Entre todos la mataron y ella sola se murió. ‘Pan Am‘ era una de las ofertas que destacaba en la nueva temporada de las networks, y aun con el pedregoso trayecto que ha recorrido probablemente sea el mejor drama de estreno en la televisión en abierto de Estados Unidos este año. Y aunque estoy completamente enamorado de su ambiente, de las chicas (también del piloto) y de lo que cuenta, no voy a negar que con el tiempo se ha ido desinflando, desperdigando el interés y desaprovechando las bazas con las que contaba.
Pero no todo es culpa suya; ABC no terminaba de arriesgarse con ella, y no dio mucha confianza a los creadores de la serie. Las tramas se abrían y no se cerraban, algunas aparecían de la nada… y lo peor de todo es que estaban desordenadas. ¿La causa? La manía que tiene la ABC de alterar el orden de los capítulos de sus series cuando tiene donde elegir. Y claro, eso te puede funcionar en una sitcom, pero en un drama como ‘Pan Am‘ se convierte en un auténtico desastre. Y se nota. Se nota mucho.
‘Pan Am’, una historia de altos y bajos
‘Pan Am’ era la historia de cuatro azafatas y un par de pilotos, algunos más interesantes y otros más cansinos. ¿Y a qué personajes les dieron más cancha? Efectivamente, a los más cansinos. Desde el principio se vio que la serie tenía su debilidad en Laura, fue la protagonista del episodio piloto por encima del resto, y su historia de mosquita muerta que huye hacia una vida en la que pueda sentirse más libre quizá enganchaba a la audiencia. Y lo hizo, pero sólo durante 40 minutos. A la semana siguiente, gran parte de la audiencia ya se había bajado.
Y junto a ella, por ser la hermanísima, Kate también obtuvo bastante protagonismo en los primeros episodios. El problema con ella es que, pese a ser un personaje interesante, sus primeras pinceladas en la serie la convirtieron en un personaje odioso, por culpa de los celos hacía Laura. Sólo cuando se metió de lleno en la trama de espionaje dentro de la Guerra Fría empezó a ponerse interesante. De nuevo, cuando ya la audiencia se había bajado definitivamente de la serie.
Colette y Maggie, dos grandes desaprovechadas
Y sin embargo a las dos mejores de la serie las dejaron a un lado. Por un lado, Maggie como representante de esa fuerza femenina que luchaba por todos los medios dejar el papel aislado de la mujer en la política y defender la igualdad, poniendo toda su confianza en el Presidente Kennedy. Una mujer que piensa, que lucha, se posiciona y no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar de ello. Sus discursos de loca indignada fueron lo mejor que vimos de ella, así como sus arrebatos de cría pequeña cuando las cosas no van como a ella le gustaría. Grande.
Pero la ídola, la más grande y, curiosamente, la más ignorada, fue la diosa Colette Valois. Su carácter y su historia fueron definitivamente los más interesantes de todos, pero no supieron potenciarlo. Llegó a su máximo en el tercer capítulo, en la visita a Alemania que nos trajo el pasado de la chica casi con un nudito en la garganta. Ahí demostró que su carácter era absolutamente opuesto al de Maggie, sin confiar demasiado en la palabra de un político, ni en que un simple discurso pueda cambiar la situación de todo un país.
Si me preguntáis a mí, Colette fue la auténtica protagonista del momento más alto de toda la serie, cuando le cantó a Dean el himno de Alemania frente a toda una multitud.
Una trama disfrutable, pero sin ningún orden
La estrategia de abrir una trama para luego no volver a tocarla hasta varios episodios después es más antigua que la cueva de Altamira, pero en ‘Pan Am’ se lleva la palma. No sólo dejan tramas sin resolver, completamente abiertas sin ningún tipo de explicación, sino que además involucran a los personajes en otras historias para luego, mágicamente, volver a lo anterior como si nada hubiera pasado (¿alguien sabe dónde se metió Bridget tras su regreso?). En esto tiene un papel importante el desorden con el que fueron emitidos los capítulos, pero sigo sin entender cómo pudieron llegar a plantearse hacer una emisión tan caótica.
El 1×13 de la serie es el claro ejemplo de ello, la puntilla definitiva que demuestra que ‘Pan Am’ se ha emitido sin ningún tipo de cuidado en la continuidad argumental. Un insulto al espectador, a la propia serie (no sé realmente de quién es la culpa de todo este guirigay, pero dudo que los creadores hayan optado por emitirla así) y a la simple coherencia que permita engancharse a una serie. ‘Pan am’ ha fallado estrepitosamente en eso, y ahí se le ha ido gran parte de su fuerza.
Un cierre fácil para una serie que no volverá
El decimocuarto capítulo es casi un episodio de gracia, que ABC concedió simplemente para no dejar la serie totalmente abierta. Entiendo que los responsables quisieran cuidarse en salud y no dejarlo todo absolutamente cerrado por si obtiene el indulto en mayo (que va a ser que no), pero en el camino dejaron un capítulo a medias de todo, que no emociona ni sorprende, y que dista muy poco de la mediocridad que ha caracterizado a casi toda la temporada. Sea de quien sea la culpa, ‘Pan Am’ se quedará como una gran promesa que no se cumplió, de cómo no hay que hacer las cosas si quieres que tu producto triunfe. Gracias por volar con Pan Am, y hasta siempre.
En ¡Vaya Tele! | ‘Pan Am’, elegancia, estilo e historias personales de altos vuelos
Ver 24 comentarios