Llewin Davis canta y compone como los ángeles, pero ha tenido la mala suerte —algunos pensarían que buena— de vivir en el Nueva York de los años 60 y en pleno apogeo de la música folk. Davis, con su guitarra a cuestas, lucha por sobrevivir al duro invierno neoyorquino y por ganarse la vida como músico prestando sus servicios a amigos y desconocidos. De los cafés del Greenwich Village se traslada a un club de Chicago donde tendrá la oportunidad de hacer una prueba para un magnate de la música.
Esto es, en líneas generales, 'A propósito de Llewyn Davis', la nueva película de Joel y Ethan Coen que se alzó con el Gran Premio del Jurado en la pasada edición del Festival de Cine de Cannes. Pero la película es mucho más que eso. La nueva obra maestra de los Coen es una nueva forma de analizar la figura del eterno loser en un ambiente tan áspero, frío y competitivo como el de la música folk de los 60 durante el duro invierno neoyorquino.
El viaje del loser

Aunque pueda parecer un retrato sobre una época y un estilo musical, 'A propósito de Llewyn Davis' es más bien un viaje, una odisea —ya sabemos lo que les gusta a los Coen la mitología y sino, veáse 'O brother' (id, 2000) de un único personaje que representa al clásico loser. Y con loser, los directores no quieren hablar del típico pringado sin talento ni aptitudes, su Llewyn Davis tiene talento —y mucho—, pero la mala suerte y la actitud orgullosa y prepotente le arrastran a dormir de sofá en sofá de conocidos y amigos y a no conseguir un contrato discográfico que valga la pena.
Llewyn Davis es, por lo tanto, el nuevo héroe derrotado que, acompañado por un gato pelirrojo del que no puede deshacerse —¿la mala suerte?— se pasea por una época clave para la historia de la música de la que surgieron, entre otros, el mismísimo Bob Dylan, y que para nuestro protagonista resulta más bien una especia de pesadilla tragicómica y devastadora. Y es que si algo saben hacer bien los Coen es sacar la parte más divertida al drama más devastador, especializados en ese humor negro que, de una forma u otra, siempre está presente en su filmografía.
Para interpretar a este extraño anti-héroe, los hermanos Coen decidieron contar con Oscar Isaac, un rostro poco conocido para el gran público y que ayuda a que el espectador se involucre más en su particular odisea. La trama, que se respalda en su totalidad sobre sus hombros, no nos parece puesta a disposición del personaje, si no más bien al contrario: es el personaje quien va creando su propia trama, algo muy díficil de ver en el cine actual sin que se note demasiado. Llewyn Davis es, sin duda, uno de los personajes cinematográficos más interesantes de la temporada y parte de su éxito de debe a la gran revelación de Oscar Isaac que, por cierto, tiene una voz increíble.

Ambientar la historia en este momento y lugar tan preciso funciona de manera sobrecogedora, tanto a nivel estético como narrativo. En primer lugar, el aspecto bohemio de la escena folk de los 60, cuya ambientación ya es de por si interesante y a la que los Coen añaden ese neblina causada por miles de cigarrillos en los bares y la desesperación del más duro de los inviernos. Todo ello, propicia el efecto devastador y el espíritu loser y orgulloso de nuestro Llewyn Davis.
Pero situar la historia en este contexto también ayuda a que los Coen saquen a relucir su mejor arma —a parte del humor negro— la incursión de un bonito y variopinto abanico de personajes secundarios casi mitológicos y que para más inri están interpretados por actores de primera línea. Así, nos topamos con los personajes de Jim y Jean, interpretados por Carey Mulligan y Justin Timberlake, la pareja de amigos —ella ex-amante, él amigo fiel con más éxito—; el músico de jazz Roland Turner y su extraño compañero poeta Johny Five, interpretados por John Goodman y Garret Hedlund , entre otros.
Con una música excepcional que cuenta con la colaboración de Marcus Mumford, de la banda Mumford & Sons, una puesta en escena exquisita, unas interpretaciones soberbias y una historia tragicómica, 'A propósito de Llewyn Davis' se convierte en una de los mejores títulos de los hermanos Coen en su obsesión por analizar los aspectos más recónditos y extraños de la condición humana, sin perder nunca su particular sentido del humor. Y aunque pueda resultar devastadora, tiene momentos tan brillantes y sencillos como este. ¡Disfruten ustedes!
