Hace ya unos años que Marvel reina a su antojo en el mundo del cine, pero hasta ahora no ha conseguido hacer lo mismo en sus aventuras en la pequeña pantalla. Cierto es que 'Agents of SHIELD' empezó muy fuerte, pero no tardó en desinflarse y actualmente mantiene una audiencia que incluso nos hacía dudar un poco sobre su ya anunciada renovación por una tercera temporada, mientras que 'Agent Carter' ha seguido con vida en el último momento cuando no éramos pocos los que ya empezábamos a asimilar su cancelación.
Sin embargo, aún faltaba por gastar la bala de la colaboración con Netflix y parece que el notable éxito de 'Daredevil' ha empezado a despejar las dudas sobre la capacidad de Marvel para ocupar una posición de privilegio en el mundo de las series. Lo mejor de todo es que 'Daredevil' no es solamente la mejor ficción televisiva de Marvel hasta la fecha, sino que incluso logra estar por encima de todas las películas de su ambicioso universo cinematográfico.
'Daredevil', los personajes por encima de todo
Como era de esperar, la primera temporada de 'Daredevil' ha girado alrededor de la génesis del superhéroe protagonista. Es verdad que la serie arranca con Matt Murdock ya ejerciendo como un justiciero urbano que hace frente a todas las injusticias de Hell's Kitchen, pero también lo es que estos trece episodios concluyen cuando Murdock realmente se convierte en Daredevil. Lo que seguramente no esperábamos es que también nos fuese a contar el origen de un supervillano y lo mucho que iba a aportar la oposición entre Fisk y Murdock.
Primero Drew Goddard y más tarde Steven S. DeKnight supieron sacar todo el jugo posible a esto para romper la tendencia de todas las ficciones de Marvel hasta ahora, ya que en 'Daredevil' la historia está supeditada a los personajes en lugar de que sus protagonistas sean una pieza más o menos importante en lo que se nos está contando. Es verdad que ya en 'Agent Carter' se notaron progresos en este aspecto, pero aquí han tenido las ideas claras desde un principio e incluso han sabido manejar de forma constante los flashbacks para enriquecer tanto a los protagonistas como a la relación que hay entre ellos.
Sé que es un tanto injusto destacar uno de los flashbacks cuando todos rayas a un gran nivel, pero el episodio tras el descubrimiento por parte de Foggy de que su amigo le había ocultado un secreto tan grande como el hecho de ser el hombre de la máscara es inmejorable. Los errores más habituales habrían sido abusar de los flashbacks -idea que llegó a sobrevolar por mi cabeza cuando la serie encadenó varios episodios con esa solución para dar más entidad a sus protagonistas, aunque luego jamás fue el caso- o centrarlo todo en la discusión y resolverlo acaloradamente y con rapidez o estirando todo de forma artificial para exagerar un conflicto ya de por sí suficientemente importante.
En 'Daredevil' se tomaron todo con calma, acertaron en el momento oportuno para explorar las raíces de la relación entre Foggy y Murdock e incluso lograron que simplemente tuviéramos que ponernos del lado de ambos al mismo tiempo, por lo que el episodio se convirtió en una montaña rusa de emociones tan impactantes como cualquiera de las peleas del segundo. Es con detalles como este donde uno percibe que la serie no es visceral únicamente en su tratamiento de la violencia, sino que esto es consecuencia de una decisión tomada en lo referente a la totalidad de la serie.
Violencia apasionante y necesaria
No obstante, sería un desacierto por mi parte obviar la importancia de la violencia en 'Daredevil', ya que es aquí donde mejor se refleja esa suciedad visual que se adueña de la serie cuando llega la noche. Me consta que ha habido gente que ha puesto la voz en el cielo por la supuesta gratuidad de dicha violencia, pero yo estoy convencido de que en gran parte se debe a esa anestesia de lo políticamente correcto que obvia las consecuencias para centrarse únicamente en lo "molonas" que puede resultar una buena pelea.
Aquí también hay peleas muy bien coreografiadas, pero si recibes una paliza es posible que acabas para el arrastre y también que haya muertes y derramamiento de sangre en un enfrentamiento que busca la ilusión del realismo y no tiene problemas para conseguirlo. Muy comentada fue la secuencia final del segundo episodio, donde incluso se incidía en los efectos del cansancio durante una pelea, pero es que 'Daredevil' ha dado importancia en todo momento a las consecuencias de la violencia y parece que eso es algo que incomoda a algunos, de ahí que cada vez más obras de ficción están optando por su eliminación. Un grave error que me alegro que se haya corregido aquí.
