Nominado al Oscar por segunda vez, y cosechando todos los premios hasta ahora habidos y por haber, nadie duda que gracias a su papel de malo malísimo en No es país para viejos de los hermanos Coen, Javier Bardem es el hombre del momento.
Pero lo suyo no ha sido un éxito inesperado. Son muchos los años que lleva demostrando su coherencia y talento, en la gran mayoría de sus trabajos y conquistando al público con sus actuaciones y su irrebatible atractivo.
Por eso me apetecía hacer un repaso por su carrera (a falta de otros posibles) para recordar los personajes que ha interpretado en el cine que más me han gustado. Valga como un regalo (atrasado) para el día de los enamorados. Enamorados y enamoradas de Bardem, por supuesto.
Por orden cronológico, ahí van:
1. El chorizo de Jamón, jamón
Cómo olvidar ese mítico momento en el que Penélope Cruz le suelta a Javier Bardem ¡Eres un guarro! Y él le responde: Y tú una jamona.
Nunca un macarra había sido tan condenadamente sexy, yo creo que en aquella época hasta consiguió que miráramos a los chulos de discoteca con otros ojos.
Bardem se estrenaba como protagonista y lo hacía a lo grande, en uno de los mejores films de Bigas Luna, con un personaje que provocaba repulsión y adoración a partes iguales.
A partir de aquí su carrera sólo podía continuar hacia arriba.
2. Benito González en Los Huevos de Oro
Aquí de nuevo con Bigas Luna, conservando la chulería pero añadiendo un pelín de locura. Con dos mujeres, dos coches, dos rolex, dos... ejem y cantando canciones de Julio Iglesias a la menor ocasión.
A continuación algunos buenos momentos de la película, que valen más que mil palabras.
3. Víctor Ventura en Boca a boca
Con la boca abierta me quedé yo con el cambio de registro de Bardem que en esta ocasión da vida a un aspirante a actor, romántico, torpe y divertido, capaz trabajar en un teléfono erótico o de emular al mismísmo Donald O'Connor en Cantando bajo la lluvia, como podéis ver en el siguiente vídeo.
4. Alberto en Los lobos de Washington
Antes de llegar a Los lobos de Washington Bardem ya tenía un número considerable de buenos trabajos en su filmografía, y para muchos ya empezaba a suponer una garantía encontrar su nombre entre el reparto de una película.
Por primera vez participaba como productor en un film, mientras nos regalaba un personaje alcohólico y acabado, pero que sabía seguir manteniéndose en pie. Que valía para todo, ya estaba más que confirmado.
5. Reinaldo Arenas en Antes de que anochezca
Para el primer papel que le supuso una nominación al Oscar, cambió de idioma, de acento y de tendencia sexual. Me impresionó tanto su personaje, repleto de sensibilidad y matices, que nada más salir del cine corrí a comprarme la autobiografía de Reinaldo Arenas.
Finalmente ese año la estatuilla dorada se la llevó Russell Crowe por Gladiator, dato que (pese a mi mala memoria) recuerdo perfectamente, ya me que me pareció una decisión de la Academia, tan estúpida como injusta. Que ya sé eso de que va a gustos, pero todavía no puedo evitar ponerme (un poco) de mala leche cuando me acuerdo.
Pero mejor recordar la película, en esta escena el personaje de Bardem le explica a un amigo las (según él) cuatro categorías de gays:
6. Santa en Los lunes al sol
Lo primero que me impresionó de este papel, fue el cambio de aspecto que mostró Bardem. Después su capacidad, una vez más, para dotar de credibilidad y carisma al personaje, en esta ocasión un hombre noble, algo bruto, con mucha cara y una especial habilidad con las mujeres.
Su interpretación me pareció lo mejor de la película, y entre otros premios le hizo llevarse su tercer Goya, el primero fue como Mejor Actor de Reparto en Días Contados, y el segundo por Boca a Boca.
7. Ramón Sampedro en Mar adentro
El film de Amenábar le supuso a Bardem su cuarto Goya. A pesar de que es una de las películas de su trayectoria que menos me gustan, es justo reconocer que él está impresionante.
Poco más puedo decir, sólo hay que oírlo y verlo:
8. Anton Chigurh en No es país para viejos
Para finalizar, el papel por el que vuelve a estar nominado al Oscar. Premio que sin duda merece, otra cosa será que lo gane. Si no hubiera visto todas sus películas, pensaría después de ver el film de los Coen que no se puede poner esa mirada de malo, sino se ha nacido con ella.
Lo mejor de la película, por una vez estoy de acuerdo con mi compañero Alberto. Ahora sólo toca esperar con que registro nos sorprende a las órdenes de Woody Allen.
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