Volvemos en esta sección al cine de John Frankenheimer, director al que muchas nuevas generaciones de directores deben mucho. Al igual que otros realizadores, como Arthur Penn o Sidney Lumet, Frankenehimer provenía de la televisión y dio el salto al cine con ‘Los jóvenes salvajes’ (‘The Young Savages’, 1961) que le uniría además en una relación profesional con el actor Burt Lancaster, por aquel entonces una de las figuras más poderosas de Hollywood.
Con la mencionada película y hasta pasada la mitad de los años 60, la carrera de Frankenheimer es intachable, con una serie de títulos excelentes que culminan con ‘Plan diabólico’ (‘Seconds’, 1966), probablemente la obra cumbre del director.
A partir de ese instante su filmografía compagina productos inspirados con otros que no lo son tanto, sobre todo en la década de los 80, sin duda su peor época, y aunque pasados los años Frenkenheimer demostró que hace las cosas mejor que muchos de ahora —sirva como ejemplo la emocionante ‘Ronin’ (id, 1998)— su obra no alcanzó las cotas de aquellos años 60 en los que el director, natural de New York, experimentó todo lo que quiso y más en un arte que por primera vez volaba libre. ‘Siete días de mayo’ (‘Seven Days in May, 1963) presenta una ficción sobre un intento de golpe de estado en los Estados Unidos, en medio de la Guerra Fría. Un argumento tan actual ahora, aunque no haya Guerra Fría, como lo fue entonces, logrando que la película se conserve hoy tan fresca como en su estreno.

(From here to the end, Spoilers) Estados Unidos y Rusia están en conversaciones tensas sobre armas atómicas. Están a punto de firmar un tratado que llevará a una supuesta paz lejos de las mortíferas armas que podrían acabar con todo en un instante. En el país de las barras y estrellas, el presidente de la nación, Jordan Lyman —un Fredrich March con años a sus espaldas, convincente y seguro de sí mismo— está a favor de la paz, mientras que muchos norteamericanos piensan que se quedarían desarmados frente a cualquier enemigo posible, pensar que también comparte el general James Mattoon Scott —un Burt Lancaster sensacional, haciendo un personaje nada amable—, de quien su fiel ayudante, el coronel Casey —un Kirk Douglas dando vida a un personaje de inusitada entereza y con un alto sentido del honor y el deber— sospecha que efectuará un golpe de estado para derrocar el gobierno.
En base a esa sospecha se desarrolla ‘Siete días de mayo’, desvelando a Frankenheimer como un excelente narrador que además maneja muy bien el suspense en una época en la que un director llamado Alfred Hitchcock era uno de los más influyentes. De hecho, el film está planteado como si de una película policíaca se tratase, con Casey como investigador privado, descubriendo pistas a su paso que le llevan a tener la peor de las sospechas. La reunión de nuevas pruebas que demuestren las intenciones del general Scott, como la existencia de una base secreta o la declaración firmada de un alto mando de no formar parte de semejante conspiración, serán vitales a la hora de actuar con tal de evitar que el mundo camine hacia algo completamente desconocido. ¿Cómo serían los Estados Unidos gobernados por un militar, que tiene apoyo popular, y está completamente ciego de poder?
Frankenheimer va directo al grano con una claridad narrativa que casi asusta por su convicción. El film da comienzo con una manifestación delante de la Casa Blanca, por parte de pacifistas y los que están de acuerdo con el general Scott. En un principio se trata de una marcha sin problemas, pero enseguida unos y otros se enzarzan en una pelea que el director filma cámara en mano, dotando de cierto aire documental a la secuencia. Y lo que están tan claro en una manifestación del pueblo en la calle, esa tensión que termina en pelea, será algo parecido entre las paredes del pentágono y la Casa Blanca, donde el conflicto de intereses está en provocar una guerra o evitarla. Y Frankenheimer lo tiene claro, su postura está con el presidente de su película.

Con todo, se da espacio a las razones del general Scott para querer llevar a cabo una acción tan extrema como un golpe de estado. En la magnífica secuencia de su cara a cara con el presidente, cuando se ponen todas las cartas sobre la mesa, logramos entender a uno y otro. Un tema tan delicado queda perfectamente expuesto en dicho momento, y a ello ayuda el brillante tour de force de dos titanes de la interpretación como Fredrich March y Burt Lancaster, quien coge el testigo de Kirk Douglas, quien en un principio iba a interpretar al general Scott pero el actor sugirió que Lancaster podría quedar perfecto en dicho papel. El actor que fue Espartaco no se equivocó lo más mínimo, demostrando tener un feeling fuera de lo común con un compañero de profesión con el que compartió pantalla en seis ocasiones.