Una de las consecuencias de esto es que 'Daredevil' transmite credibilidad, consiguiendo solucionar otro de los males propios de Marvel en lo referente a las muertes -¡si es que hasta han tenido que hacer una declaración pública diciendo que el fallecimiento de 'Vengadores: La era de Ultrón' era 100% cierto!. ¿Alguien duda acaso de que James Wesley y Ben Urich han muerto de forma definitiva e indiscutible? De esta forma el shock que recibimos al ver cómo morían a manos de Karen y Fisk es aún mayor, y seguro que no soy el único al que no le quedó más remedio que ver el episodio siguiente antes que prácticamente cualquier otra cosa cuando esos hechos sucedían.
Lo mejor de todo es que además cuenta con unos guiones sólidos que rara vez dejan algún cabo suelto -el descubrimiento del paradero de la madre de Fisk por parte de Karen es lo único que quizá me resultó un poco forzado- y que al mismo tiempo que profundizan en los temas principales -¡hasta consiguen introducir con acierto el siempre difícil tema de la religión!- van sembrando cosas de cara al ya confirmado futuro y encima trazando unas relaciones muy interesantes entre los personajes.
Wilson Fisk y la oscuridad de la serie
No voy a negar que el trío formado por Matt, Karen y Foggy es estupendo y tampoco me olvido del juego que ha dado la relación del primero con Claire, las chispas que saltaban siempre que Matt y Fisk compartían escena, aunque sólo fuera mediante una conversación telefónica, o la brillante capacidad de influencia que tenía Wesley, mano derecha de Fisk, compartiera con quien compartiera plano, pero el gran hallazgo de esta primera temporada ha sido la apasionante relación entre Fisk y Vanessa.
Lo más habitual en estos casos es que sea el héroe el que tenga la relación romántica principal, pero aquí ha sido un factor decisivo para que Fisk sea el mejor villano del universo audiovisual de Marvel hasta la fecha. Es innegable que Vincent D'Onofrio aporta la temible presencia física requerida y también que sabe jugar muy bien con esa posición de villano que se cree un héroe hasta su transformación final en Kingpin, donde la serie demuestra que no hace falta que nos lo diga de forma aún más explícita -magnífico su monólogo cuando ya ha sido capturado-.
No obstante, es a través de Vanessa cuando la empatía que podemos sentir por él se dispara, llegando incluso a dolernos un poco que no consiga huir con ella tal y como tenía previsto -¿soy el único que incluso pensó que llegaría hasta ella para que acabase muriendo de forma accidental en su tan inevitable como excelente pelea final contra Daredevil?-. A fin de cuentas, esta primera temporada se ha centrado en la lucha entre la luz y la oscuridad, de decidir si eres un héroe o un villano. Un apasionante claroscuro.
Una de las claves para lograrlo fue dar con el tono adecuado, ya que es cierto que un personaje como Daredevil parece pedir a gritos un estilo más oscuro, pero durante los últimos años muchos han cometido el error de querer imitar al Batman de Christopher Nolan siempre que se optaba por algo así. En esta ocasión se han decantado por potenciar un aire decadente en el que se da a la Nueva York post-'Los Vengadores' un toque setentero -y no pienso solamente en términos de ambientación, pues, por ejemplo, eso tb. se ha trasladado a la forma de mostrarnos a la policía- que le sienta de fábula a ese tono oscuro que os señalaba antes.
En definitiva, la primera temporada de 'Daredevil' ha sido excelente, demostrando además que en el universo audiovisual de Marvel hay espacio para héroes más oscuros y contundentes, pero también para villanos de gran categoría, y todo sin olvidar de la importancia del resto de personajes y de las relaciones entre ellos. Si a todo eso le unimos guiones solventes, un gran trabajo de puesta en escena -ojo al uso de los planos secuencia, y no pienso solamente en alguna pelea- y un reparto que borda sus papeles, el resultado que nos queda es lo mejor que Marvel ha hecho hasta ahora. No os la perdáis.
En ¡Vaya Tele! | 'Daredevil' arranca con nota la aventura de Marvel en Netflix
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