Con hijos. Con hijas. En serio. En broma. Con chistes. Con canciones. En chándal. De traje. Para todos los públicos o para mayores de 18 años. Pocos en Hollywood ha plasmado la paternidad con mejor rollito y buena onda que Adam Sandler, mi padre favorito cinematográfico homenajeado de hoy.
El padre del año
Han pasado veinte años desde que Sandman se convirtió en padre forzoso en la irregular pero de culto 'Un papá genial', donde poco menos que se encontraba con un chaval en la calle y lo inducía en el fabuloso mundo de la comida basura, las bromas zafias y la televisión menos educativa posible.
A partir de ahí, Adam Sandler ha sido padre en varias ocasiones, tanto en la ficción como en la realidad, y ha demostrado que, tal vez, sea el mejor cuando toca mezclar ambos mundos. Eso lo ha dejado patente en su última obra maestra, el especial para Netflix '100% Fresh' que nunca me cansaré de recomendar. Para muestra un botón.
Y es que Sandler es un todoterreno capaz de convertirse en el padre ideal sin más ayuda que una guitarra. Incluso puede pasar por el Barrio Sésamo con una guitarra con la que encandilar a niños, pequeños y también a Elmo.
Pero no todo son alegrías. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 también forjaron a un padre desgraciado en la ficción sandleriana. 'En algún lugar de la memoria' servía para que el cómico conmoviera al respetable como ese padre de familia que lo perdió todo en la fatídica fecha que nadie podrá olvidar jamás. Una de las interpretaciones más dolorosas de su brillante trayectoria.
Big daddy
Pero no todo va a ser un valle de lágrimas. Al menos no de lágrimas de tristeza. También es fácil llorar de risa con papá Sandler. Puede que su díptico 'Niños grandes' no sea el mejor modo de conseguirlo, pero no podemos olvidar lo divertida que es 'Juntos y revueltos', su reencuentro con Drew Barrymore tras la maestra '50 primeras citas'. En esta nueva ocasión tocaba volver a un resort donde pasar un rato divertido con los amigos. Y funciona.
Sandler sabe ganarse al público incluso cuando demuestra que puede ser un 'Desmadre de padre', una de sus mejores incursiones en su paternidad donde ayudaba la tropa de élite que rodeaba a la estrella: Andy Samberg, Will Forte, Vanilla Ice, Milo Ventimiglia o Nick Swardson siempre ayudan a que una película llena de chistes de sexo con la tercera edad o incesto funcione como un tiro.
El cómico se ha ganado el derecho a ser una de las caras reconocibles de Netflix gracias a sus comedias pero también con su importante aportación a la extraordinaria 'The Meyerowitz Stories (New and Selected)' de Noah Baumbach, un regreso al cine más serio que ya demostró dominar con 'Punch-Drunk Love'.
También en el cine de animación para toda la familia ha demostrado ser un padrazo para la eternidad. Sus casi mil quinientos millones de dólares acumulados por las tres películas de 'Hotel Transylvania' dejan claro que es un padre modelo para los más pequeños.
Y los no tan pequeños sabemos ver sus tics realistas buen rollistas de siempre incluso en su último largometraje para Netflix, la entrañable 'La peor semana', una comedia mucho más acertada de lo que nadie te ha dicho y donde vuelve a rodearse de los suyos para llevar la normalidad y el hastío vital y familiar a la senda de la carcajada.
La vida avanza a velocidad de vértigo y no creo que Sandler tarde mucho en demostrar que también puede ser, en poco tiempo, nuestro abuelo favorito del cine. Amigo de sus amigos y hombre de familia, Adam Sandler es el padre ideal.
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