Cuando se afronta una serie que, como ‘American Gods’, viene precedida de un hype previo por el nombre de sus autores (Neil Gaiman, Brian Fuller), hay una cierta cantidad de majestuosidad en sus valores de producción y espíritu contracultural esperable. No nos llamamos a engaño cuando su rotundidad visual nos recuerda a los mejores momentos de ‘Hannibal’, la pequeña obra maestra televisiva de Fuller. Aunque esta vez, claro, no es lo mismo.
En la serie sobre el asesino, las tramas tenían interés pero no eran lo más importante, era una experiencia mórbida, sensorial y sangrienta en la que funcionaba la forma sobre el fondo, pero en la adaptación de una novela, el proceso de asimilar un estilo se torna complementario. ¿Hay que conocer el material de partida para poder disfrutar de la serie? No necesariamente, pero la experiencia varía bastante en detalles como el que nos deja su último episodio, es decir, un cliffhanger que sólo funciona si tienes idea de hacia dónde va esto.

Sus mayores problemas
Su cierre y su algo frustrante anticlímax no es más que una formalización de la mayor tara narrativa con a que se encuentra ‘American Gods’. No estamos ante una serie convencional sino ante la adaptación de una parte de un relato que debe ser contado como un todo. En consecuencia, hay un arco mal definido, la historia abortada de una imagen incompleta. Este fallo en la concepción confunde el misterio con la desorientación total del espectador: no se trata de asimilar lo críptico, se trata de que, sencillamente, falta información y una dirección.
La mayoría de la trama de esta temporada tiene a dos personajes principales subidos en un coche, recorriendo América en busca de aliados para una misión más grande. Independientemente de la cantidad de veces que se recuerde por qué están ahí, no hay un avance orgánico y todo se da de bruces en este final de la primera temporada, en el que el elenco de personajes acaba de tomar forma, por fin, pero sin que se haya fortalecido una idea general del concepto de la serie, sin lugar a donde ir. Un picoteo de aperitivos que dura ocho horas.

El mayor agravio es que los prolegómenos no dan pistas sobre el plato principal. Por tanto, su último episodio ofrece un final relativo, sin brillo, a los hechos que hemos presenciado por el camino. El símbolo más apreciable de esta enredadera es que el penúltimo capítulo ni siquiera establecía la malla que llevara hacia una conclusión, sino que utilizaba sus sesenta minutos en explicar una historia adyacente que no aporta demasiado a la trama principal.
En su coda, por fin, hay una cierta decodificación del macroconflicto, con un conato de enfrentamiento entre los dioses viejos y nuevos, y un órdago de la diosa primavera que bien merece la espera de toda la serie. Por el contrario, las revelaciones para Shadow son insuficientes y no ya predecibles, sino obvias, puesto que el espectador ha ido siempre un paso por delante de él. A pesar de todo, la importancia de su papel real permanece en el misterio, dejando el microconflicto en una peligrosa zona de suspensión del interés.

