Soy leyenda, de Francis Lawrence. Comienza (a ser exhibido) el calvario del último hombre sobre el Planeta Tierra y su perro pastor alemán. Robert Neville (Will Smith) es el único sobreviviente de una plaga que, creada en un laboratorio, ha diezmado a la humanidad. Único habitante de Nueva York, Neville se las ha arreglado para agenciarse su sustento, enviar mensajes radiales en busca de algún otro superviviente y mantener a raya a los depredadores tenebrosos que necesitan de su sangre para curarse. Nueva adaptación cinematográfica del clásico de Richard Matheson.
El caso Litvinenko, de Andréi Nekrasov. Es el primer filme del que tengo noticia sobre el caso de Alexander Litvinenko, el ex agente del FSB envenenado con la substancia radiactiva polonio 210. Suena interesante por demás, ya que su director, Andréi Nekrasov, fue amigo de Livinenko y testigo de su dolorosa muerte. Nekrasoz se vale del caso para describir el ascenso al poder del estado policial ruso.
Actualmente, Hollywood prepara al menos dos películas que, en clave de ficción, reconstruyen el dramático caso. De modo que este filme puede resultar un excelente abrebocas de lo que que está por venir.
Lejos de ella, de Sarah Polley. ¿Les parece conocido el nombre de Sarah Polley? Sí, es la actriz canadiense. La misma que protagoniza Dawn of Dead. ¿Sabían que además de bella y buena actriz, también dirige? Ha dirigido al menos un par de buenos cortos.
Resulta que ahora se ha lanzado al largo. Y el resultado, Lejos de ella, (dicen los críticos que) es una de las mejores películas de este año.
El filme cuenta la historia de Grant y Fiona, un matrimonio de medio siglo que ahora debe enfrentar una enfermedad temida y temible: el alzheimer.
El espía, de Billy Ray. En febrero del 2001, un escándalo sacudió hasta sus cimientos a una de las instituciones más venerables de los Estados Unido, el FBI, cuando se descubrió que uno de sus agentes, Robert Hanssen durante 20 años había vendido información clave de inteligencia a la Unión Soviética.
Inspirada en esos sucesos, El Espía ha sido descrita como un intenso thriller dramático (o drama thrilleroso), un juego de gato y ratón, de espía contra espía, paredes adentro del FBI. Chris Cooper interpreta a Robert Hanssen, mientras que Ryan Phillipe es Eric O'Neill, el agente novato encargado de descubrir al topo. Laura Linney les acompaña en el reparto. Se puede leer una crítica aquí.
El caníbal de Rohtenburg, de Martin Weisz. No sabía que habían hecho una película inspirada en el escalofriante y perturbador caso de Armin Meiwes, "el maestro carnicero de Rotenburg". ¿Se acuerdan? En 2001, Meiwes publicó un anuncio en internet buscando una pareja interesada en ser asesinada y devorada. Como internet da para todo, Meiwes consiguió un candidato, Bernd Jürgen Brandes, un viejo interesado en las posibilidades eróticas de la mutilación. El resto es conocido: Meiwes cercenó el pene Brandes. Ambos trataron de comérselo, pero crudo era muy duro y Meiwes resultó un pésimo cocinero: chamuscó el preciado pene.
Luego, Meiwes mató a Brandes y almacenó su carne en el refrigerador.
Pero El caníbal de Rohtenburg, el filme que nos ocupa, va mucho más allá de la simple anécdota. Plagado de escenas onírica y atroces imágenes, su historia gira en torno a Katie Armstrong (Keri Russell), una joven norteamericana residente en Alemania, obsesionada con el caso.
El Silencio antes de Bach, de Pere Portabella. Lo siento, pero la sinopsis de esta película que he leído me parece tan alucinante que cito a continuación un fragmento:
El silencio antes de Bach es una aproximación a la música y a las disciplinas y oficios que la rodean a través de la obra de Johann Sebastian Bach. Una mirada sobre las profundas relaciones dramatúrgicas que existen entre imagen y música, de manera que no se concibe esta última como un mero subrayado subsidiario de la imagen sino como sujeto paritario del relato.
Nada, que me encantó eso de "sujeto paritario del relato". En fin, El Silencio antes de Bach arranca cuando Johann Sebastian Bach llega con su familia a Leipzig para ocupar el puesto de Cantor en la Escuela de Santo Tomás. Pero como dice otra sinopsis que he leído, el filme no cuenta con una típica estructura narrativa lineal (como todo filme de Portabella): es el espectador quien debe establecer vínculos de causa-efecto entre las diferentes secuencia. En fin, aunque pueda sonar como un tostón absoluto, yo la vería.
Pelotas en juego, de Robert Ben Garant. No se entusiasmen: las pelotas a las que alude el título no son las que se imaginan: son pelotas de ping pong, deporte desquiciante como el que más.
Esta comedia narra la odisea de Randy Daytona, un antiguo jugador de ping pong quien es contratado por el gobierno para un campeonato en China, aunque detrás se esconde una compleja operación contra el crimen organizado.
Ha sido descrita como una parodia del clásico de Bruce Lee Enter the Dragon, con toques de James Bond y Scarface. Dan Fogler, Christopher Walken y Maggie Q protagonizan.
La búsqueda 2: El diario secreto, de Jon Turteltaub. No me había enterado yo sino hasta ahora que existe una primera parte de esta película.
Pero en esta segunda oportunidad, el buscador de tesoros Ben Gates (Nicolas Cage) descubre que uno de sus antepasados ha sido involucrado en el complot para asesinar a Abraham Lincoln. Como se supone que esto es mucho más de lo que pueda y deba tolerar, el buscado de tesoros se embarca en la misión de limpiar la memoria de su tatarabuelo. En el camino se topará con uno de los tesoros más buscados del mundo.
Aquí se puede leer la crítica de Beatriz.
Alvin y las ardillas, de Tim Hill. Alvin, Simon y Theodore, son tres ardillas que comparten la casa de Dave Seville. En realidad es al revés: Seville debe compartir la casa con tres ardillas. Eventualmente, el trío se convertirá en la sensación musical del momento. Y es entonces cuando los problemas comienzan...
El bosque del luto, de Naomi Kawase. Un viaje en coche se transforma en una verdadera odisea existencial de descubrimiento entre el jubilado Shigeki y Machiko, empleada de la residencia geriátrica en la que vive el primero, y quien acaba de perder un hijo. También tenéis una crítica de mi compañera Beatriz.
Ángeles S.A, de Eduardo Bosh. Carlos muere en un accidente aéreo justo cuando la vida le sonríe: estaba a punto de cerrar un trato con una editorial para sacar al mercado una colección de ángeles en miniatura.
En el cielo, Carlos se convertirá en el ángel de la guarda de su hija. Pero cuando descubre que hay problemas en casa, adopta el cuerpo de un profesor de su hija y baja a La Tierra a poner las cosas en su sitio.
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