El primer episodio de la serie 'Extras' puede considerarse como una especie de prolegómeno de esta 'Tropic Thunder'. En él Ben Stiller se interpreta a sí mismo, y se ríe de absolutamente todo lo que tenga que ver con el Hollywood de hoy día, poniéndose a sí mismo como el centro de la diana a la cual dispara sus certeros dardos. Stiller, que no es tonto, sabe muy bien como se cuecen las habas en el mundillo cinematográfico. Como actor casi siempre ha protagonizado películas del agrado del público en general, y de las productoras en particular, las cuales están únicamente preocupadas por obtener unos buenos resultados taquilleros en el primer fin de semana.
No se diferencia mucho el Stiller actor del Stiller director. Ambos parecen estar siempre metidos en un tipo de películas muy parecidas. Tras su debut con el intento de cine serio, 'Reality Bites', de la que únicamente voy a salvar a don Matt Dillon, rompió las taquillas con un vehículo para el lucimiento de un actor con el que guarda más de un parecido artístico, Jim Carrey, la espantosa 'Un loco a domicilio', un despropósito falto de gracia e intenciones. Poco mejoraron las cosas con 'Zoolander', aunque por lo menos logró dejar algún que otro momento gracioso de verdad. Con 'Tropic Thunder' ha dado de lleno en el clavo, contando verdades como puños, riéndose de ellas con suma inteligencia.
Cuenta 'Tropic Thunder' la historia de unos actores con el ego más grande jamás conocido, que resultan ser los protagonistas del film bélico más caro que se ha filmado nunca. Problemas de motivación entre las estrellas hacen que el rodaje se retrase más de lo necesario, provocando el lógico enfado de los productores. Como el director de la película no está dispuesto a tirara la toalla, decide utilizar métodos extremos para "animar" a sus actores, a los cuales deja a su suerte en un remoto lugar de una selva asiática, procurando filmar todos sus movimientos para que haya más realismo en el film. Pero el pequeño grupo se encuentra con guerrilleros de verdad y se ven inmersos en una terrorífica realidad de la que tendrán que salir siendo soldados de verdad.
La cantidad de referencias que hay al cine bélico es innumerable, y por supuesto, Stiller parodia todo lo habido y por haber, desde homenajes clarísimos como el de 'Platoon', hasta algo más disimulados, como 'Apocalypse Now' o 'El cazador'. Pero no son homenajes sin más por tratarse 'Tropic Thunder' de un film bélico, sino que están metidos muy bien dentro de una historia mejor hilvanada de lo previsto, con un guión sólido que no deja títere con cabeza, y nos descubre a un Stiller realizador muy a gusto con su material, sin cargar las tintas como en sus anteriores films. Es el cine y los vividores que lo pululan el objetivo de Stiller, llegando a criticar muy ácidamente a todo aquel que se le ponga por delante. Actores preocupados únicamente por ganar un Oscar, actores metidos en el papel hasta límites insospechados, músicos que se meten a actores, los vicios de las estrellas, managers leales hasta la médula, productores desalmados hasta extremos impensables, los Festivales, el mal gusto de las actuales comedias de Hollywood, los espectadores, y un largo etcétera es todo contra lo que arremete Stiller sin la más mínima piedad.
El humor de 'Tropic Thunder' es totalmente desmelenado, pero al mismo tiempo encuentra un equilibrio perfecto entre la parodia y la crítica más sagaz a todo un modo de vida que Stiller conoce de primera mano, por su condición de estrella. Así tenemos un producto protagonizado por personajes llevados al límite de lo exagerado, inmersos en situaciones muy bien planteadas, con diálogos vivos y muy divertidos. Además, el director logra algo que a priori podría resultar difícil de creer, y es controlar a sus actores, y que ninguno se desborde por así decirlo. Todos están excelentes, incluido el propio Stiller, que alcanza su apogeo en su momento de locura, pero quizá quienes brillan con luz propia son unos inmensos Robert Downey Jr., felizmente recuperado para el cine y con este film vuelve a demostrarlo, y un más que sorprendente Tom Cruise, al que es una gozada verlo metido en el juego, riéndose de sí mismo como el que más. Atención a los diálogos del primero sobre como ganar un Oscar, o a los numeritos de baile del segundo celebrando sus éxitos como productor. Sencillamente impagables, y una nominación para ambos no sería nada exagerado.
'Tropic Thunder' es irreverente, y al mismo tiempo, sincera. No es un film con maniqueos ni que se ríe de las cosas por reírse sin más. Sus primeros cinco minutos, una especie de remix con trailers de películas ficticias, dejan bien claras sus intenciones: aquí no se va a salvar ni el apuntador. El milagro es que Stiller haya sido capaz de ir más allá de la comedia en sí, logrando efectuar un dinámico juego entre realidad y ficción en el que ambos se miran de frente, e incluso llegan a tocarse entremezclándose en un ejercicio de cinefilia puro y duro. No amontona gags uno tras otro hasta perder la gracia, pero está llena de instantes delirantes y divertidisímos, más un montón de detalles visuales y de guión que en un primer visionado no alcanzan a descubrirse todos ante nosotros. Tal vez en su parte final, el film esté un poco apresurado, pero esto no estropea la calidad de la que probablemente es la mejor comedia vista en años en una pantalla de cine. Ben Stiller se marca un gran tanto, siendo capaz de ir acorde con los tiempos actuales, y al mismo tiempo burlarse de ellos con estilo.
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