Como todos sabéis ya, se dieron a conocer las películas preseleccionadas en los apartados de mejor película en habla no inglesa, mejor cortometraje de animación y mejor cortometraje de ficción. Descontando a nuestras otras dos opciones para las Oscars, la casi segura nominación de Penélope Cruz, y la candidatura de Javier Bardem, era en estas tres categorías, donde también teníamos la posibilidad de que nuestra cinematografía estuviera presente. Todo lo que podíamos intuir se ha cumplido: ‘Los girasoles ciegos’ fuera, y los cortos españoles a la palestra. No sólo ‘Alumbramiento‘, como ya os comentamos, continuó en la carrera para lograr un puesto entre los nominados, y con bastante posibilidades de optar por el premio, sino que ‘Perpetuum Mobile‘, un corto de animación español, también ha sido considerado entre los finalistas a entrar en la nominación, y luchando con pesos pesados como Pixar, Dreamworks, Blue Sky o con animadores Independientes de la talla de Bill Plympton.
Recuerdo haber leído a Garci reflexionar sobre las películas que la Academia española, a cuya institución achacaba de ceguera natural, cuando se habían seleccionado las precandidatas para decidir quién nos representaría, incluída su película. Entendía Garci, que lo ideal en estos casos debería ser apostar por un candidato con ganas de comerse el mundo y promocionarse allí. Buscar a jóvenes cineastas a los que la selección le significase un empujón en su carrera. Que si se optaba por cineastas conocidos, con la carrera hecha y con pocas ganas de meterse en el jaleo que implican los Oscars, era perder el tiempo y una oportunidad. Porque difícilmente iban a implicarse como debían.
Así que, leyendo una carta abierta a lo que comentó Jose Luis Cuerda tras saber que no iba a ser nominado, uno no puede más que indignarse, porque clama al cielo que haga esas declaraciones, porque deja en mal lugar no sólo a su equipo, que apostó por su película, sino a quienes le votaron por amiguismo, corporativismo, o porque ven una buena película, donde muchos de nosotros vemos la más grande oportunidad perdida de hacer una grandísima película con el grandísimo material en texto que es el libro de ‘Los girasoles ciegos’ de Alberto Méndez. Seguro que la película necesitaba otro director, y quizás, la visión que se realice de la guerra civil necesita de directores jóvenes que se tomen el conflicto con distancia, como pasó con Guillermo del Toro. Conclusión, que ‘3 días‘ o ‘El rey de la montaña‘, con más valor y más ganas de representar a España, quedaron fuera, como ha ocurrido en esos Goya que sólo interesan a la Academia. Y lo peor es que alguno incluso se sorprenda de ello, que la película de Cuerda se quedase en el camino, salvo si tienes uno de los nombres fuertes de nuestra cinematografía: Trueba, Amenábar o Almodóvar.
Eso por la parte de la oscuridad. Por la parte de la luz, de nuevo los cortometrajes, en especial los de ficción, con otra posibilidad de nominación más a apuntar al saco.
Dice Eduardo Chapero-Jackson cuando defiende el formato de cortometraje como director, que en él encuentra una frescura y una libertad que el formato largometraje le es más difícil de conseguir.
No es que quiera sobrevalorar el cortometraje, pero el cine está más vivo creativamente en el corto. El largometraje está más supeditado a intereses lógicos de mercado y, por ello, en ocasiones, se crea una dinámica más conservadora.
Y en esta reflexión hay bastante verdad, comparando los trabajos presentados para representar a España en una y en otra categoría, y teniendo en cuenta una obra arriesgada como la que Eduardo Chapero-Jackson. Mientras al largometraje se hace votación, el cortometraje se tiene que ganar el derecho a entrar en el juego, participando y ganando alguno de los festivales que sirven de paso previo para ser seleccionado. No sólo ‘Alumbramiento’ cumplió esos pasos, sino que es un trabajo duro, exigente y arriesgado, que con intensidad muestra los últimos 15 minutos de vida de una mujer. Ese riesgo, reconocido y premiado por toda Europa, fue olvidado por la Academia y sus Goya, y recompensado en el mejor escaparate para su carrera.
De nuevo la cantera excelente de cineastas españoles en el cortometraje, sale a relucir y a demostrar, que el cine español debe arriesgarse y apostar por estos jóvenes en vez de por los pesos pesados de siempre. Opción fuerte para que un trabajo español, se lleve por fin un reconocimiento y espaldarazo, como se merece los otros buenos cortometrajes que se quedan en el camino.
Por si fuera poco, ese mundo de la animación española a la que critiqué alguna vez por inexistente, ha logrado dar sus primeros coletazos y poner un trabajo en un escaparate como es Hollywood. No es que ‘Perpetuum Mobile‘ tenga las mismas posibilidades que ‘Alumbramiento‘, que está de boca en boca entre los mentideros americanos, pero pasó el corte de 43 obras presentadas, y ahora se codea hasta con ‘Presto‘ para ser una de las nominadas el 22 de enero.
El trabajo realizado por la productora alavesa Silverspace, que también colaboró con la película ‘El lince perdido‘, no ha parado de cosechar premios y selecciones en festivales internacionales, sino que además destaca por la banda sonora de Aritz Villodas.
En ‘Perpetuum Mobile’ se narra la historia de un alquimista de la Florencia del siglo XV obsesionado con la búsqueda del objeto imposible que haga posible el movimiento perpetuo, cuyo trabajo y legado sirvió de inspiración y punto de partida para la obra artística y científica de un joven Leonardo da Vinci.
Y como ya ocurrió con el caso de los trabajos de Eduardo Chapero-Jackson, el hecho de haber sido preseleccionado, a ‘Perpetuum mobile’ le ha servido para abrirse camino y mercado con alguna que otra oferta para vender los derechos del cortometraje en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. ¿Un posible largometraje? Cuestión de tiempo. Por lo pronto, a saborear su calidad y a cruzar los dedos para que ambos trabajos pasen el corte definitivo.
Florencia. 1462. Al joven Leo le gusta dibujar. Es un niño curioso e inquieto. Tiene problemas con los chicos de su edad, que lo consideran un bicho raro. Un día, huyendo de ellos, llega hasta una casa donde un alquimista trata de descubrir los secretos del movimiento perpetuo. La vida de Leo cambiará para siempre desde ese momento. La necesidad de saber más, la inquietud por conocer los secretos del universo le acompañarán para siempre.
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