‘Fringe’ llega a su fin. Este viernes despediremos a una de las mejores series de ciencia ficción de los últimos años con un episodio doble que cerrará esta última y reducida temporada. Durante dos meses, Gallery 1988 ha querido hacer su propio homenaje y ha organizado un proyecto benéfico llamado ‘Fringe Benefits’. La idea consistía en que los seguidores de la serie votaban sus episodios favoritos y varios ilustradores harían unos posters exclusivos de los capítulos ganadores, que se expusieron en la galería y vendieron un número limitado de impresiones. Podéis ver los posters (y comprar los que aún no se han agotado) en la págna oficial.
A raíz de esto, mi compi vayatelera Marina y yo pispa pensamos que era una buena oportunidad para apuntarnos a hacer una selección de nuestros episodios más destacados o preferidos de ‘Fringe’. Confieso que nos ha costado mucho reducir la lista de premiados a sólo diez, únicamente con la tercera temporada habríamos cubierto fácilmente el cupo. Sin más dilación, aquí van mis cinco episodios presentados por orden cronológico de emisión.
Inner Child (s01e15)
‘Fringe’ me costó al principio. Tanto me costó conectar que tras cuatro episodios decidí dejarla, hasta que algunos comentarios me animaron a darle una segunda oportunidad. Acercándose ya a la decena, la serie empezaba a tener más clara la estructura que daría forma a todos los episodios y fue entonces cuando comenzó a atraparme poco a poco para enamorarme definitivamente con Inner Child, gran episodio al que tengo un cariño especial por todo esto que os cuento. Además, seguro que no hace falta que recuerde cuán relevante se ha convertido de cara a los últimos capítulos que estamos viendo.
Inner Child fue de los primeros capítulos en alimentar la mitología de los Observadores y un pequeño pero inspirado homenaje a E.T., con su criatura asustada que inspira ternura y miedo al mismo tiempo, sus caramelos de colores, su conexión física y emocional entre el extraño y el humano y sus figuras terroríficas que amenazan con llevárselo y hacerle daño.
El grotesco caso puramente policial de El Artista se combina aquí con el elemento fantástico de la ayuda del niño, y consigue que todos los personajes se desenvuelvan con soltura en sus lugares habituales: Walter con sus cacharritos, Peter de traductor y de pareja cómica de su padre (prácticamente su único cometido durante el primer año de la serie), Olivia entregándose emocionalmente a un caso, Broyles haciéndose el duro y demostrando que no lo es tanto… Un episodio tipo de la serie, que combina esa parte más ligera y policial con la sentimental y mitológica en un equilibrio estupendo y con el añadido homenaje al clásico cinematográfico de Spielberg.
White tulip (s02e18)
Los aires de grandeza, el poder o la riqueza no son temas recurrentes aquí; son más difíciles de identificar, de hacer que el espectador se implique en ellos. Es por esto que el afecto, el cariño, el amor y sus contrarios son los detonantes recurrentes para las tramas conclusivas de cada episodio. Porque toda la ciencia ficción en ‘Fringe’ no es más que una excusa para explorar relaciones y sentimientos humanos.
Aquí, Alister Peck (Peter Weller) se transforma a sí mismo en una máquina del tiempo, persevera y sufre con el amor hacia su mujer perdida como único combustible. El pasado le atormenta como lo hace con Walter, cuyas mentiras le tienen aterrado. Y es que la relación entre padre e hijo es el corazón de la serie y, en concreto, el miedo y la angustia de perder a Peter que Walter ha sufrido toda su vida, desde que cruzó universos para salvarle hasta el miedo de convertirse en una versión oscura de sí mismo de la última temporada, peligro que esquiva gracias al recuerdo de lo vivido anteriormente, incluso en líneas temporales alternativas.
White Tulip es un gran ejemplo de cómo el caso afecta profundamente a los personajes sin perder sentido o relevancia. La historia de Peck es tan escalofriante como conmovedora y ese desenlace de Walter mirando al cielo, tulipán blanco del perdón en mano, es un momento inolvidable de todo ‘Fringe’. Tan inolvidable que, en el grato empeño de los guionistas de hacer guiños y recuperar elementos de las primeras temporadas, el tulipán se ha recuperado como tótem por su significado para el desenlace final de la serie.
Marionette (s03e09)
Otro de los temas recurrentes de ‘Fringe’ es la identidad y la aceptación. El pasado de los personajes pesa enormemente sobre cómo se enfrentan a todo lo que les ocurre en la serie y cómo se relacionan con el resto. En Marionette, Olivia acaba de regresar del otro lado. Ha superado una gran crisis de identidad y se enfrenta a un nuevo dilema: recuperar una vida que le han arrebatado y superar el hecho de que una farsante haya engañado a Peter y sus sentimientos, sentimientos que para ella han sido la clave de su regreso.
