Anoche Telecinco estrenó con éxito ‘Acorralados‘, su “nuevo” reality. Y pongo nuevo con comillas porque de nuevo tiene bien poco. ‘Acorralados’ es exactamente lo mismo que ‘Supervivientes’ pero cambiando la ubicación de la isla por una casona en Asturias. Quien pensara encontrar en Telecinco algo más similar a ‘La Granja de los Famosos’ de Antena 3 en vez del concurso que ganó Rosa Benito, se equivocaba.
Repiten productora, pareja de presentadores y hasta el casting de concursantes es clónico al anterior, por no hablar del plató, que tanto el de Madrid como el de Asturias son fieles reproducciones de los del reality anterior. Tanto es así, que anoche, siendo la primera gala de un programa “nuevo” ni siquiera se tomaron la molestia de presentar al público la mecánica del concurso y contarle en qué consiste este nuevo invento. Se daba por sentado que ya se sabe, esto es ‘Supervivientes’.
Lo malo y lo bueno de que la fórmula sea la misma es que ya sabemos a qué atenernos: gritos, soeces, personajillos y trifulcas más o menos preparadas, unidos a unas reglas difusas del concurso que parecen importar poco o nada siempre que se favorezca al show y la audiencia tire para arriba. Se notaba a legua que las reglas eran casi inexistentes, con unas votaciones de nominados que eran un auténtico chanchullo (los hombres no podían ser votados, y las dos mujeres que dan más juego, Bárbara Rey y Mari Ángeles Delgado eran inmunes), o una elección de líder también algo extraña y juegos de recompensa que no iban a ningún lado.
El morbo y la ordinariez fueron plato fuerte de la noche, dedicándole minutos y minutos a charlar sobre la capacidad vaginal de una concursante (Sonia Baby, una señorita que es acróbata vaginal), de tamaño de miembros viriles o de la supuesta relación entre una concursante, Nagore, y Sofía Cristo, casualmente la hija de otra participante, Bárbara Rey. Con estas cosas se nota que el margen a la espontaneidad es muy limitado y la productora no deja espacio a la novedad, a esperar a que los momentos divertidos o dramáticos surjan en el propio concurso sino que están totalmente orquestados y saben de antemano qué va a pasar, o mejor dicho qué quieren que pase, porque ellos lo dirigen todo.
Además, la gala fue interminable, extendiéndose hasta las dos y media de la madrugada, y eso que empezó a las diez menos cuarto. Y no sé a vosotros, pero a mí un programa de cuatro horas y tres cuartos se me hace interminable, sobre todo si el ritmo es lento como fue y apenas hay contenidos que ofrecer. Unos videos de presentación, unos juegos tediosos y una polémica muy preparada que avivó la gala en su recta final.
A mí no me pillarán más sintonizando el programa, pero parece que sí hay gente en nuestro país dispuesta a ver algo así, ya que a fin de cuentas, ‘Acorralados’ anotó un buen 20,3% de share. Pero en este dato hay que saber leer un poco más allá. Alargando la gala, es normal que suba la media del programa, y hay que mirar la franja de coincidencia para saber quién ganó realmente. En ese periodo de tiempo, fue ‘Cuéntame cómo pasó’ quien se impuso, aunque anotase un 18,6% de media, mientras que ‘El Barco‘ sí quedo por debajo del reality de Telecinco. Si comparamos con ‘Supervivientes’ el dato de anoche, el resultado de ‘Acorralados’ es bastante menor que el del otro reality, pero bien es cierto que la competencia anoche era más difícil.
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