El año pasado, uno de los estrenos que se recibió con más indignación previa por parte del público fue 'Elementary'. El anuncio de que CBS iba a hacer su propia relectura moderna de Sherlock Holmes, después de que fracasara el intento de hacer directamente un remake del 'Sherlock' de la BBC, levantó muchas suspicacias y sospechas. ¿Iban a plagiar la serie de Steven Moffat y Mark Gatiss? ¿Y qué era eso de que Holmes estaría ahora en Nueva York? ¿Y cómo que Watson iba a ser una mujer? Cuando 'Elementary' se estrenó finalmente quedaron claras dos cosas; una es que es la clásica serie de casos de CBS, pero con dos personajes llamados Holmes y Watson, y la otra es que convertir a Watson en una mujer fue todo un acierto, porque le confirió su toque diferente a la primera temporada.
Aquella entrega inicial de capítulos terminó con una buena nota al incluir a Irene Adler, otro personaje clásico de las historias de Arthur Conan Doyle, y darle un giro que hacía que todas sus interacciones con Holmes, y el pasado que compartía con él, fueran más interesantes. Consiguieron también establecer de forma sólida la relación entre Sherlock y Joan y lograron que Jonny Lee Miller y Lucy Liu resultaran muy entretenidos de ver juntos. Así que, después de una primera temporada exitosa, había curiosidad por ver qué hacía su responsable, Robert Doherty, con la segunda entrega. ¿Tendríamos cierta evolución en los personajes? ¿Un nuevo malo que sustituyera a Moriarty? ¿O se quedaría básicamente igual?
La vuelta del pasado
Lo que han hecho es algo muy típico de los procedimentales cuando inician la segunda temporada, y es profundizar un poco más en los pasados de sus personajes. De este modo, el primer capítulo llevó a los dos detectives a Londres para que Holmes ayudara a su antiguo colega, el inspector Lestrade, y para que se reencontrara con su hermano Mycroft, con el que tiene una relación bastante distante. Interpretado por Rhys Ifans, Mycroft tenía el punto justo de excentricidad, pero donde dan el giro más interesante al canon holmesiano es con Lestrade. Como ocurre también con Gregson y Bell en Nueva York, no lo pintan como un policía inútil que no encontraría ni su mano izquierda si Sherlock no le dijese dónde está, sino que nos muestran a alguien a quien el éxito que alcanzó trabajando con el detective se le subió a la cabeza. Se convirtió en un adicto a la atención de los medios, y no ha hecho más que meterse en problemas al buscar sin descanso ese subidón desde que Holmes se marchó.
Y si en el estreno de la temporada se centraban en el pasado de Sherlock, en el segundo capítulo nos mostraban algo más del de Joan y, en concreto, del paciente cuya muerte la llevó a dejar la medicina. La aparición de Jeremy Jordan como el hijo de ese paciente, intentando aprovecharse del sentimiento de culpa de Watson, apunta a que es una subtrama que no va a quedarse aquí, sobre todo porque nos permite conocer un poco mejor a la ex cirujana y sus razones para seguir trabajando con Holmes. Los sentimientos aún sin resolver que Watson siente ante aquel error fatal en la mesa de operaciones han estado siempre presentes al fondo del retrato de este personaje, pero parece que es en estos nuevos capítulos cuando van a explorarlos con algo más de detalle.
Aparte de esas pinceladas sobre las cosas que han llevado a Sherlock y Joan a ser como son ahora, 'Elementary' ha mantenido el mismo nivel que en su primera temporada. Sus dos protagonistas tienen una buena dinámica y resultan entretenidos, y los casos se ven a la altura de las capacidades de Holmes (algo que puede hundir una serie de este tipo si no se hace bien). A la CBS no le está funcionando mal en la noche de los jueves, aguantando el tipo como buenamente puede frente a ese vendaval en las audiencias que es 'Scandal', y también parece que Doherty iba muy en serio cuando dijo que, sólo porque Watson fuera ahora una mujer, no iban a crear tensión romántica entre ellos, lo que es lo más inteligente que podrían hacer.
En ¡Vaya Tele! | 'Elementary', las mujeres de Sherlock
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