Nada, ni siquiera el inicio de la temporada oficial para Real Madrid y Valencia, le ha servido a Telecinco para remontar su verano más horrible. Ayer, en una tarde-noche en la que cambió por completo su programación en busca de unas buenas cifras, acabó por darse el golpe casi definitivo del verano. Si ni siquiera un partido de fútbol (que no es un amistoso, sino un título oficial) consigue que la cadena se ponga por encima del 15%, es que nada puede hacerlo.
Y, ojo, porque, pese a todo, el partido de ayer lavó la cara de Telecinco. Si no llega a ser por ese 31,5% de share que mantuvo la Supercopa, la costalada hubiera sido monumental, porque a los rigores del calor, que la cadena está pagando con creces, se les han unido los Juegos Olímpicos (el domingo por la mañana, Nadal retuvo un 50% de la audiencia) para darle la puntilla.
Esto es algo más que un cambio de tendencia: o se ha acabado la suerte o la gente prefiere ver otros programas antes que, por ejemplo, 'Está Pasando', que ni siquiera llegó al 10%, su peor cifra. Con datos así ni el fútbol, que sí funcionó en su hora, ni los toros, que hicieron un share que a Telecinco no le gustará (17,2%, por debajo e ese mínimo del 20% que la cadena tantas veces ha aplicado) pueden levantar el vuelo de un avion sin combustible.
Telecinco necesita un reajuste interno de su programación muy serio: es demasiado tiempo siguiendo la misma táctica y utilizando los mismos tipos de programas y el público parece agotado. Salvo que Gran Hermano lo ponga todo patas arriba de nuevo (cosa que parece muy improbable), cifras como las de ayer (con dos eventos pensados para liderar o, al menos, quedarse muy cerca) deberían hacer sonar las alarmas.
En ¡Vaya Tele! | Telecinco a la desesperada: tarde de toros
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