La quinta temporada de 'Águila roja' nos dijo adiós el pasado jueves. Su despedida fue brillante para TVE pues contó con un 24% de share y más de cuatro millones y medio de espectadores. Unas grandes cifras que no deben empañar el hecho, eso sí, de que ésta ha sido la temporada menos seguida por la audiencia, con una media de un 23,4%, bastante por debajo del promedio que consiguió la cuarta edición, que alcancó un 29,6%. ¿Habrá tenido algo que ver la manera en que la serie de Globomedia ha sido programada?
Porque algo muy destacable de esta temporada son los vaivenes en su emisión. Todo comenzó con un primer capítulo que, en realidad, correspondía al cierre de la cuarta etapa, vimos unos cuantos capítulos pero la serie fue cortada para que las fechas veraniegas no estropearan sus estupendas cifras. Volvió en otoño y, cuando todos estábamos esperando que se despidiese hasta el siguiente curso, TVE decidió emitir cinco capítulos más de una sexta temporada que ya está grabada. Vaya, ¿es posible cortar y coser capítulos de esta forma sin que la unidad temática se vea afectada? Veamos cómo puede conseguirse.
La potencia de la trama vertical
'Águila roja' es nuestra serie de aventuras y superhéroes por excelencia. Esto quiere decir que la peripecia del capítulo es tan importante que muchas veces pasa por encima de la cohesión con los capítulos que le siguen: El personaje está en medio de un sarao de impresión, que a punto está de costarle la vida. Milagrosamente se salva. El jueves siguiente ya está en plena forma, como si nunca hubiese sufrido el menor percance, y preparadísimo para volver a ponerse en peligro mortal.

La trama episódica siempre da lo mejor de sí misma. Se escogen temas muy intensos, de impacto, ejemplo: Cipri se apunta a un torneo de gladiadores sin saber que es una lucha a vida o muerte, o el cardenal es torturado salvajemente por el comisario, la cosa es que alguno de los personajes siempre acaba en riesgo mortal. Vale, ya sabemos que, en realidad, no van a morir, pero se trabaja como si así fuera, y, finalmente, se consigue que el espectador acabe con el corazón en un puño y aplaudiendo a rabiar cuando el entuerto se ve resuelto.
La potencia de las tramas verticales ha permitido hacer cortes de emisión que quizá otras ficciones no podrían permitirse pero eso no quiere decir que la trama horizontal esté descuidada. Al contrario, casi diría que con el paso de temporadas se está trabajando más la cuestión de una historia troncal. Se arrastran tramas del pasado (como la genealogía de Gonzalo) y se disparan las nuevas, como la del tesoro de los templarios.
Un final muy emotivo
El cierre de esta edición que, como decimos, se correspondía en verdad al capítulo cinco de la siguiente temporada, me pareció muy emotivo y emocionante. Fue un capítulo en el que pasaron muchísimas cosas. Para empezar, por fin regresó mi marquesa de Santillana de mis entretelas, (el personaje de Miryam Gallego es mi favorito) y lo hizo poniéndose de parto, apártese usted que llevo prisa, dejándonos con la miel en los labios respecto a cómo reaccionará cuando vea a esa Loles León que ha usurpado su puesto.

Y, por fin, el Águila rescató a Margarita, prisionera de Patrick. La resolución fue de héroes total: Gonzalo peleándose con todos y venciendo al malvado a golpe de bravura. Pero lo que más me conmovió, y supongo que si sois seguidores de la serie también os pasó, fue la muerte de Laura. Ese Comisario al que le encargan que mate a su propia madre, ese Águila que no puede salvarla pero que llega a tiempo para mirarle a los ojos y confesarle que es su hijo.
Tengo que decir que siempre me ha parecido muy interesante cómo se ha desarrollado esta trama del origen de Gonzalo, en la que su propio hermano es su enemigo mayúsculo, en la que dos hermanos están casados (aunque esto, que los espectadores damos por hecho después de un ojiplatismo de órdago, podría tener también su giro), en el que intereses políticos y económicos se cruzan para impedir que la verdad se conozca. Aquí se mezcla aventura y telenovela, con más y más ingredientes, como esta nueva historia de amor entre Irene y Nuño, que me parece inteligente por lo lógica de la misma y que parece hablarnos de un protoguapérrimo de la ficción nacional como es el actor Patrick Criado, al que hemos visto crecer y que ya tiene una potente historia de amor, al contrario que Alonso que, para mí, está perdiendo interés a chorros.
Los nuevos personajes
Algo muy destacable de la nueva temporada ha sido la incorporación de Lolés León y Carlos Areces en los papeles de Sagrario y Jacobo. La marcha de Lucrecia propicia la aparición de la antigua amante del marqués de Santillana, con quien tuvo un hijo al que no reconoció pero al que pagó su manutención. Esto ha llevado a la toma de posesión del palacio por parte de este nuevo heredero al título del marquesado. Sus carácteres ruines, miserables, su, en fin, complejo de inferioridad, nos han dejado momentos deliciosos. Como debe hacer un buena ficción, al final, también hemos visto sufrir a estos "malvados" e incluso han podido llegar a generar compasión, aunque, que se esperen a que llegue Lucrecia...

