Se le ha celebrado merecidamente como un maestro del suspense, por su capacidad por aproximarse a lo terrorífico hasta dar forma a vertientes del cine de miedo que fueron desarrollándose posteriormente. Pero es también digno de reconocer cómo Alfred Hitchcock es capaz de hacer divertidamente trivial algo como un crimen perverso.
Algunas de sus películas más estupendas se podrían condensar en “dos personas se encuentran y una empieza a comentarle de pronto cómo haría un asesinato”, aunque luego él vaya elaborando los elementos de manera jugosa y sustancial. Terminan siendo deliciosas de ver porque sabe hacer despertar el humor además de lo aterrador, y porque se nota cuando se lo está pasando en grande mientras intenta ir de la mano con el espectador. Se nota, por ejemplo, en ‘Crimen perfecto’.
Un plan sin fisuras
Una adaptación teatral que trata de superar las constricciones para hacer algo cinematográfico, convirtiéndose en uno de esos grandes thrillers marca de la casa de Hitchcock. Su musa Grace Kelly y Ray Milland protagonizan este oscuro entretenimiento que cumple 70 años de su estreno en cines y que puedes ver en streaming a través de Filmin.
En ella un antiguo tenista y vendedor de artículos deportivos se reencuentra con un antiguo compañero de universidad con el pretexto de comprarle un vehículo. Sin embargo, este viejo conocido cae en la boca del lobo, siendo objeto de un chantaje donde deberá acceder a asesinar a la esposa de este hombre, que quiere quedarse con su fortuna y en parte vengarse por la infidelidad que esta cometió con un viejo conocido.
El libreto teatral limita la acción a las dimensiones del apartamento de la pareja protagonista, pero Hitchcock ya tenía experiencia en películas como ‘La soga’ para ofrecer dinamismo y vida cinematográfica a estos escenarios únicos. De hecho, para intentar trasladar la experiencia inmersiva de la obra, experimentó con la tecnología de 3D polarizado, aunque fracasó en su empeño ya que se perdió interés en esta manera de proyección y la mayoría del público la ha terminado viendo en las dos dimensiones convencionales.
‘Crimen perfecto’: diseñada a la perfección
Nada de ello cambia que encontramos aquí un prístino trabajo de puesta en escena y dirección general, dando dinamismo a muchas secuencias de diálogos expositivos a través de colocar la cámara en lugares interesantes y dar buenas instrucciones a los actores. Su primer acto es toda una delicia por cómo va despiezándose el desencadenante de la acción, pero también por cómo dedica una porción de tiempo a explicar cómo se va a producir la secuencia más impactante, para que sepamos qué esperar.
Pero luego Hitchcock sabe subvertir esas expectativas con astucia y buen gusto. Es capaz de tenernos en shock gracias a una angustiosa secuencia de auténtico terror, asentando lo que luego va a ser pura imaginería de slasher o incluso de giallo. Otra escena emplea a Grace Kelly y los colores de manera soberbia para meternos en un torbellino psicológico predecesor de ‘Vértigo (De entre los muertos)’. Todo te tiene asombrado y metido de lleno en la acción, dejándote una extraña satisfacción al ver una historia realmente cargada de maldad.
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