Para toda una generación española -de hecho quizás para un par-, las dos de la tarde no equivalen a la hora en que uno empieza a pensar en encender los fogones y rebuscar en la nevera. Equivalen a decir "Los Simpson". La serie de Matt Groening fue, en sus mejores momentos, el icono de jóvenes de todo el mundo. Encontró el equilibrio perfecto: una serie de dibujos animados divertida para los niños, gamberra para los adolescentes sin llegar a caer en la vulgaridad que asumieron 'South Park' o 'Padre de familia' años después, y con un excelente humor ácido para los adultos.
Los Simpson son una caricatura de lo que fueron: sus excelentes primeras nueve temporadas siguen subvencionando a las veinte posteriores
Hoy, Los Simpson son poco más que una caricatura de lo que algún día fueron, fruto del paso del tiempo con episodios que recordamos con más pena que gloria. Deambular como zombies en la parrilla desde hace dieciocho temporadas -solo su caída sin frenos ya está durando el doble de lo que duraron otras sitcoms de éxito coetáneas como 'Seinfeld' o 'Friends'- no evita que sigamos recordando con morriña aquellos tiempos que nunca se repetirán (saudade, que dicen los gallegos), pero sí condena a la serie a que cuando termine lo haga con más ajo que laurel.
Cuando llegue el día de su final pasaremos a hablar de Los Simpson en otros términos. Quevedo escribió que "lo mucho se vuelve poco sólo con desear otro poco más”. De forma gradual nos iremos quedando con sus primeras temporadas, las que construyeron su fama y también su buena reputación, y ellas serán las tendrán que pasar a la memoria colectiva. De la misma forma que a veces cuando se recomienda alguna serie se matiza hasta dónde verla y cuándo abandonarla (suele ocurrir con True Detective y su primera temporada, por ejemplo), Los Simpson también tienen su momento cumbre a partir del cual es mejor dedicarse a otra cosa. Será por series. Lo bueno es que al ser una serie procedimental, podemos incluso saltarnos los capítulos más anodinos y quedarnos solo con los mejores.
Para ello hemos preparado una gráfica que muestra de la forma más simple posible la calidad relativa de todos y cada uno de los más de 600 episodios que lleva la serie hasta el día de hoy, cuando va por su vigésimo octava temporada, en base a las puntuaciones obtenidas en IMDB. Lleva el certificado de calidad de Krusty, así que solo puede ser excelente.
¿Quieres optimizar tu tiempo y no gastar demasiadas horas en ver tantos capítulos? Ahí va una selección: los cinco con mayor nota, todos por encima del nueve. Y, aunque solo sea por cultura seriéfila, el peor, el único por debajo del cinco... de momento.
Los 5 mejores episodios de los Simpsons
5. 9x1: La ciudad de Nueva York contra Homer Simpson (9,1)
Una animosa noche entre los parroquianos de la Taberna de Moe acaba con Homer, Lenny y Carl al borde del coma etílico mientras Barney, esa noche abstemio por sorteo, desaparece con el coche de Homer. Dos meses después, el vehículo aparece en Nueva York y la familia Simpson debe ir a buscarlo. Ahí empiezan los momentazos míticos de aquel episodio: el Khlav Kalash, los urinarios de las Torres Gemelas, la espera al oficial de policía, el zumo de cangrejo...
Como curiosidades, este episodio fue especialmente costoso de producir porque se salía de los entornos habituales (casa familiar, colegio, taberna, central nuclear...) y se quiso ilustrar de forma detallada y realista la ciudad de Nueva York, incluso a nivel de comercios o señales de tráfico. Otra más: tras los atentados del 11-S este episodio fue retirado de los ciclos de difusión de forma temporal. Y el episodio en sí está lleno de referencias culturales, más aún de lo habitual, sobre todo del mundo del cine.
4. 6x25: ¿Quién disparó al Sr. Burns? (I) (9,1)
En un episodio premonitorio sobre el impuesto al Sol que veríamos nacer lustros después en España, el misterio sobre quién disparó al Sr. Burns duró los cuatro meses que pasaron entre el cierre de la sexta temporada con este episodio y la llegada de la séptima, que se estrenó con la segunda parte.
Hay pocos peros y asteriscos que añadir a este episodio redondo, sensacional y memorable. Un gag acertado tras otro, una referencia a series y películas policiacas que mejora todavía más a la anterior. Con este genial capítulo finalizó la sexta temporada, la que más episodios logró con una puntuación por encima del 8,5: doce.
3. 6x6: Especial de noche de Halloween V (9,1)
Cada temporada tiene su especial para la noche de Halloween y el de la sexta fue el mejor. Como en los demás, se compone de tres pequeñas historias independientes, parodias de Soylent Green, El Resplandor y 1984.
Si te ha dado la sensación de que en este episodio se ve, dentro de lo que son Los Simpson, un nivel de violencia gráfica elevado, no es tu impresión, es la realidad. David Mirkin, productor ejecutivo de la serie durante sus temporadas quinta y sexta, lo hizo a propósito por motivos de demanda sobre la propia serie.
2. 8x2: Sólo se muda dos veces (9,2)
Tal vez no siempre atinemos a reproducir el nombre completo de algún que otro personaje secundario de la serie, incluso de los más recurrentes, pero todos recordamos a Hank Scorpio. Durante la serie, Homer no tiene demasiados jefes más allá del Sr. Burns: el dueño de la bolera y algunos más, no demasiados. Con un solo capítulo, Scorpio se empadronó en nuestra memoria. ¿Cuál es tu país menos favorito, Francia o Italia? No hay ni uno que diga Italia.
