Las voces más enfervorecidas lo llevan tachando de "el nuevo Miyazaki" desde que hace una década estrenara 'La chica que saltaba a través del tiempo' ('Toki wo Kakeru Shôjo', 2006), una cinta magnífica de la que ya hablaremos llegado el momento en este ciclo. Y aunque creo que a Mamoru Hosoda le falta cierto recorrido para llegar al nivel del magistral realizador nipón con el que se le compara, lo cierto es que va por muy bien camino.
Sólo hay que atender a las cuatro producciones que nos ha hecho llegar en los últimos diez años para apercibirse de que, en el delicado y mediocre momento por el que pasa el anime, la voz de Hosoda es garantía de sobresaliente calidad tanto en lo que a la fusión de tradición y técnicas actuales de animación se refiere, como en lo que respecta a unas historias polifacéticas y siempre sorprendentes.
Porque, si las habéis visto, colegiréis conmigo en que tanto la citada 'La chica que saltaba...', como la magnífica 'Summer Wars' ('Samâ Wôzu', 2009) o el emocionante cuento que es 'Los niños lobo' ('Ôkami Kodomo no Ame to Yuki', 2012) son todas producciones a las que el epíteto sorprendente les va como anillo al dedo. Un epíteto al que se suma ahora con suma intensidad la que, me atrevería a decir, es la mejor producción de cuántas ha firmado Hosoda hasta el momento.
Impresionante maridaje

Desde su primer filme hasta los asombrosos instantes que trufan 'El niño y la bestia' ('Bakemono no Ko', 2015), una de las cualidades más sobresalientes del cine de Hosoda ha sido, como apuntaba en el segundo párrafo, la forma en la que el cineasta ha sabido tomar lo mejor de dos mundos, el de las animaciones tradicional y digital, y combinarlo para obtener unos resultados cuya audacia ha ido siempre un paso por delante de lo que podríamos encontrar en el cine de animación occidental.
Como quiera que sus otros títulos ya serán objeto de análisis en el futuro, si centramos el discurso en lo que tan afortunado maridaje aporta a su última cinta, habría que hacer referencia obligada a la imaginación en la construcción de ese mundo paralelo al nuestro en el que sólo habitan animales antropomórficos, al brillante diseño de los personajes —tanto fantasiosos como humanos— y, en términos de conjunción de ambos mundos, a las escenas de masas y las dos escalas que en éstas se manejan.
Ya sea desde la distancia —atención al cruce de Shibuya o a la arena del mundo de los animales— o "cámara en mano" y a toda velocidad recorriéndolas en primera persona, la fuerte personalidad que exudan dichos instantes viene a unirse al mimo que Hosoda y su equipo técnico ponen en la configuración de los escenarios donde se desarrolla la acción. Un detalle éste que, sin lugar a dudas, lo acerca sobremanera a Ghibli y a la pasión que el estudio de Miyazaki vertía en tan fundamental aspecto del cine animado.
'El niño y la bestia', corazón, mucho corazón

Toda vez uno intenta poner freno a los constantes envites de fascinación que dimanan de su acabado visual y comienza a rascar en lo que la historia es capaz de ofrecer, es cuando 'El niño y la bestia' empieza a desvelar sus fortalezas más potentes: de la misma manera que en sus anteriores filmes, Hosoda cuida al máximo la definición de sus personajes y el que éstos sean lo más cercanos posible al espectador, importando poco que estemos hablando de un niño de nueve años o de un monstruo borrachuzo y con malas pulgas.
Tanto a uno como a otro —así como a la totalidad de los que conforman el plantel de secundarios de la historia— el guión de Hosoda insufla una cualidad que hace que caigamos rendidos ante ellos sin remisión, resultando imposible no sentir como nuestros a Kyuta, el chaval que traspasa las fronteras de nuestro mundo y es acogido como pupilo por una enorme bestia peluda y, aún más, a Kumatetsu, ese "felpudo con patas" irritable, orgulloso y tozudo que terminará convirtiéndose en inesperada figura paternal para el humano.

