Telecinco parece dispuesta a capear el temporal como sea y ante las discretas audiencias que estaba registrando Caiga quien caiga han decidido cambiar el horario y pasar el programa a la noche de los miércoles, esperando que la audiencia remanente de Hospital Central mejore los datos del informativo de Fuentes y compañía.
Con la nueva temporada, el formato apenas ha sufrido modificaciones pero quizá la ausencia de Arturo Valls también sea un lastre difícil de superar. En cualquier caso, la cadena estima que en la noche del martes el público es mayoritariamente femenino y con el cambio pretender enganchar al público masculino de los miércoles. Una consideración algo arriesgada y simplista que queda muy lejos de reflejar el verdadero problema: Caiga quien caiga no es un late night.
Volvemos otra vez a la falta de acierto de los programadores, a las incoherencias que presenta la cadena y a los problemas que tienen para enfrentarse a sus propios demonios. Quizá Escenas de matrimonio, el espacio sorpresa del verano que se ha consolidado en su franja, esté siendo en el fondo un quebradero de cabeza que impide cualquier movimiento y modificación. Parece que la parrilla de Telecinco se articula en torno a unos pilares intocables y el resto de programas orbitan como pueden en el resto de franjas que quedan libres.
Caiga quien caiga funcionaría mejor después del informativo, pero esa idea se descarta desde el principio porque a las Escenas de matrimonio no hay quien las mueva. ¿Por qué estrenan el programa en un horario nada conveniente, condenándolo al fracaso? Quizá es que a la cadena no le interese Caiga quien caiga y esta sea la mejor forma de quitárselo de encima.
Vía | Fórmula TV
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