No obstante, sería injusto pasar por encima del excelente plantel de secundarios que se dan cita en ‘Siete días de mayo’, sin contar con la bella presencia de Ava Gardner dando vida a una mujer que posee una correspondencia del general Scott muy comprometedora —la película también sopesa aquellos momentos en los que por el bien de una nación han de hacerse cosas que no quieren hacerse, como el trabajo de seducción de Casey para conseguir dichas cartas o el presidente a punto de utilizarlas en su conversación con Scott—. Martin Balsam y Edmond O´Brien —nominado al Oscar por su trabajo— dan vida a los dos mejores amigos del presidente, que se jugarán la vida por conseguir pruebas concluyentes, al lado de Richard Anderson o George Macready, llenan junto con las estrellas el film de rostros de lo más singular vistiendo con categoría las caras de la conspiración, la perseverancia, la resignación, la incertidumbre, o la incredulidad. Todos ellos filmados por la concisa cámara de Frankenheimer, que llena de pasión y emoción el relato.
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10 comentarios
eluyeni
Peliculón con todas las letras. Qué desfile de actorazos, con un Lancaster imperial (a ver a quién le queda igual un uniforme), y un Douglas no menos grande, como el "funcionario" eficaz y perfecto puesto en una duda importante ante sus obligaciones, sus temores y sus deseos. Y el resto de secundarios también a un nivelazo, con un presidente de USA que ha sido copiado mil veces en ese difícil dibujo de "tonto-listo" o "despistado-pero me entero". Qué fotografía. Qué planificación de la escena en esos salones y en las reuniones. Qué montaje, qué forma de cogerte la peli por la pechera y no soltarte hasta el final.
Se puede pensar en cierta "ingenuidad", por así decirlo, en el argumento, acostumbrados como estamos ya hoy a thrillers político-militares más retorcidos, con más meollos, trucos y giros en la trama, con más acción, en definitiva. El espectador de hoy lo verá todo como un poco "de salón" y quizá soso, comparándola, por ejemplo, con 'Algunos hombres buenos' (por citar una con la que comparte bastantes ideas). Pero aquí ganan los actores, que se lucen en sus frases, que se apoderan de los personajes. Todo en un blanco y negro glorioso y en dos horas que pasan como un suspiro.
Salu2 ;)
marat
Gran película,con enormes actores.Esta que nos ocupa y "El mensajero del miedo" son,quizá,mis preferidas de este director.
Lindsay Lohan
Es curioso que digas que Kirk Douglas iba a interpretar al general Scott. No lo sabía, pero siempre me ha parecido que en esta peli Burt Lancaster y Kirk Douglas tenían los papeles cambiados.
Yo adoro a Burt Lancaster, pero siempre me quedaré con las ganas de haber visto a Robert Mitchum como general Scott. Pienso que hubiera hecho un trabajo sensacional y la dupla que hacía con Kirk Douglas en las pelis que coincidieron también era estupenda, creo que con él 'Siete días de mayo' habría salido ganando.
Off topic: ¿Vais a tardar mucho en publicar una crítica sobre "Hotel Transilvania"?. Tenía muchas ganas de verla, incluso la había puesto por delante de la de Mel Gibson, pero estoy leyendo comentarios muy poco alagadores sobre ella y no me decido.
agustin.lara.14
Que grande era Frankenheimer, menudos thrillers hacía, ya incluso de veterano nos dejo un señor peliculón como Ronin, lastima que su ultima película antes de morir fuera la tontorrona Operación Reno con un Ben Affleck (actor) en su pleno apogeo de estrella, Charlize Theron por lo menos nos regalo un buen momento mostrando su hermosa anatomia y teniamos por allí de villano de lujo a Gary Sinise e incluso creo que Danny Trejo se dejaba ver por allí.
alvarodraper
Gran propuesta inicial, pero sin embargo para mi la cinta no se mantiene fresca sino que está apolillada. Falla en el suspense, es demasiado "inocente" en sus argumentos y en varios momentos cae en el aburrimiento, algo inusual en Frankenheimer.
Eso sí, que sigan estas críticas.
mann
Considerándome un gran fan de este señor, tengo que decir que tanto esta como el mensajero del miedo fueron una pequeña decepción para mí ya que ambas se consideran el cénit de su carrera, y en mi caso prefiero mil veces antes películas como los jóvenes salvajes, el hombre de alcatraz, el tren, plan diabólico o ronin. Aunque eso sí, les dan cien vueltas a muchos de los thrillers políticos que se hacen hoy en día, que acaban siendo en muchos casos un panfleto pro-usa.
dannyboy
Que pelicula exelente junto al el tren geniales burt lancaster que actoraso
dannyboy
Por dios que pelicula ..todo esta perfecto en ella ..obra
de arte y q bella era ava g...