El modo en el que el guión trata como dos caras de una misma moneda a ambos personajes, y la manera en la que nos presenta los senderos paralelos que ambos recorren es un matiz más que añade calado a un relato que, en su tramo final, aúna espectacularidad y poética, épica y sentimiento y que busca que sensaciones tan opuestas como tristeza y alegría tiendan puentes hacia el público que esté dispuesto a abrazar ambas.
Si así lo hacéis, tened por seguro que lo que os reserva 'El niño y la bestia' es de un nivel increíble que, a mi parecer, y ya lo apuntaba más arriba, se sitúa a unos pasos por delante de la que hasta ahora había sido mi cinta favorita del cineasta nipón, 'Summer Wars': con mayor empaque emocional que ésta y una factura visual más o menos de la misma entidad, Hosoda se ha puesto el listón muy alto para superarlo con su próximo proyecto. Lo haga o no, de lo que no cabe duda es de que éste volverá a alzarse como un hito animado. Tiempo al tiempo.
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jorge albertocastill
No se a vosotros, pero a mi se me saltaron las lágrimas viendo "Los niños lobo".
kabe
Estupenda peli. Si bien me resultó algo larga (pero en absoluto pesada, en ningún momento), es una gozada todo lo que cuenta, y cómo lo cuenta.
Katematsu, por cierto, está basado en Toshiro Mifune. Si uno se fija bien, verá al mítico actor encarnado en la Bestia.
Recomiendo además el visionado de la rueda de prensa que Hosoda ofreció en el pasado Zinemaldia, donde "El niño y la bestia" se convirtió en la primera peli de animación que compitió por la Concha de Oro. La rueda de prensa está disponible en laweb del Festival.
yussufjones
No esperaba que 'Summer wars' fuera tu favorita. En mi caso es la que menos me gusta de las que mencionas. No solo es un remake encubierto de la película que el mismo Hosoda dirigió para Digimon, también es la que me parece más convencional.
La interacción entre el mundo físico y el virtual es un tema bastante recurrente en el manganime y la peli de Hosoda tampoco aporta nada nuevo. Me parece una agradable y simpática peli de aventuras pero no genial. 'La chica que saltaba a través del tiempo' y 'Los niños lobo' me parecen más arriesgadas y redondas.
Esta no la he visto pero espero solucionarlo el sábado en Phenomena...
senteza
El nuevo Miyazaki iba a ser (si es que no lo fue), el efímero Satoshi Kon. De Hosoda solo conocía la adaptación de la novela de Yasutaka Tsutui que, aunque buena, no está a la altura del mejor Ghibli (incluyendo también a Takahata).
A esta le tengo ganas. Espero que la estrenen en algún cine de Valencia y pueda verla la semana que viene.
mangafan001
En Japón se convirtió instantaneamente en un bombazo, en Pixiv todo el mundo dibujaba a los personajes principales, y todavía lo hacen, pero es que fue antes de salir la peli.
Yo vi el comienzo y tiene muy muy buena pinta, mucho mejor que la de los Niños Lobo que me aburrió un poco (si, comprendo el cruce de caminos de ambos hermanos y no me esperaba el resultado final, pero se me hizo que la historia transcurría a cámara lenta y se centraba demasiado tiempo en no contar nada realmente) aparte de que la factura tecnica esta muchos enteros por encima.
Espero que no acabe como Mizaki y su estudio Ghibli, porque parece ser que la autentica razón de que cierren o entren en "pausa" no es la retirada de Miyazaki, si no que estan en quiebra tras el fracaso de la peli que se acaba de estrenar en España de la Princesa esa.
elhuargo
Yo lo único que les digo que ninguna de Hosoda ni Miyazaki puede superar visualmente a ''The Gardens of Words'' de Makoto Shinkai. Ese a sido el anime mas impresionante que he visto ''visualmente'' en mi vida! Claro que encuanto a guion no es la octava maravilla, pero visualmente se come con patatas a Miyazaki y Hosoda aunque suene profanador lo que digo.
