La edad de oro de HBO, con el pistoletazo de salida a la "televisión de prestigio" nos dejó grandes joyas. Algunas como 'Los Soprano' o 'The Wire' son archiconocidas y reivindicadas como las mejores series de la historia. Otras se quedaron en una suerte de "tabla media" a pesar de su evidente calidad. 'Roma' (Rome) es un claro ejemplo de ello.
Ambientada a mediados del siglo I antes de Cristo, la serie nos contaba los tejemanejes políticos y rencillas familiares en el corazón de la república romana. Y lo explora de tal forma que bien podríamos pensar, sobre todo vista ahora, que estamos ante la gran precedente de 'Juego de Tronos'. Estrenada más de un lustro antes, en verano de 2005.
El anti péplum
De hecho, podríamos considerar este drama histórico como uno de las primeras grandes épicas televisivas del siglo XX: con un presupuesto gigantesco (se habló de 100 millones de dólares), una recreación histórica espectacular, una mirada a Roma que se aleja del péplum de toda la vida y, por supuesto, dosis de puñaladas políticas, violencia, sexo y actores británicos.
El responsable de ello, un algo inexperto Bruno Heller (que posteriormente firmaría 'El mentalista' y 'Gotham') al que le hicieron el encargo de hacer un tratamiento para serie basándose en un guion previo escrito entre nada menos que William J. Macdonald y John Milius ('Apocalypse Now').
Un guion con tres personajes centrales: un Octavio Augusto adolescente y los dos únicos soldados nombrados en los textos de Julio César, Tito Pullo y Lucio Voreno, de la XIII Legión. Estos se convertirían en los protagonistas de la serie, aprovechando la libertad de movimiento que tenía con estos personajes que fueron encarnados por Ray Stevenson y Kevin McKidd.
Algo intimidado, el guionista se sumergió en la historia de Roma. No tanto (que también) en los hechos históricos y la transición entre república, gobierno de César y la formación del Imperio, sino en el día a día de la población. Según Heller:
«El modelo que me hizo pensar por primera vez en "oh, así hay que hacerlo" fue 'Rosencrantz y Guildestern han muerto', porque la historia general es muy conocida, como Hamlet, es difícil contar esa historia. La historia escaleras abajo es más fascinante que la de escaleras arriba porque esa, un poco como Batman, está dada. Es un mito. Todos saben qué ocurre.»
Fue ese buscar la autenticidad de la representación de Roma, con sus gentes de todo tipo, el ir más hacia la ciudad de ladrillo en vez de la de mármol tan inmortalizada, lo que convenció a HBO para aprobar la que sería en ese momento su serie más cara y ambiciosa.
Entre el foro y el Aventino
La primera temporada comenzaba con la derrota de Vercingétorix y la guerra entre Julio César y Pompeyo mientras nos adentrábamos de paso en el Aventino y en lo que iba pasando en las casas patricias y plebeyas. La ambientación captaba la atención y el guion terminaba de atarnos a la silla en lo que las tramas y conspiraciones se sucedían.
Al igual que un par de años antes 'Deadwood' ofrecía un nuevo modo de hacer western, 'Roma' hacía lo propio con las series históricas (más concretamente las de época romana) con la ciudad como algo más que un escenario, con personajes tridimensionales y una exploración profunda de la mentalidad de la época.
Sin embargo, por muy de calidad que seas y por muy aclamada que seas, el dinero manda. Y 'Roma' se convirtió en un quebradero de cabeza económico e incluso legal para HBO. Rodar en los míticos Cinecittà trajo consigo cierta ansia del gobierno italiano por llevarse dólares frescos con multitud de trabas burocráticas, sinfín de tasas e incluso órdenes de arresto a productores financieros.
La acumulación de problemas hizo que justo antes de que la temporada 2 pudiese tomar forma en pantalla, HBO decidiese cancelar la serie. No habría más temporadas. Esto urgió a Bruno Heller a reescribir por completo los episodios finales de la serie para, apresuradamente, condensar los que había planeado para años venideros.
Para muestra: si el hilo de la primera temporada abarca desde la victoria en Alesia (52 AC) hasta la muerte de Julio César (44 AC); la segunda tiene a Marco Antonio en el centro, abarcando un periodo muy tumultuoso (guerra civil incluida) hasta su muerte en el 30 AC.
Lo cual es una pena, ya que de no ser por esta cancelación prematura, sin duda la serie sería mucho más recordada de lo que fue. Afortunadamente, del tropiezo de 'Roma' aprendió bastante HBO a la hora de preparar 'Juego de Tronos'. De hecho, muchos de los productores de esta acabaron en la otra y demostraron que se puede hacer épica televisiva de primer nivel y tener éxito. Y ese éxito se debe, en parte, a esa cancelada serie histórica.
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