Aunque hoy en día el nombre de Mark Rylance no es ajeno para los cinéfilos, no siempre fue así. El actor rechazó muchos papeles en películas para priorizar el teatro, hasta que aceptó la propuesta de Steven Spielberg en 'El puente de los espías' y pasó a convertirse en una auténtica estrella.
El espía honesto
Hace 30 años, la experiencia de Mark Rylance en el cine no había sido muy buena. El actor inglés no acababa de verle el atractivo al séptimo arte y, de repente, se vio en una encrucijada: Steven Spielberg le propuso un papel en su drama bélico 'El imperio del sol' y, a su vez, su amigo Mike Alfreds quería contar con él para la próxima temporada del National Theatre.
Indeciso, Rylance le confió su decisión a la suerte: tiró un dado de I Ching y, en base a lo que le salió, optó por los escenarios en vez de la cinta de Spielberg. El tiempo acabó dándole la razón porque no solo triunfó bajo los focos sino que conoció a Claire van Kampen, con quien lleva casado desde 1989.
El actor ganó varios Premios Tony y se convirtió en una leyenda del teatro. "Simplemente me sentía más atraído por el teatro, donde me ofrecían mejores oportunidades" explicó sobre su reticencia durante mucho tiempo a volver a ponerse ante las cámaras.
Pero Spielberg no desistió y, en 2015, por fin llegaría el momento en el que Rylance aceptaría su propuesta: el actor coprotagonizó junto a Tom Hanks 'El puente de los espías', donde dio vida al espía soviético Rudolph Abel, rol que le valió el Óscar a Mejor Actor de Reparto. Spielberg se deshizo en halagos sobre su actuación:
Pocas veces se ha visto un actor que tuviera tanto reconocimiento en el teatro pero todavía no hubiera sido descubierto plenamente en la gran pantalla. Mark entiende que la cámara capta la quietud mejor que cualquier otro medio. Su transición de los escenarios a 'El puente de los espías' fue elegante y sutil.
El resultado fue tan satisfactorio que repitieron juntos al año siguiente en 'Mi amigo el gigante', la adaptación del cuento de Roald Dahl. Este dúo actor-director marcó el resto de la carrera cinematográfica de Rylance, ahora un habitual del medio: "Tras rechazarle, conocí a mi mujer. Ahora se ha cerrado el círculo" concluyó Rylance.
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