciones a las que ha de ir haciendo el personaje de Natalia de Molina. La interpretación de ella es el otro bastión de 'Asedio'.
Es cierto que el dibujo de las motivaciones del personaje desde el guion es mejorable, pues algunos detalles no están del todo bien perfilados -algunos lo llamarán contradicciones pero otros serán menos amables al respecto- y acaban afectando su alcance dramático, pero la actriz logra sobreponerse a esa limitación y que su Dani funcione bien como el eje dramático de la función y que la energía por ese lado nunca decaiga. A ello ayuda la indiscutible entrega de Natalia de Molina en un rol que requiere una gran dedicación física, donde no se le puede poner pega alguna.
Eso no quita para que la película sufra ciertos problemas de credibilidad que pueden acabar siendo insalvables para algunos espectadores. Eso se percibe especialmente cuando todo lo referente a los inmigrantes ilegales gana importancia, pues es como si 'Asedio' se empeñase en mezclar agua con aceite, hasta el punto de que su tramo final se desinfla y yo simplemente quería que se acabase cuanto antes para que lo negativo no acabase imponiéndose sobre las virtudes que exhibe la película.
No obstante, centrar únicamente los defectos en sus intentos de dar una lectura social a la película sería un error, pues al final lo realmente importante es que te creas o no ciertas licencias que se toma. Por ejemplo, hay una escena genial y repleta de tensión en la que un grupo de personajes intenta sonsacar una información a alguien, pero hay un detalle en la misma que puede llevar a que uno simplemente no se crea nada y que, como mínimo, empaña lo que no deja de ser uno de los puntos álgidos de la función.
Quieras que no, eso desluce lo que podría haber sido una experiencia asfixiante para el espectador y también la aleja del nivel exhibido hace no tanto por 'Antidisturbios', lo más parecido que habría en la ficción española reciente a 'Asedio'. Sin embargo, la película que nos ocupa quiere ser aún más ambiciosa que la serie de Movistar+ e integrar un discurso relacionado con la inmigración ilegal que en vez de sumar acaba restando a la quizá más obvia pero mucho más potente trama de corrupción policial.
De hecho, lo que acaba provocando eso es que el ritmo frenético del que hace gala 'Asedio' durante varios tramos de la película se diluya. Es cierto que da pie a escenas en las que también se corta la tensión en el aire -ese encuentro de Dani con los jefazos en la sombra del edificio-, pero se sienten como un añadido algo fuera de lugar, como si fuera una forma de alargar la bajada a los infiernos de la protagonista en lugar de una evolución natural de la historia. Sus intenciones son loables, pero acaba siendo un lastre.
¿Entonces merece la pena verla o no?
'Asedio' me ha dejado sensaciones encontradas, ya que la dirección de Miguel Ángel Vivas tiene mucha fuerza y la interpretación de Natalia de Molina es de lo más convincente, pero me da la sensación de que el guion de Marta Medina no logra integrar muy bien los elementos que la distinguen de ser un thriller al uso. Y la verdad es que queda la idea de que habría sido mucho mejor "conformándose" con eso. Eso sí, también tengo claro que su componente inmersivo puede llevar a que lo que para mí son pegas importantes carezcan de relevancia para otros.
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