El juicio televisivo del caso Alcàsser, condenado

El juicio televisivo del caso Alcàsser, condenado
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Los que no seáis valencianos no podéis llegar a imaginar el dispositivo que montó Canal 9, la autonómica, con motivo de las investigaciones del caso Alcàsser. Un bombardeo constante en informativos, debates y programas de todo pelaje alentando la teoría de la conspiración que defendía principalmente el padre de una de las niñas. Un postura lógica, entiendo, en una persona que había sufrido una pérdida tan terrible, pero que jamás tendría que haber encontrado en televisión, y menos en una televisión pública, el eco que encontró.

El programa que ha sido condenado por tamaño circo ha sido 'Juí d'Alcàsser' (Juicio de Alcàsser), que a diario, en 1997, después de las sesiones ordinarias en el juzgado, recogía a los ahora condenados en taxi y se los llevaba al plató para debatir acaloradamente sobre la labor policial y poner en duda, sin ningún tipo de prueba, las investigaciones.

Aquella fue una de las etapas más vergonzantes de Canal 9 y, desde entonces y desde mi punto de vista, no han levantado cabeza. Como advierte el juez en la sentencia, y a pesar de haber absuelto al director y a la presentadora del programa, aquel montaje tuvo la insana labor de elevar los índices de audiencia, cosa que desgraciadamente consiguieron, recurriendo a dos personas que reiteradamente habían hecho manifestaciones contra la labor policial y judicial, dándoles el marco perfecto para exponer sus opiniones sin ningún tipo de rigor y objetividad.

Nunca después de aquello he vuelto a ver nada igual en las televisiones nacionales. Los casos más recientes no han alcanzado ni de lejos el tratamiento amarillista y morboso que acuñó Canal 9 en aquella época y que convirtió al padre de la niña en un fenómeno televisivo sin parangón. Una vergüenza que ahora se ve multada con 620.000 euros de indemnización a los denunciantes y de los que Canal 9 tendrá que hacer frente en parte, más de diez años después del espectáculo.

La verdadera pena es que en este tipo de juicios no se valora la capacidad de los periodistas como profesionales o la idoneidad de que un medio público se preste a semejante escarnio. Al final, la responsabilidad se diluye y en última instancia la televisión, aunque colaboradora necesaria, sale prácticamente indemne. Se hacen necesarios mecanismo de control porque está visto que la ética periodística es de quita y pon para algunos y la instrumentalización de la televisión es un mal que al final sufrimos todos.

Vía | El País En ¡Vaya Tele! | Golpe judicial al "periodismo de investigación" con cámara oculta

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