No he podido terminar de verlo. El estreno de Esta casa era una ruina en Antena 3 ha confirmado mis peores expectativas. Ya lo decía José María en el post que escribía al respecto: "No faltarán, como no, el aliciente del sentimentalismo, la lloreras y la emoción que tan bien venden en televisión." No es que no hayan faltado, es que no he visto otra cosa.
Vender este programa como un programa de "decoración" o de "reformas", un "cambio radical para la casa", es mentir. Este es un programa cuyo único objetivo es explotar las carencias y las miserias de personas maltratadas por la vida, con la cámara bien cerquita para ver cómo lloran. Con la excusa de cambiarles de casa, el programa se recrea en las dificultades de sus vidas y en la explosión de sentimientos que les sobrevienen cuando, quizás por primera vez en muchísimo tiempo, alguien les echa una mano. Poco importa que quien lo haga sea una cadena de televisión cuyo único objetivo es la audiencia y la publicidad, y que esa audiencia y esa publicidad sean los únicos motivos por las que les van a ayudar. Poner a una madre de familia numerosa que malvive en una caravana emocionada hasta el desmayo porque va a tener agua corriente o luz eléctrica, recrearse con la emoción de estas personas... me parece ruin, profundamente lamentable. ¿Y qué decir de la participación de los menores en este montaje? ¿Es lícito que una cadena explote así las penurias de unos críos, metiéndoles las cámaras en las narices? Cuánto más lloren, mejor.
¿Y después qué? ¿Qué va a pasar con esta familia dentro de dos meses, o de un año? ¿Se han atendido las causas que les han llevado a su situación actual, o meramente se ha puesto un parche de diseño colorista y televisivo? Si no se solucionan las causas, dentro de un año su situación habrá vuelto a ser la de antes. Solo que la televisión ya les habrá utilizado todo lo que necesitaba, y nadie les va a ayudar.
No sé por qué me ha indignado tanto este programa, cuando llevamos años soportando cosas así. Quizás no sea nada nuevo. Pero a mí hoy, por lo que sea, me ha resultado especialmente enervante este ejercicio de cinismo televisivo, que me ha provocado un profundo asco.
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