Si tienen algo superior a eso, bienvenido sea.
Zaxxon
Agradezco mucho a Japón (entre algunos otros) que se siga manteniendo viva la animación tradicional, los dibujos animados de toda la vida, frente al invasivo y saturante 3D (CGI).
El Fabuloso Dr. Manga
Ganas locas de ver a Hosoda.
Lo de delicado y mediocre momento del anime, es verdad que no está en sus mejores momentos, pero mientras que Production I.G. esté por ahí, alguna sorpresa buena nos dará, ¿no?.
motoko
Vaya creia que habia posteado pero no me veo mi mensaje, yo quiero ver la del Niño y la bestia y la hechan en muy pocos cines, y soy de Madrid, el que viva en ciudades pequeñas lo va a tener jodido.
danielmarchena1
En mi humilde opinión decir que la película me ha gustado, una curiosa mezcla entre el libro de la selva por lo de "cachorro humano" en un mundo de bestias, mezclado con karate kid por el rollo de "maestro / alumno" que divierte y entretiene por sus personajes principales con mucho carisma, como dijo Kabe antes en un comentario anterior Katematsu es un vivo reflejo de Toshiro Mifune. Mi dilema con esta película reside en que podría haber sido una absoluta maravilla si hubiesen sabido cuando acabarla, hecho que no ha ocurrido y explicaré a continuación.
Ojo SPOILERS a partir de aquí.
Tras el clímax del combate en el coliseo ambos protagonistas han llegado a un máximo, han cumplido sus objetivos, han llegado a sus metas y se han encontrado consigo mismos reconociendo el lugar que ocupa cada uno; Katematsu ya no está solo, ahora es el gran señor de la ciudad, el pueblo le quiere y apoya, al igual que su joven aprendiz que se ha tragado su orgullo y ha venido a apoyarle; Kyuta, por el otro lado, ha comprendido que es un humano criado por bestias y que, por un padre biológico muy humano que tenga, su padre "funcional", el que le ha criado de verdad es Katematsu, así demostrándolo al ir a apoyar a su maestro en el combate final y objetivo de su esfuerzo, además Kyuta ya no esta solo tiene a la chica que le ayuda a estudiar (amor latente a la vista), a su maestro y a su padre el cual se ha reencontrado con él.
Peeeeeeero, cómo no, no puedes dejar elementos de la historia explicados sutilmente para que le de vueltas el expectador, eso seria cruel para con nosotros! A ejemplo: la oscuridad dentro de los humanos como esa parte maligan que se desarrolla en nosotros por carencias afectivas de pequeños o un centro de gravedad con el que sentirnos identificados (visto en Kyuta de pequeño cuando le apena la muerte de su madre), el chico jabalí que claramente no es un jabalí, sino un humano, y es la otra cara en la aceptación de tu posición en la sociedad como lo que de verdad eres, Moby Dick como reflejo oscuro del capitan Ahab, en este caso del Chico-jabalí, etc...
En vez de acabar la película en 5 minutos más, para explicar donde acaba cada personaje o, un simple fundido en negro y créditos cuando los protas chocan las manos emocional y épicamente tras el combate del coliseo con música emotiva que ensalza toda la acción, nos vemos obligados a embarcarnos en media hora más de innecesaria película película que comienza con el recurso más que usado de la aparente de uno de los protagonistas, que tras mucho esfuerzo había conseguido su objetivo, a manos de la malvada antítesis de Kyuta, el chico-jabalí mientras se ríe malvadamente como se puede ver en millones de animes más que quemados. Tras ésto tenemos una sucesión de paralelismos y metáforas cutres entre protagonista y enemigo sobre la oscuridad, soledad, papel en la vida, cariño,alma y Moby Dick que construyen un bruñido féretro de clichés usados, todo ello arropado por una impresionante y colorida mortaja de efectos visuales que se ocupan de enterrar la película en un segundo clímax innecesario, que ensucia y difumina el mensaje principal de la película.
Gracias por leer y espero no haber resultado muy pesado.