El episodio, centrado en la idílica Cypress Creek, una antítesis de Springfield, deja muchos grandes momentos que se reparten entre todos los personajes del núcleo familiar, además de Scorpio. Bonus: los amantes de la franquicia de James Bond tienen en Sólo se muda dos veces un regalo en forma de parodia continuada.
1. 8x23: El enemigo de Homer (9,3)
Inmortal. Inmejorable de principio a fin: desde el Sr. Burns enjugándose las lágrimas al conocer la historia de Frank Grimes, Graimito, narrada por Kent Brockman, hasta toda la enemistad desarrollada con Homer, pasando por la fábrica que compra Bart por un dólar o la escena del 5-13.
Josh Weinstein contó en una sesión de preguntas y respuestas de NoHomers.net ("Club No Homers, donde no puede haber más que un Homer") la idea detrás de la producción de este episodio
"Queríamos hacer un episodio donde la base fuese "¿Qué pasaría si una persona normal, del mundo real, tuviese que entrar en el universo de Homer y lidiar con él?" Sé que este episodio es controvertido y polémico, pero me encanta. Se siente realmente como lo que pasaría si una persona real, alguien sin humor, tuviera que tratar con Homer. Ha habido alguna conversación sobre el final del capítulo, únicamente lo hicimos porque no deja de ser divertido e impactante, nos gusta la lección de que "a veces, simplemente no se puede ganar". Todo el episodio de Frank Grimes es un estudio sobre la frustración, por lo tanto Homer tiene la última carcajada y hemos querido mostrar que en la vida real, el ser como Homer Simpson podría ser realmente peligroso y poner en riesgo vidas, como tristemente aprendió Frank Grimes."
"O, como le gustaba que le llamaran, Graimito", añadió el Reverendo Lovejoy. La trágica historia de Frank, desde que fue abandonado por sus padres a los cuatro años hasta que un perro le quitó el puesto de vicepresidente ejecutivo, continuó tras su muerte: en la nueva cabecera de la serie que se rehizo para adaptarse a la era en HD se ve a Ralph Wiggum jugando con cubos de arena sobre su tumba.
El peor
23x22: Lisa está Gaga (4,4)
A día de hoy es el único episodio de Los Simpson que con este sistema de puntuación queda por debajo del suspendo, los siguientes por la cola empiezan en el 5,1. Una de las causas que marcaron el bajón de calidad de los guiones de Los Simpson fue la inclusión paulatina de famosos que hacían sus cameos de manera episódica. Por supuesto, el peor capítulo de la serie tiene que ver con esto. El inicio de la trama gira en torno a una parada de Lady Gaga en la estación de tren de Springfield cuando ve que la ciudad emana tristeza. Es capaz de levantar la moral de todo el pueblo salvo la de Lisa, alicaída por haber sido nombrada la alumna más impopular del colegio.
¿Cuándo empezó todo a multiplicarse por cero?
Quien más quien menos, pocos están en desacuerdo con que el deterioro de la calidad de Los Simpson ha sido brutal. ¿Qué momento y qué sucesos marcan el inicio del declive? Algunas claves:
- El top, de la cinco a la ocho. Entre la quinta y la octava temporada, Los Simpson tocaron el cielo. Puntuaciones por encima del ocho en promedio y sensación de que ya habían cogido el punto dulce. Graciosos sin ser estúpidos, ingeniosos y nunca vulgares. Las temporadas anteriores fueron la base sobre la que se fue construyendo lo que llegó después.
- Los picos de la sexta. Como decíamos antes, es la temporada con más episodios por encima del 8,5, doce.
- La regularidad de la quinta. La que mejor promedio deja, 8,341.
- En la novena empiezan las alarmas. Sigue siendo una temporada bastante decente, pero hay dos hechos como preocuparse. Por un lado, el promedio baja del 8 por primera vez desde la segunda temporada. Por el otro, su undécimo episodio fue el peor hasta la fecha y primero cuya puntuación bajaba del 6, se quedó en un pírrico 5,1. El capítulo en cuestión era Todos cantan, todos bailan, que concentraba los dos peores géneros de episodios de Los Simpson: musical, y refrito, todo en uno. Síntoma de que las buenas ideas estaban llegando a su fin.
- Adiós a los momentos memorables. En la décima temporada no hubo ni un solo episodio por encima del 8,5. En la undécima, todos estuvieron por debajo del 8. Los Simpson que habíamos conocido hasta entonces ya eran historia.
- 12x18. Trilogía del Error fue el nombre de aquel capítulo, histórico por ser el último con una puntuación por encima de esa barrera psicológica que el 8,5. Fue el que muestra un mismo día desde las perspectivas de Homer, Bart y Lisa. Cuando Milhouse llama a la puerta y "parece que trae grandes noticias", ¿recuerdan? Han pasado dieciséis temporadas y ningún episodio ha vuelto a ser tan bueno.
- Los cameos. Aunque los hubo incluso en los días de gloria, los cameos de famosos fueron creciendo en la misma medida en que la calidad se hundía. Eran un recurso "fácil" para compensar la falta de originalidad que no salió bien: las referencias culturales eran desconocidas para los niños y poco ingeniosas para los adultos.
En Magnet | Hay un episodio de Los Simpson para explicar todo lo que nos está pasando.
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