Todos los seguidores de 'Juego de Tronos' tienen ya bien aprendida la lección de que el noveno episodio de cada temporada tiene una importancia capital en la serie, siendo ahí donde lo visto en los capítulos anteriores toca techo antes de que la season finale aclare algunos detalles y siente las bases de cara a la próxima temporada.
Sin embargo, el impactante desenlace de 'Casa austera' le había puesto las cosas muy difíciles a 'Danza de dragones' para superarlo, ya que parece que la serie ha alcanzado un punto en el que tiene que dejar atrás la mecánica anterior para esparcir en varios episodios los momentos culminantes de cada una de las tramas. Eso ha provocado que Stannis y Daenerys fueran los grandes protagonistas del último episodio, siendo el centro de atención de una tensión radicalmente diferente entre sí que se ha solucionado de forma magistral.
'Juego de Tronos' (5x09): 'Danza de dragones'
El propio título del episodio invitaba a esperar una importante aparición de alguno de los dragones de Daenerys por mucho que cierta -magnífica- conversación entre Stannis y su hija Shireen podría haber sido una justificación más que aceptable. Benioff y Weiss eran conscientes de ello y nos han regalado una muy extensa secuencia final cuya guinda ha sido ver a Daenerys salir volando a bordo de Drogon, concretando así la esperada reconciliación entre ambos.
No obstante, reducir la importancia del final de 'Danza de dragones' a ese único hecho sería imperdonable pese a la fuerza del mismo, ya que toda la secuencia ha ido ganando en intensidad a medida que avanzaba, empezando por la estupenda interpretación de Emilia Clarke mostrando las reacciones de Daenerys ante un espectáculo que odia -y también ante lo que sucede posteriormente-, pasando luego por el inagotable esfuerzo de Jorah para recuperar el aprecio de su Khaleesi -nada que envidiar sus combates en la arena con respecto al ataque de los caminantes blancos- y siguiendo con la masacre que no va a más por la llegada de Drogon.
Imagino que no seré el único al que se le puso la piel de gallina a medida que daba la sensación de que Daenerys y sus más allegados iban a perder la vida. En otra serie habría tenido claro que iban a conseguir escapar, pero teniendo en cuenta los antecedentes y lo que sucede cuando algo bueno le ha pasado poco antes a alguno de tus personajes más queridos... Por suerte, parece que la única baja ha sido la marcha de Daenerys a un lugar que sospecho que no se desvelará hasta la próxima temporada a través de un gran golpe de efecto.
El pecado imperdonable de Stannis
Uno de los grandes logros de esta temporada residía en que los guionista habían convertido a Stannis en un personaje mucho más interesante de lo que había en temporadas anteriores, consiguiendo así una mayor inversión emocional de los espectadores en sus andanzas. Eso es algo que también se remarca en 'Danza de dragones' en la ya mencionada conversación que mantiene con su querida hija Shireen, y eso que uno siempre es consciente de lo que realmente quiere decir...
Lo cierto es que sólo la mala memoria debería hacernos olvidar de lo que fue capaz Stannis en temporadas anteriores para lograr progresar en su lucha por convertirse en rey, pero aún nos quedaba la duda sobre si esa potenciada humanidad podría ser un primer paso a la redención y no la forma de que su caída en la oscuridad resultase aún más dramáticas. Mucho se habló en su momento de la violación a Sansa por temas básicamente morales, pero lo que Stannis hace aquí con Shireen es mucho más deplorable.
Además, el hecho de librarse de la voz de la cordura que representa Davos ya nos dejaba claro que eso iba a suceder. Ahora la duda está en saber cómo será recibido Davos por Jon y sus hombres, cuya presencia en 'Danza de dragones' ha sido meramente testimonial para señalar su llegada al muro, quedando ahora la duda de qué pensará hacer Jon para hacer frente tanto a los caminantes blancos como a algunos de sus propios aliados que no están nada contentos con la llegada de los salvajes.
Arya y Jaime
Sería un olvido imperdonable no destacar los -pequeños- avances en las tramas lideradas por Arya y Jaime por mucho que palidezcan en comparación a las de Daenerys y Stannis. Empecemos por Arya, ya que en 'Danza de dragones' se ha desviado de su camino tentada por la posibilidad de acabar con Ser Meryn, recuperando así el ser hija de los Stark. Ha sido un asedio interesante que nos ha permitido conocer los “peculiares” gustos de Meryn con las prostitutas y sospecho que no soy el único que se ha imaginado a Arya haciéndose pasar por una para poder acabar con él, ¿verdad?
Por su parte, Jaime ha sido el protagonista de una etapa de transición en su misión para recuperar a Myrcella, ya que Doran Martell se lo ha puesto todo demasiado fácil, e incluso la vengativa Ellaria se ha visto obligada a dejar sus rencillas atrás. No tengo claro que todo vaya a ser un camino de rosas cuando él y Bronn, que se ha convertido en el personaje cuya muerte peor me sentaría, cuando quieran irse de Dorne, pero lo cierto es que tampoco se huele nada raro en el ambiente, algo que sí suele suceder antes de que se desate la tragedia.
En definitiva, 'Danza de dragones' ha sido un gran episodio gracias sobre todo a las partes del mismo protagonizadas por Stannis y Daenerys. Ahora sólo nos queda sentarnos a esperar el final de temporada, pues aún hay demasiado frentes abiertos y la promo de 'Mother's Mercy' que tenéis justo encima de estas líneas invita a pensar en una despedida a lo grande. Lástima que luego vayamos a tener que esperar casi un año para la sexta temporada.
En ¡Vaya Tele! | Seguimiento de 'Juego de Tronos'
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