La carrera de Ben Affleck pasaba por un momento muy delicado cuando decidió dejar temporalmente de lado su carrera como actor para debutar en la dirección con la notable 'Adiós, pequeña, adiós'. No tardaría en darnos más alegrías con esa faceta suya gracias a 'The Town' y 'Argo', pero la decepción que supuso 'Vivir de noche' sembró dudas sobre su futuro.
Ahora Affleck ha regresado tras las cámaras con 'Air', la primera película que Amazon estrena en cines antes que en Prime Video desde 2019. La confianza de la plataforma en ella es absoluta, aunque eso ni mucho menos garantizaba que fuera a ser buena. Por suerte, Affleck recupera así todo su talento para sacar adelante una oda absoluta al capitalismo pero también un largometraje muy entretenido en el que se nota que detrás hay alguien con mucho talento.
Esquivando el mayor problema al que se enfrentaba
Cualquier aficionado al baloncesto que se precie está familiarizado con el nombre de Michael Jordan, para muchos el mejor jugador de la historia de este deporte. Su impacto fue decisivo para llevar la NBA a otra dimensión, mientras que sus números estadísticos dejan claro que fue una bestia dentro de la cancha para cualquiera que no tuviese la oportunidad de verle jugar. Sin embargo, en el verano de 1984 no dejaba de ser un jugador muy prometedor pero que ni siquiera en su nuevo equipo confiaban en que fuese a marcar un antes y un después en la franquicia.
'Air' es la historia de alguien que sí veía en Jordan a un talento generacional y de cómo quiso sacar partido de ello para relanzar la marca Nike, poco menos que un hazmerreír en el mundo del baloncesto por aquel entonces. A partir de ahí, es cierto que cualquiera que no conozca la génesis de las Air Jordan puede limitarse a leer una página de wikipedia o pedirle un resumen a ChatGPT, pero si algo destaca en esta película es su capacidad para elevar el material que utiliza mediante el uso de la siempre atractiva historia de un hombre haciendo frente a infinidad de obstáculos para hacer realidad su sueño.
Eso sí, en 'Air' no se echa tanto de la narrativa del underdog como hizo, por mencionar un único caso, Francis Ford Coppola en 'Tucker, un hombre y su sueño' como en la determinación del hombre de negocios que ve algo que se le escapa al resto. Vamos, un poco la cultura del visionario y cómo eso dio pie a un movimiento empresarial histórico. Para ello, Affleck acierta al confiar en su buen amigo Matt Damon para interpretar a Sonny Vaccaro, pues sabe cómo dar con la tecla para transmitir ese entusiasmo que muestra su personaje hacia Jordan y cómo está dispuesto a mover montañas si es necesario para hacer realidad su visión -y además está muy bien rodeado, pues todos los protagonistas bordan sus respectivos personajes-.
A partir de esa idea, el guion de Alex Convery busca potenciar lo ocurrente y mantener al espectador en todo momento con una sonrisa en la boca. Eso es algo que Affleck lee muy bien para que 'Air' tenga siempre un ritmo ágil con el que mantener la atención del espectador y sin que ello suponga sacrificar las ramificaciones de lo que se nos está contando. Y es que, aunque puede llegar a parecerlo, 'Air' nunca quiere ser un spot publicitario glorificado pese a que su propia naturaleza lleva eso asociado.
Las claves de 'Air'
Ahí es cierto que la película está a punto de convertirse en más de un momento en una simple oda al capitalismo y de la cultura empresarial que fomenta. Y no nos engañemos, una parte importante de eso hay en 'Air' porque el caso que cuenta es un ejemplo de manual a la hora de intentar vendernos las virtudes de un modelo económico que luego tiene muchos oscuros que siempre se obvian en estos casos. Eso lleva a que quien se centre en esa lectura seguramente se pregunte a santo de qué quiere vendernos algo así Affleck, pero es que hay mucho que celebrar aquí.
Por un lado, el reparto de 'Air' no es estupendo únicamente por los nombres que ha logrado reunir Affleck, ya que también todos ellos encajan como un guante en sus personajes, dándonos suficiente espacio para conocer las motivaciones de todos ellos y haciendo un uso bastante curioso de Jordan, quien es retratado aquí con toques casi mitológicos. Me queda la duda de hasta qué punto es algo buscado o si se trata simplemente de que pueden haber tenido ciertos problemas a la hora de usar su imagen.
Eso lo fomenta Affleck buscando que la complicidad del espectador con el protagonista funcione como principal motor narrativo, algo en lo que incluso se incide en los instante finales de metraje al recuperar a un personaje que antes había aparecido de forma fugaz. Ahí está uno de sus grandes atractivos, pues eso se amplía al resto de personajes principales, donde se busca por encima de todo la cercanía con ellos para hacer más atractivos los pormenores de la historia al público.
A ello hay que sumar la enorme pericia que muestra Affleck tanto para que todo fluya como para imprimir una energía cinematográfica a un relato que a la hora de la verdad bebe por encima de todo de las conversaciones entre sus personajes. Ahí hay momentos en los que uno llega a acordarse de esas charlas con los protagonistas en constante movimiento que tan bien se le dan a Aaron Sorkin, pero aplicando ese modelo dentro de la narrativa de la hazaña asumible tan habitual en los títulos que exploran el lado más amable del sueño americano. Y es que es cierto que aquí en ningún momento se llega a transmitir lo duro que sería todo en el caso de que los planes del protagonista fracasasen.
Todo ello redondeado con detalles muy conseguidos como el muy acertado uso de grandes temas musicales de la época o el impecable esfuerzo para que absolutamente todo en la película nos recuerde a la época en la que sucede pero sin caer en los subrayados innecesarios. Todo ello para dar forma a un biopic más sobre el producto que revolucionó todo en la industria de las zapatillas de baloncesto que sobre cualquiera de sus implicados, aunque luego no quita que no falte ese gran discurso en el tramo final para exprimir muy bien la épica a través de la palabra.
¿Entonces merece la pena o no?
'Air' es una película estupenda pero que quizá apueste por un enfoque que no sea del gusto de todos. Y es que es también el tipo de largometraje que hace no tanto quizá no se hubiese llevado ningún premio importante en los Óscar pero sí que habría conseguido infinidad de nominaciones. Ahora los tiempos han cambiado y bastante suerte hemos tenido con que se haya hecho una inversión tan generosa en una obra de estas características.
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