Hace pocos días cayó en mis manos un cortometraje dirigido por John Ford en 1919, en la época inmediatamente anterior a saltar a la fama con películas como 'El Caballo de Hierro' o 'Tres Hombres Malos', auténticas obras maestras del autor en su etapa muda. Antes de eso Ford realizó infinidad de cortometrajes, la mayoría de ellos firmados con el nombre de Jack Ford. De lo que no cabe duda es de que el término "cortometraje" es algo muy distinto hoy en día si lo comparamos con aquellos años. Realmente TODO el cine es muy distinto hoy en día si lo comparamos con aquellos años, resulta más que obvio. Pero si hoy puede significar falta de medios, de aquella era todo lo contrario. El Cine empezaba y las películas se hacían a patadas, algunas sobrepasaban la hora de duración, otras no, y eran las que se convertían en cortos, los cuales eran emitidos en bloque en programas dobles. Prácticamente todos eran realizados por encargo, y la calidad artística, en la mayoría de los casos dejaban bastante que desear. Sólo en 1919, Ford hizo 15 trabajos, de los cuales 6 eran cortos. Eso sí, absolutamente todos estaban enmarcados en el género que hizo a Ford innmortal: el Western.
La historia de 'By Indian Post' es bien simple. Ya tiene que serlo, pues dura tan sólo 13 minutos. Resumiendo se trata de una historia de amor entre un muchacho y una bella joven cuyo padre se opone a la relación. Ambos jóvenes encontrarán la manera de estar juntos. No hay más. Una historia sencilla sin demasiadas complicaciones, que lo único que busca es el entretenimiento del espectador.
Evidentemente no hay ni el más mínimo rastro en este trabajo que hiciera suponer que nos encontramos ante el gran John Ford, si exceptuamos por supuesto, que nos estamos ante un western. Pero por lo demás, se trata de un corto que podría haber firmado cualquiera y que no se diferencia en absolutamente nada de otros que se hacían en la época. Decir únicamente a su favor, que la historia está bien condensada en tan poco tiempo, pero como este tipo de trabajos los hacían como churros, es de suponer que ya le tenían pillado el tranquillo. En su contra pues todo lo demás, rodado muy convencionalmente y sin comerse demasiado la cabeza, no proporciona ni el más mínimo interés, salvo el histórico, o sea, el ver los comienzos de uno de los más grandes directores de todos los tiempos. Y decir eso con John Ford es quedarse corto. Por cierto, intentaremos colgar el corto en video google para que podáis echarle un vistazo.