'American Gods': esplendor e impredecibilidad
Este tipo de adaptaciones divididas, por suerte, dejan espacio para que las partes del material fuente tengan una oportunidad de estirarse y respirar por si mismas en su adaptación en pantalla. Aquí es donde esta primera temporada de ‘American Gods’ ha brillado especialmente. Hay viñetas que funcionan prácticamente como cortos independientes de gran valor audiovisual, experiencias completas que van abordando temas actuales sobre una nación que sigue tratando de entender y comprender su fundación inmigrante.
Otros aspectos que han destacado han sido las estupendas actuaciones, especialmente con la sorpresa de Emily Browning, que algunos recordarán como la Babydoll de la impresentable ‘Sucker Punch’ (2011) o el cada vez más imprescindible Pablo Schreiber. Los efectos visuales son de primera línea y, aunque la banda sonora es muy mejorable, con esos horteras arrebatos de viento, el empaque sensorial de la experiencia es una traducción de la literatura al audiovisual que logra sobreponerse a las dificultades que presentaba la historia de Gaiman.
Especialmente, se adelanta a esta al actualizar muchos de sus temas, y cruzar algunos límites televisivos en momentos como la escena de sexo entre Salim y el Jinn y, en general, en sus pocos remilgos en mostrar sangre y desnudos integrales. Una tendencia, no obstante, bastante generalizada y que parece un nuevo dogma más que una opción creativa requerida por el propio material de base.
Con todo, sin ser el punto y aparte que el buzz inicial se empeñó en hacernos creer, su recta final consigue crear el interés necesario para enganchar con su segunda temporada.
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11 comentarios
Mr.Floppy
No me ha parecido horrorosa como Outcast (que ya abandoné) o Preacher (a la que daré otra oportunidad), pero sí que me ha dejado bastante 'meh' para lo que esperaba de ella.
Técnicamente es impecable, pero, si bien Hannibal, con todo lo grande que era, ya lo rozaba en ocasiones, ésta directamente es bastante pedante y pretenciosa.
Curiosamente lo que más me ha gustado de la serie han sido los pasajes independientes y los dos episodios de Laura Moon.
A veces adaptar algo tal cual para evitarse críticas (como hacen con TWD, por poner un ejemplo), tiene sus peligros. Lo bueno es ADAPTAR, por eso se llama adaptación.
Exi
La serie se fue demasiado por las ramas, queriendo alargar más el libro de donde se basa con nuevas tramas. Para mí lo de convertir a la esposa de Shadow en una especie de zombi fue un error, además de darle tanto protagonismo. También está lo de convertir historias que no tienen nada que ver con la trama principal, como parte de ella, como lo fue el caso de la historia del Jinn.
Para mí el capítulo más flojo y que lo sentí de relleno fue el dedicado a Mad Sweeney. No era necesario un capítulo entero.
zalomero1
Para mí el problema fundamental es que al intentar ser muy fiel (aunque no recuerdo todo eso de Sweeney y la mujer de Shadow), dedica demasiado tiempo a historias que frenan el avance de la trama principal (Shadow y Wednesday). ¿Realmente interesa dedicarle "tanto" tiempo a historias como la del Djinn o la de Belkis? Mientras leía el libro eran las partes que me leía rápido (y todos los "Coming to America") para poder llegar a la historia principal.
Otra cosa es la actuación del tipo que hace de Shadow. Carisma cero. Pero bueno, eso es algo que también se le puede achacar a la novela.
PD: ¿esto no era un blog de cine?
junko
Habéis confundido el nombre del actor Pablo Schreiber por el de su personaje George "Pornstache" Mendez? O ha sido a posta?
Cinemascopa Podcast
Yo voy por el libro a la mitad. El libro me está pareciendo bastante irregular y demasiado errático, aunque algunos capítulos molan mucho.
La serie es fiel? Abarca toda la novela?
vinnikun2
Me ha gustado mucho, a pesar de no haber leído la novela. Esa impredecibilidad me ha parecido refrescante, los dos capítulos de Emily Browning podrían romper la serie, pero ayudan a comprender su personaje, y también el de Pablo Schreiber, y el porque van en ese camino. Me encantan todas esas historias independientes de la trama, pero que presentan personajes. Faltan por explicar cosas? Por supuesto, pero el camino que toma la serie lo quiero seguir.
Como punto negativo, la música. Hay veces que suena percusión y esta bien, pero empieza a sonar esa trompeta aguda o sonidos al azar y bueno, parece que han dejado entrar al estudio a una panda de chimpances y graban su resultado
carancho67
A ver, no me enloqueció, pero me llamó la atención y espero la 2da temporada.
No leí el libro.
thedude237
A mi me ha gustado. Es cierto que no soy muy objetivo ya que me gusta Ian McShane. La primera temporada sirve más bien como introducción a los personajes y a las diferentes divinidades. Es cierto que el cierre de la primera temporada no ha sido de lo mejor - ha sido flojillo -.
Aún así, me parece original - aunque sea adaptación del gran Neil Gaiman (¿Cuándo una serie de Sandman? ) -, fuera de lo convencional y con un buen elenco - Shadow Moon, o el actor mejor dicho, no es que sea un soso, es que juega su papel, lo cual me gusta -.
Espero que esto no se considere spoiler y, si lo fuera, aviso que hay spoiler, pero los episodios de Laura Moon, tal y como opina Mr. Floppy, son de los que más me han gustado.
En definitiva, me parece una serie buena, que quizás hubiera necesitado un par de episodios más para terminar de estallar y dejarnos con ese buen sabor de boca que muchos esperábamos y no con ese regustillo amargo.
noeldelmar_1
No veas la que se lía cada vez que se ve una teta o un pene... en la vida misma te vas a encontrar con muchos, y cuantos más salgan más se normalizará. Todos y todas tenemos uno, y la serie no es que sea para niños. Con respecto a tu crítica creo que no estoy de acuerdo en casi nada... los efectos si son de primera calidad y la fotografía excepcional, y sinceramente a mi me parece que la serie va a un ritmo adecuado, con calma, explicando muchas cosas y presentando a un montón de gente que mejor presentar ahora y no después a las rápidas.