La ciencia ficción es uno de los géneros más vivos históricamente en el cine, principalmente por las eternas posibilidades que ofrece. La temática abre la puerta a todo tipo de enfoques y de cineastas, desde los más expansivos y megalómanos a los más minimalistas. Y atrae mucho, porque permite hablar de manera atractiva de grandes cuestiones humanas a través de la alegoría.
Es positivo que puedan convivir las grandes epopeyas como 'Avatar' (por ejemplo) con esfuerzos más de pequeña escala pero grandes ideas como pueden ser las propuestas de A24. Sean más exitosas o no en su esfuerzo, nunca está de más sumergirse en propuestas diferentes como la que hace Kogonada para el estudio en la recientemente incorporada 'Despidiendo a Yang'.
El árbol de la IA
Estrenada en cines americanos a comienzos de año, la película ha sido estrenada de manera reciente de manera directa en Amazon Prime Video. Quizá un flaco favor para una propuesta que, si bien modesta, puede tener cualidades para sobrecoger e impactar de ser vista en pantalla grande. El trabajo visual de Kogonada es, sin duda, digno de apreciar hasta el más mínimo detalle, dado que nada está puesto al azar.
La historia nos introduce en esta familia multicultural, donde uno de los componentes es un robot mitad asistente y mitad niñera llamado Yang. Un gran avance de la Inteligencia Artificial que permite no sólo tener una entidad corpórea con conocimiento que pueda vigilar a la niña de la familia, sino que puede ser una poderosa fuente de conexión emocional y cultural.
La necesidad de reconectar con las raíces culturales es una de las ideas que Kogonada trata de explorar con las características de este "robot", ya que va indagando en la identidad y otras cuestiones existenciales en torno al arraigo. Ideas que va explorando con sumo cuidado, con un montaje ambicioso que va cortando con agilidad y trazando líneas entre diferentes puntos de la historia y también cierta candidez emocional.
'Despidiendo a Yang': ciencia ficción diferente
No obstante, lo emocional es quizá uno de los puntos menos equilibrados. A pesar de los esfuerzos de actores dotados como Colin Farrell o Jodie Turner-Smith, a la película le cuesta mantener consistencia con su tendencia al ensimismamiento, que en ocasiones vuelve demasiado herméticos estos personajes. A Kogonada le cuesta mantener el impulso ya marcado por una de las secuencias de créditos iniciales más sensacionales del año.
Hay fascinantes momentos visuales que exploran nuestra relación con la IA, nuestra capacidad de establecer puentes con la gente que queremos o un posible y esperanzador futuro que no excluya la tecnología y abrace lo post-humano. Sólo por ello, 'Despidiendo a Yang' es una película que merece poner esfuerzo en ella, ya sea porque te puedan llamar las ideas o por su enfoque a la ciencia ficción tan cercano a lo Terrence Malick. Sea lo que sea, vas a encontrarte una película realmente diferente.
Ver 4 comentarios