En la trama episódica, el amor de un hombre le empuja a convertirse en un Frankenstein obsesionado por devolverle a una joven la vida y el baile. Cuando lo consigue se da cuenta de que ella no está tras esos ojos sin alma, una confesión que consigue hacer añicos el muro tras el que se escondían los verdaderos sentimientos de Olivia.
Ya lo he dicho: la combinación de los sentimientos y relaciones de los personajes, de todo lo que les atormenta, y cómo éstos se ven reflejados y afectados por el caso episódico es el punto fuerte de ‘Fringe’ y Marionette es una fabulosa y ejemplar muestra de ello, un episodio que llega muy dentro por la gran humanidad y verdad emocional que desprende.
Lysergic Acid Diethylamide’ (s03e19)
L.S.D. es uno de los episodios más polémicos de ‘Fringe’; de esos que dividen a los fans (como el encantador ‘Brown Betty’). En este momento, la serie se encuentra en esa etapa oscura de la serie en la que los guionistas disfrutaban de ver a Anna Torv en varios papeles y decidieron meterle a William Bell en la cabeza, con su levantamiento de ceja y su voz ronca. La consciencia de Olivia se pierde en su propia mente y Peter, Walter y Belly hacen un ‘Inception’ para rescatarla.
Independientemente de todas las decisiones locas propias de un episodio 19 de la serie (como la animación, las reglas de la ciudad-consciencia de Olivia o ese Broyles colocado), para mí siempre fue un gran episodio que, disfrazado de ida de olla, conseguía hacer avanzar a todos sus protagonistas, que salen de su estancamiento emocional.
Olivia y Peter superan ese abismo entre ellos. Él supera su culpa por no haber reconocido a la farsante y ella se da cuenta de que lo que hay entre ellos es de verdad. Olivia además supera ese gran yugo del pasado, del que fuimos testigos en el gran Subject 13, episodio que no ha entrado aquí por una pizquita de nada. Walter se libra de sus dudas, coge confianza y se da cuenta de que no necesita a Belly para enfrentarse y vencer sus miedos. Incluso Broyles, que puesto de LSD rompe esa frialdad suya y nos enseña el miedo a la muerte que le obsesiona desde que viese a su otro yo. Un gran episodio, con un desarrollo de personajes excelente vestido con un envoltorio divertido y original.
One Night in October (s04e02)
La cuarta temporada comenzó con Peter desaparecido. Supuestamente no había existido en esta nueva línea temporal y este episodio muestra cómo ha afectado su no-existencia a las vidas presentes y pasadas de los protagonistas. Pero este episodio también habla de cómo Peter ha dejado una huella imborrable en el alma de Walter y de Olivia. La misma huella que ayudó a Olivia a escapar de Over There.
El caso semanal juega precisamente cómo una persona puede marcar la diferencia y hacer que un potencial asesino en serie lleve una vida normal (como especialista en psicología criminal, eso sí). El valor de este episodio lo suman todos sus flancos: la parte emocional y tormentosa del pasado y el presente del protagonista episódico, la muestra de la recién estrenada dinámica entre los dos universos que ahora colaboran para resolver los sucesos extraños, las diferencias entre los personajes de aquí y allí, las diferencias de la nueva línea temporal y Peter como soul magnet. Y no pueden faltar los Walterismos como ese momento en el que llama Kennedy a Lincoln.
Bonus – Black Botter (s05e09)
La quinta y última temporada de ‘Fringe’ está siendo algo distinto. Después de retomar lo planteado en uno de los locos episodios 19, estamos ante una temporada diferente e irregular. Pero no queríamos dejarla completamente fuera de este homenaje, así que presentamos un par de episodios memorables a modo de bonus.
Black Blotter es en espíritu un episodio 19 de ‘Fringe’, Walter y la droga es lo que tiene. De nuevo vuelve a ese miedo de Walter a convertirse en el hombre que era, que comienza con esa reconocible dicotomía del angelito y diablillo en forma de Nina y la mujer que trabajaba con él en su laboratorio. A partir de ahí, se enfrenta a su pasado mientras el equipo busca el paradero de Michael, el niño de Inner Child, haciendo guiños al pasado de la serie, como esa historia de Sam Weiss muerto por la causa.
Por supuesto, no olvido el momento álgido del episodio: el fragmento animado que nos muestra el proceso mental de Walter para recuperar la contraseña, un divertido y currado homenaje a los sketches de Terry Gilliam que da el clavo hasta con la música.
Y hasta aquí mi declaración de amor Fringera que, aunque se despida esta semana, ha conseguido hacerse un hueco entre las series más especiales que he tenido el placer de disfrutar, con personajes y momentos que se seguro se convertirán en inevitable referencia de cara al futuro, sobre todo en ese escabroso terreno que es la ciencia ficción televisiva. Mañana Marina os deleitará con el resto de episodios elegidos para este repaso.
En ¡Vaya Tele! | Canal + emitirá el final de ‘Fringe’ al mismo tiempo que en Estados Unidos
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