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20 comentarios
Adam West
A mi siempre me ha atraido mucho esa figura del eterno perdedor.Del personaje autodestructivo o simplemente del tipo con mal agüero al que no le sale una bien ni de casualidad.Asi que estaba condenado a entenderme con Llewyn.
La película es maravillosa.Para empezar,los Coen dotan ala pelicula de una atmosfera densa,oscura,casi de pesadilla,que acompaña al personaje durante toda su andadura.La fotografía es prodigiosa.
El guion se desarrolla poco a poco,casi imitando la estructura de una cancion folk,repitiendo ecos,y avanzando progresivamente al final-que no es final-
Oscar Isaac está perfecto.Tan perfecto que no da la impresion de que esté interpretando,es algo realmente digno de presenciar.Cómo canta,entona y sufre las estrofas de las canciones que va dejando a lo largo de la película.
Los personajes son,en general,antipáticos,algunos insoportables.Y aun asi no puedes evitar tenerles cariño.
Personalmente,hay cierto tipo de películas que adoro,y son las que tras haberlas visto,no me abandonan.Que las siento,que pienso en ellas horas e incluso días después de haberlas disfrutado.Que se aparecen en mi mente de vez en cuando.Que me sorprendo al rememorar alguna secuencia incluso años despues de la última vez que nos encontramos.Y eso es lo que me ha producido la peli de los Coen.
minnesotas-fat
La vi ayer y solo puedo decir que me parece muy acertada la crítica de Lucía. La película no es más que el viaje circular de este perdedor, que en el fondo no es más que uno de nosotros embarcado en un sueño al que no quiere renunciar, y cuya mala fortuna parece condenarle, como si fuese un Sísifo, a recorrer el mismo camino una y otra vez (de ahí la estructura circular de la película). Kabe dice por ahí que el guion no es la repera, pero me parece que los Coen ofrecen un verdadero recital de cómo mostrar la historia del perdedor al público y hacer que los diversos sucesos, aparentemente inconexos, se vayan encadenando para mostrarnos, no ya solo el estado de ánimo del protagonista, sino su odisea (la utilización del gato como elemento narrativo es un gran acierto, puesto que no solo es un personaje más, sino que es muy significativo al mostrar los miedos de Llewyn; también destacar el viaje a la nada con Goodman) a pesar de que sea un protagonista antipático y difícil de tratar, pero terriblemente humano. Para mí, entra en el "podio Coen", e incluso podría ser mi película favorita de los dos hermanos.
Un saludo!
kabe
Si bien la historia puede decirse que quizá sea sencilla, que en cuanto a guión no sea la repera, a mí me ha parecido una muy buena película.
Efectivamente, el retrato del perdedor es estupendo. De la música, también. Del mundillo de los Coen (que no de los "Cohen", como tanta gente sigue empeñándose en escribir), otro tanto de lo mismo.
Algún trozo, como el de John Goodman, puede ser quizá demasiado largo, pero en su extrañeza y fantasmalidad es genial también, sobre todo si se toma como tramo independiente (o no) respecto al resto del filme.
Oscar Isaac, absolutamente magistral. La fotografía, maravillosa.
PD (spoiler): Es muy gracioso que el gato se llame "Ulises", teniendo en cuenta la "Odisea" del protagonista para poder seguir sobreviviendo.
PPD: El vídeo colocado al final es buenísimo, uno de los mejores momentos de la peli.
michaelknight
Una magnífica historia sobre las dificultades del camino, la crueldad de unos y la bondad de otros. Es tan buena, que logra que Justin Timberlake parezca mejor de lo que es; tan buena, que la empatía con el músico es inmediata, y su suerte, la nuestra. De dolor y dinero, de desafíos imposibles, de tristeza y desesperación nos hablan los hermanos, entregando una obra que es mucho más que las desventuras de un personaje sin éxito, sino el camino oscuro, frío y gris, que a todos se nos presenta en algún momento, y el que no todos pueden afrontar. Surrealista, triste, emocionante y sentida. Excelente.
Harry Powell
"...La nueva obra maestra de los Coen..."
Regaláis muy a la ligera este término.No me cansaré de decirlo.
Saludos.
loula2
Pues me van a caer collejas pero a mí lo de Obra maestra me parece que le viene grande!! Es una buena película, pero me gustaron más Muerte entre las flores o El gran Lebowsky. Eso si, reconozco que está muy bien interpretada, ambientada, fotografiada y la banda sonora es estupenda!!
Leccter
...off topic..
..Las nominaciones de Los Golden Globes!..