Muy pocas series pueden presumir de llevar ocho temporadas siendo líder de audiencia. Es cierto que ‘Aída’ ha perdido espectadores con el paso del tiempo, pero también hay que reconocer que hoy el mercado televisivo no es el mismo que el de hace unos años, por lo que ahora llegar al 20% de share es un logro en mayúsculas. Tras su vuelta, la comedia mantiene el nivel de temporadas pasadas, pero no todo son aplausos para una de las series de referencia de Telecinco.
Entre sus aciertos hay que destacar el pilar en el que la serie tiene asegurado su éxito: sus personajes. No sólo están bien definidos, sino que las interpretaciones de la mayoría de los actores siguen siendo geniales y aunque todos tengamos nuestro personaje favorito, la mezcla de todos ellos hace que Esperanza Sur brille por sí solo. Y por personajes no me estoy refiriendo exclusivamente a sus protagonistas. ‘Aída’ cuenta con unos grandes secundarios (Macu, Barajas, Toni…) que se echan en falta cuando no aparecen en alguno de sus capítulos.
Aunque en esta temporada la risa sigue estando asegurada tengo que reconocer que algunos de sus chistes me producen rechazo desde hace ya bastante tiempo. Es cierto que los guionistas se atreven con cualquier tema (inmigración, delincuencia, homosexualidad…) y se ríen de todos los estereotipos que hoy en día podemos encontrar en la sociedad, en parte ahí también radica el éxito de la serie. Pero creo que no todos los espectadores entienden ese humor y que las gracias que ven en un capítulo son imitadas para llevar a cabo sus propias burlas. Eso es culpa del espectador, sin duda, pero las tramas no sólo deberían beneficiarse de introducir estos temas, sino que además deberían asumir la responsabilidad que eso conlleva.
La llegada de la octava temporada ha introducido algunos cambios que no me terminan de gustar. La ruptura de Paz y Luisma es una de ellas. No porque haya ocurrido sino por el drama que ese hecho ha introducido en algunos de sus capítulos, que deja mal sabor de boca después de ver una serie con la que te dispones a reír. Y también me asusta el hecho de que hayan anunciado que Jonathan va a coquetear con las drogas en los próximos capítulos porque no sé cómo van a tratar el tema y si sólo lo van a usar para asegurarse más risas.
Termino dándole una bofetada a Telecinco por la programación que ha hecho de la serie, una vez más, bochornosa. Ha ofrecido dobles capítulos de la nueva temporada ante el temor de la llegada de ‘Doctor Mateo’. Creo que esto sólo sirve para que nos cansemos antes de la serie y teniendo en cuenta el número de capítulos que ‘Aída’ lleva arrastrando, la cadena debería ir planteándose tenerla entre algodones, aunque esto no sea costumbre dentro de su programación habitual.
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