Después de años disfrutando del mundial de motociclismo en TVE ayer asistimos al cambio de ciclo, pudimos ver por primera vez las motos en Telecinco. Con este cambio se cumple el hecho de que son dos cadenas privadas las encargadas de emitir los deportes de motor más importantes en contrapartida a hace unos años, donde era TVE la encargada de emitir los dos deportes todos los fines de semana.
Telecinco ya tenía experiencia en lo de emitir deportes de motor, ya que hace unos años eran los encargados de contarnos las idas y venidas de Fernando Alonso, Pedro de la Rosa y compañía. Pese a esta experiencia hay que tener algo muy claro, las motos no son la Fórmula 1. El motociclismo es un deporte mucho más rápido, tiene una emisión que dura más y el número de protagonistas se multiplica si lo comparamos con la Fórmula 1. ¿Cómo le ha ido a Telecinco en su primera emisión? Pues resumiendo podríamos decir que progresa adecuadamente, pero tiene cosas que corregir.
Buenos contenidos antes de la carrera
Si lo miramos desde el lado televisivo, el mundial de motociclismo es algo complicado de emitir. Tiene tres carreras completamente diferentes una detrás de la otra (Moto3, Moto2 y MotoGP), con una pausa bastante larga entre ellas y con una duración, cada una, de más o menos una hora. Estas características hacen que para emitir las tres carreras tengas que utilizar un recurso muy obvio pero que no se hacía hasta hace unos años: emitir contenido extra relacionado con el deporte en sí.
Gracias a la Fórmula 1 Telecinco tiene experiencia en este tipo de contenidos y, lo cierto, es que se notó con creces. Los reportajes sobre el país, las grabaciones con los diferentes pilotos de interés para el espectador y los vídeos explicativos sobre el motociclismo tuvieron un nivel bastante alto. Lara Álvarez lo hizo aceptablemente bien en sus reportajes y Keko Ochoa, con su conocimiento del mundillo, nos trajo entrevistas y reportajes con los pilotos que merecieron la pena ser vistos.
Una retransmisión demasiado fanática
Si hiciéramos una comparación punto por punto entre TVE y Telecinco en la retransmisión es donde la cadena de Mediaset saldría perdiendo. Pese a no haberlo hecho del todo mal cometieron un error (algunos dirán que fue por ser más comercial) al cual los aficionados a las motos no estamos demasiado acostumbrados: pecaron de demasiado forofismo. Personalmente, otros estarán en contra seguro, me parece estupendo que los comentaristas vayan con los pilotos españoles, pero escuchar sandeces como Soy español a qué quieres que te gane o gritos varios por parte, sobre todo, de Mela Chércoles me pareció una falta de respeto al deporte en sí y a la retransmisión. Yo quiero ver las motos, no escuchar a alguien fanfarronear de unos deportistas que, sinceramente, no me dan de comer.
Otro punto negativo en la retransmisión fue el exceso de comentaristas. En la cabina, si las cuentas y el oído no me fallaron, estaban Keko Ochoa, Mela Chércoles y Dennis Noyes. A esos tres se le unía, de vez en cuando, un Ángel Nieto que dio la impresión que estuvo sólo para poner la cara famosa y poco más. Además teníamos a Marcos Rocha y a Lara Álvarez en el paddock hablando con los diferentes equipos.
¿Qué fallo hubo aquí? Pues que parecía que los roles no estaban bien designados, ya que cuando Keko Ochoa estaba narrando lo que ocurría, de repente Chercoles hablaba por encima de él para explicar algo (o gritar, por supuesto) que podía venir o no a cuento. De la misma guisa se metía por el medio Dennis Noyes, el cual junto al propio Mela Chercoles, competían a ver quién era el que más sabía. Aparte de esta ausencia de roles, se echó de menos una mayor conexión con el paddock y unas preguntas más interesantes a la hora de hablar con los mecánicos o con los ganadores de las carreras, ya que la mayoría de las veces estas intervenciones se redujeron a una pregunta insulsa y con poco contenido.
Publicidad muy contada
Cuando el mundial de motociclismo pasó de TVE a Telecinco todos temimos por lo mismo: la publicidad. Pasar de una cadena que trataba excepcionalmente bien el mundial cuando tenía publicidad a una que vive de ello es para temerlo y más. Al final, ni tanto ni tan poco. Sí, hubo pausas publicitarias, pero fueron justas y necesarias. Me atrevería a decir que cada 15 minutos de reloj había un intermedio, pero no tenía el cronómetro a mano para controlarlo.
Las pausas de publicidad fueron más que correctas. Hicieron uso de la famosa doble pantalla y aunque estaban en medio de carrera, no se cebaron poniendo anuncios. Alguno, como nuestros compañeros de Motorpasión Moto, podría protestar por irse a publicidad justo después de acabar la carrera pero, si lo pensamos detenidamente, no podemos culpar a Mediaset por poner publicidad justo en el momento de mayor retención de espectadores, ya que de algo tienen que comer.
En definitiva, Telecinco ha aprobado en su primera retransmisión del mundial de motociclismo. Les damos un aprobado justito porque los fallos con los narradores hicieron que la mayoría nos lleváramos un mal sabor de boca al terminar la emisión. Si quieren mejorar van a tener que atar en corto, sobre todo, ese forofismo y esa emoción desaforada porque, sinceramente, no son nada apropiados para la retransmisión de un deporte como el motociclismo.
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