Tendría que haberse estrenado ayer, pero me imagino que algún listo distribuidor español (especie en vías de extinción) se le ocurrió verla antes de ayer y gritando a los cuatro vientos, ¡parénlo, párenlo todo! ¡menuda basura vamos a estrenar! ¡pal videoclub, ésta se va pal videoclub! detuvo rápidamente todo y evitó que el mal cine se extendiese sin compasión por las carteleras españolas. Bueno, al menos por una vez me gustaría que hubiera sido eso en realidad. 'Pulse' es el remake americano de 'Kairo', film japonés que comenté hace dos días. Sobra decir que los remakes existen desde que el Cine es Cine, aunque lo cierto es que últimamente es obsesivo. Parece que no hay película oriental reciente a la que no quieran someter a un lavado de cara y reciclación para explotar la gallina de los huevos de oro de una buena idea que parece sólo se encuentra por tierras del lejano oriente.
A mí personalmente me fastidia un poco que se cojan películas asiáticas que no han sido distribuídas fuera de su pais, aunque hayan sido un éxito, y se intente vender al resto del mundo la misma historia pero hecha por los americanos. Y no me malinterpreteis, no tengo nada en contra de los remakes, siempre y cuando caigan en buenas manos y se tengan las ideas claras de qué va a aportar dicho remake. Pero si hacemos cuentas muy pocas se salvan, y lo que es peor, la gente se queda sin conocer el original, por mucho que se empeñen en intentar vendernos la moto de que si se hace una nueva versión, el público tendrá interés en ver la anterior. Mentira.
'Pulse' tiene más o menos el mismo argumento que 'Kairo'. Un grupo de chicos y chicas muy cachondos y cachondas se enfrentan a una amenaza maligna proveniente del más allá y que se han venido para el más acá a través de internet. Delirante. Sí, sí, y he aquí la primra e importante diferencia con respecto a su original, y por lo tanto un defecto. Lo que en la película de Kiyoshi Kurosawa era perfectamente creíble, aquí no lo es. ¿Por qué? por un montón de razones a cada cual más sorprendente.
Para empezar la película suprime todo apunte filosófico yendo directamente al grano, a lo que es la historia de terror en sí. El problema es que toda ella está estúpidamente mostrada, desarrollada y resuelta, que para colmo, al final no se privan de realizar alguna que otra reflexión trascendental que no le pega absolutamente nada, y más aun cuando durante todo el metraje han evitado hacerlo. La función se centra en los supuestos sustos de turno, convenientemente acompañados por un subidón de volumen en el que se apreciarán ruidos raros que nunca vienen a cuento, y también lo veremos todo como muy deprisa y corriendo, porque parece ser que así se asusta más al público.
El guión no tiene ni pies ni cabeza, está todo muy apresurado y las situaciones planteadas dan verdadera risa. Al respecto citar dos en concreto, sin desvelar nada. El motivo por el que el protagonista masculino se involucra en la historia es de juzgado de guardia y metido totalmente a calzador. Y luego uno de esos momentos supuestamente terroríficos tiene lugar en un sótano donde hay unas lavadoras. No voy a decir lo que pasa ahí, pero os aseguro que uno llega a plantearse si está viendo un film de terror o una parodia. Por cierto, el guión viene firmado por Wes Craven, un señor más bien mediocre con algún título interesante, y que en principio iba a dirigir la película, pero debió de pensárselo mejor y meditó que la cosa ésta no había Dios que la salvara.
Otro de los grandes fallos de la película es la dichosa explicación final que deben tener este tipo de films, para que los espectadores tontos no se queden sin su aclaración. El problema es que al prescindir de los elementos más interesantes del relato, la explicación es ridícula y no se aparta absolutamente nada de lo visto en cine hasta este momento. Incluso es peor, ya que no dejan absolutamente nada a la imaginación del espectador, teniendo éste que tragarse un porqué ridículo y abusrdo por tal y cómo está mostrado.
Los actores no son actores, son caras bonitas que se pasean por la película exhibiendo sus esculturales y cuidados cuerpos, para ver si algún poductor más se fija en ellos y los contratan par films de mayor envergadura. Dos de ellos, los principales, vienen de éxitos televisivos recientes. La sosa Kristen Bell proveniente de 'Veronica Mars', y el todavía más soso Ian Somerhalder, proveniente de la alargada hasta la extenuación 'Perdidos', en la que seamos sinceros, él era uno de los peores actores de su extenso reparto.
Un bodrio descomunal, con momentos de verdadera vergüenza ajena, que parece rodado con una rapidez inusitada, por lo atropellado y embarullado de la función. Se desconoce cuando decidirán estrenarla de verdad, aunque por mí puede perderse en el olvido. De todos modos, tened cuidado, cualquier día cuando menos lo espereis y vayais tan tranquilos a vuestra sala de cine más cercana y os dé por mirar hacia las carteleras... repito, tened cuidado.
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