En cuanto a Patrick, el capitán inglés, supongo que se le podría decir eso de "no, no es amor, lo que tú sientes, se llama obsesión". Bueno, esta trama del secuestro y el intento de casamiento es de lo que menos me ha convencido de la temporada. Esto de te veo por primera vez en la vida y es que me enamoro tanto y tanto que mira, aunque tú no quieras, te voy a secuestrar, y te desposo con todas las de la ley, a lo cautiva, me ha chirriado. Aunque, en realidad, he de reconocer que es un tipo de historia clásica que funciona muy bien y que permite que se juegue ampliamente con los elementos que la forman y que, claro, el héroe salvando a la chica en el último momento, pues tiene su punto.

'Águila roja' cierra ciclo y, para mí, está en muy buena forma. Como digo, creo que las tramas troncales tienen cada vez más fuerza y el hecho de que se esté convirtiendo en una serie muy coral le está beneficiando ampliamente. Ahora, a esperar a la sexta temporada, que ya está grabada, y a la séptima, que comienza a grabarse este mismo lunes.
En ¡Vaya Tele! | Tendremos séptima temporada de 'Águila roja'
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sonicsaiyan
El problema de esta serie es que la gente la ve como quien ve una superproducción americana y por supuesto las comparaciones son odiosas.
Para mi esta serie me recuerda mas al estilo de los años 80 o 90 como Walker o Power rangers: en cada capitulo el protagonista se encuentra con un problema, lo resuelve despues de varios momentos de tensión y al final todos felices y contentos listos para otra aventura. No es una serie con grandes pretensiones ni con actuaciones de oscar, aqui se trata de ver al bueno ganando a los malos, punto
Dicho esto, se me encogió el corazón cuando creia que Satur habia muerto, lo pasé fatal
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Pues a mí esta temporada me ha parecido la peor con diferencia. Se ha notado la improvisación, repetición de esquemas como si fuera un procedimental, y una bajada importante de calidad en los guiones. P.ej., dices que el personaje de Alonso está perdiendo interés. Normal, si es que antes tenía tramas, ahora lo único que hace es gritar "¡padre!" con cara compungida cada vez que aparece Gonzalo malherido (ojo, no critico al chaval, que me parece bueno, la culpa es de que no le escriben nada decente). Y como esto montones de ejemplos.
Creo que se le ha notado bastante el recorte de presupuesto.
Usuario desactivado
Es una pena que TVE maltrate a sus series de esta manera, como hizo por ejemplo con Gran Reserva. Pero lo cierto es que la trama principal, que es la que interesa a muchos, es la relación entre Margarita y Gonzalo, y esta claro que no avanza nada.
enteryourname
La abandoné la temporada pasada. Ese baile de capítulos, de moverlos de una a otra temporada y que las tramas no avanzaban nada... No puedes ir presentando nuevas incógnitas y no desvelar las antiguas...
josutpuk
Dejé de ver Águila Roja al inicio de la cuarta temporada o cuarta lo que sea. Terminó por aburrirme porque hay capítulos en que la trama central no avanza nada y según leo (o me cuenta mi madre) tampoco me he perdido mucho.
Alonso me parece un personaje insufrible desde el primer capítulo. Nunca me gustó.
En resumen, me terminó aburriendo y la dejé de ver. Fin de la cita
johnsea
No acuerdo con el artículo, veo la serie pero me parece una bazofia de grandes proporciones. Bien que tiene su chispa en las escenas de acción y tramas de aventuras pero la degeneración que ha sufrido (acordémonos de la primera temporada con el misterioso monje o la hermandad de la capuchas rojas) hasta ahora con repeticiones vomitivas han hecho que incluso el espectador medio deje de verla por otros formatos (TCMS). Esta serie podría haber sido muy grande, pero como siempre debemos recurrir al tópico: es Globomedia.
alepab
Pues a mi me encanta aguila roja yo stoy deseando k yegue la sexta temporada
ES UNA SERIE MUY BONITA ES PARA QUIEN SEPA ENTENDERLA