'Expiación: Más Allá de la Pasión', perfección sin alma

'Expiación: Más Allá de la Pasión', perfección sin alma
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El próximo viernes se estrena entre nosotros una película que dará mucho que hablar, 'Expiación: Más Allá de la Pasión' (que manía la de ponerles un segundo título a las películas cuando no lo necesitan), y es que muy probablemente estamos ante una de las cintas que más nominaciones obtendrán en los Oscars de este año, los cuales corren peligro después de notificarse una más que esperada cancelación de la gala de los Globos de Oro. Además el film dirigido por Joe Wright ha tenido una distribución limitada en los USA, lo cual no le ha impedido hacerse notar tanto en taquilla (obteniendo un excelente promedio por sala), como en crítica, la cual está rendida a sus pies. Y es que todo en 'Expiación: Más Allá de la Pasión' ('Atonement', 2007) lleva el nombre de tito Oscar, las interpretaciones, los decorados, la fotografía, la música, etc. Todos estos elementos conseguidos con una casi total perfección, pero que al mismo tiempo adolecen de una frialdad bien visible, debido a la falta de pasión (qué curioso) por parte de su director, quien cometió el mismo error (si se le puede llamar así, yo lo hago) con su correcta 'Orgullo y Prejuicio'.

Pero que nadie me malinterprete, no digo con esto que 'Expiación: Más Allá de la Pasión' me haya parecido una mala película, al contrario, me ha gustado, pero no me ha entusiasmado en ningún momento a lo largo y ancho de sus más de dos horas de duración, las cuales no cansan pero tampoco pasan volando como sí ocurre con otras películas. Su historia está ambientada en Inglaterra poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. En una mansión victoriana vive Briony Tallis, una niña con mucha imaginación y demasiado obsesionada por convertirse en escritora, que tras un malentendido acusa al hijo de la ama de llaves, y de quien está secretamente enamorada, de un crimen que no ha cometido, algo que traerá consigo catastróficas consecuencias para más de uno.

Una vez más, y al igual que su anterior película, Wright se lo pasa en grande filmando la película haciendo gala de un virtuosismo visual que por momentos le queda bien al film, y en otros no tanto. Cabe citar el impresionante plano secuencia que se produce en una playa llena de soldados, de un perfección técnica que asusta aunque totalmente innecesario por otro lado, ya que no aporta nada narrativamente hablando al film más allá del típico "queda bien". Y es que el director, que logra dotar a la película de un más que aceptable ritmo, parece demasiado preocupado en el aspecto visual de su obra, no entregándose con la misma fuerza al resto, y eso que cuenta con un guión de Christopher Hampton, guionista y director de cierto prestigio al que se le puede achacar algo de frialdad en su libretos. Si a eso le sumamos que Wright es un buen director pero sin alma, el binomio es perfecto.

Afortunadamente para todos nosotros la película es bastante llevadera, la historia interesa lo suficiente, y los actores están totalmente entregados a sus roles. Keira Knightley, a la cual un servidor le tiene algo más que tirria, parece que sólo interpreta bien cuando se pone a las órdenes de Wright, tal y como demuestra su anterior trabajo con el director y por supuesto la presente película, en la que la actriz es capaz de hacernos olvidar todas las tonterías en las que se ha metido con anterioridad. Incluso un actor como James McAvoy consigue estar muy convincente en su personaje, logrando una química perfecta con el de la Knightley. Ambos protagonizan una de esas tristes historias de amor que tanto gustan al público. Una historia de amor narrada desde varios puntos de vista, teniendo especial importancia el fascinante personaje de Briony Tallis, sin duda lo mejor de la película. Dicho personajes es interpretado por nada más y nada menos que tres actrices, que dan vida a Briony a las edades de 13 y 18 años, y cuando es adulta. Tres actrices que merecen una nominación por su complejo trabajo, el de interpretar coherentemente el mismo personaje yendo más allá de la simple diferencia de edad. Saoirse Ronan (que en el próximo año se hará famosa gracias al nuevo film de Peter Jackson), Romola Garai y Vanessa Redgrave están impecables dando vida a la imposible y compleja Briony.

Joe Wright juega con el montaje para contarnos la historia, dando saltos en el tiempo que nos permiten ver el mismo hecho desde otro punto de vista o simplemente darnos información de una forma menos convencional, pero esta decisión no es del todo acertada, aunque por supuesto todo queda muy bonito en la pantalla. Además, en el tercio final de película se descubre una sorpresa que a más de uno cogerá desprevenido y a muchos emocionará pues lo que nos cuentan es enormemente triste. Sin embargo, si escarbamos un poco llegamos a la conclusión de que es una mera trampa argumental, que sí, funciona, pero sólo lo justo, ya que nos la podrían haber metido en cualquier momento de la narración, valiendo cualquier cosa hasta ese momento. Lo que sí me ha parecido muy interesante es que jugaran con la banda sonora (excepcional trabajo de Dario Marianelli) acompañada rítmicamente de cierto ruido demasiado familiar y acorde con el personaje central. Una forma muy original de darnos pistas sobre el desenlace de la película.

Una buena película, que podría haber estado mucho mejor, y es que el amor, o desamor, tema central del film, necesitaba de más alma, de más fuerza, incluso de más romanticismo. Aún así, 'Expiación: Más Allá de la Pasión' levantará precisamente lo que le falta: pasión. Y es que es de esas películas estratégicamente pensadas para gustar.

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