Cuando Movistar anunció que adaptaría 'Web Therapy', la serie de Lisa Kudrow y Showtime, para su nuevo canal (#0), las expectativas no estaban demasiado altas. Parecía una simple propaganda con la que poder rellenar la ficción propia imprescindible de un canal generalista; un formato tan barato, sencillo y fácil de producir como innecesario a nivel adaptativo. ¿Qué novedad podría ofrecer la serie a estas alturas?
Su principal baza es su protagonista. Eva Hache cuadra tanto en el papel de Rebeca Miller (alter ego de Fiona Wallice, el personaje de Lisa Kudrow) que después del primer episodio es imposible imaginarse a otra actriz en ese papel. Hacen bien en conectar esta serie con la original; Rebeca ha sido pupila de Fiona en Estados Unidos, convertiéndola casi en un spin-off y justificando las habilidades de Rebeca en su consulta española.
Los parecidos con la 'Web Therapy' original son evidentes, a veces incluso alarmantes. La relación de Rebeca con su marido y el resto de su familia recuerda mucho a la de Fiona, y es a veces tan ornamentada que no resulta natural. Poco a poco, en los cuatro episodios emitidos, se va relajando la situación, adoptando un cariz más natural y, por qué no decirlo, español. Más propias y reconocibles son las referencias a la política y la corrupción, que tímidamente va tocando.
Y, por supuesto, 'Web Therapy' también se apoya en las estrellas invitadas. El formato de terapia online, que por definición exige nuevos pacientes cada tres minutos, permite una renovación casi total de personajes entre un capítulo y otro, lo que facilita la participación en la serie de actores y actrices que, de lo contrario, no veríamos casi nunca en televisión. Un lujo que solo ella se puede permitir.
En lo que más difieren las dos series es en el tono de su humor. Lisa Kudrow usó para su webserie y para la emisión en Showtime un humor basado fundamentalmente en la vergüenza ajena, un estilo que cuenta con muchos seguidores -y que Kudrow borda como nadie- pero que para muchos puede resultar incómodo de ver. La serie de Movistar opta más por la cara dura de su protagonista, su cinismo y su falta de moral.
En definitiva, una adaptación muy digna, igual de divertida y que evoluciona favorablemente. ¿Hasta dónde será capaz de llegar?
En ¡Vaya Tele! | 'Web Therapy', ficción delante del ordenador
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