'The Americans' se ha convertido en uno de esos clásicos modernos cuyo visionado parece imprescindible. FX ha iniciado la que es su quinta temporada en una ficción al que el paso de los capítulos supone sumar nuevas tramas que se suben al carro de un conflicto que ya viene bastante cargadito de trastienda.
Termina la temporada y las vicisitudes de esta familia siempre nos hacen permanecer con el corazón en un puño. Todo está siempre a punto de saltar por los aires y parece que no hay solución posible. Pero arrancan los nuevos episodios y tenemos pocos minutos para acostumbrarnos al nuevo universo que se plantea. En el que los protagonistas simulan moverse con toda tranquilidad a pesar de estar siempre pisando arenas movedizas.
Todo a punto de saltar
Así, la normalidad parece reinar es este arranque. Una normalidad más falsa que una moneda de 95 céntimos y que está a puntito de estallar. El descubrimiento de sus identidades y el posible regreso a la URSS ha quedado suspenso (de momento) y, de hecho, nuestros espías favoritos ya están inmersos en una nueva misión que, entre otras cosas, les obliga a crear un núcleo familiar diferente.
Por otro lado, también hemos seguido a Oleg, al que ya hemos adoptado como uno de nuesros favoritos en su regreso a una madre Rusia que nos presentará otros interesantes matices para la serie. La corrupción social, política y económica ahogan a un país que no entienden por qué sus habitantes deben seguir haciendo cola para obtener sus alimentos.
Sólo una pequeña piedra de esta nueva entrega y ya tenemos muchos frentes abiertos: esa Paige que se está entrenando para ser una Elizabeth 2.0, para la que su relación amorosa va a ser un problema, ese Henry que no sabemos si sigue o no al margen... Y, por supuesto, Misha, el hijo de Philip. El chico que busca a su padre y que supondrá un cataclismo para la ya tambaleante paz de esta familia.
En ¡Vaya Tele! | Por qué 'The Americans' es la mejor serie que no estás viendo
Ver 2 comentarios