La temporada televisiva que acabó hace unas semanas nos dejó con la marcha definitiva de varias ficciones que nos habían acompañado durante los últimos años, tanto en nuestro país como en Estados Unidos. Varias fueron las series que se despidieron para siempre de los millones de espectadores que seguían fieles a ellas pese a que en determinadas ocasiones llevaban ocho años en antena. Casos como el de ‘Mujeres desesperadas’ o ‘House’ no son únicos en nuestra televisión, ya que parece extenderse esa premisa que dice que si algo funciona en la pequeña pantalla hay que mantenerlo cueste lo que cueste. El problema es que el coste de eternizar una serie afecta a su cierre y, como consecuencia, a la forma en la que esas ficciones van a ser recordadas con el paso del tiempo.
Sin duda, sabemos que ante la opción de seguir ganando dinero con una serie o darle el cierre que se merece en el momento oportuno muchos productores, guionistas o actores escogerán la primera opción, lo que provoca que en ocasiones una ficción que comenzó maravillándonos acabe cansándonos con el paso del tiempo. De estas decisiones surgen las temporadas malditas, esas cuyos capítulos provocan pereza y que parece que solo están pensadas como mero relleno de lo que sería un acertado final. Por eso, es lógico que a veces, indignados o cansados, nos surja una y otra vez la misma pregunta: ¿Cuánto debe durar una serie?
Por supuesto que es una pregunta sin respuesta concreta, ya que cada serie es un mundo y cada una de ellas crea sus propios patrones por los que va a quedar definida en el futuro. No solo hablo de la duración de cada capítulo o de los episodios que tenga una temporada, sino del ritmo que alcance una ficción y cómo se desarrolle su historia con el transcurso de los episodios. No es lo mismo un drama lleno de preguntas como ‘Perdidos’ que una sitcom como ‘Cómo conocí a vuestra madre‘ o, para los que prefieran la ficción patria, una comedia ligera como ‘Aída’ que un thriller como ‘Luna, el misterio de Calenda’ o, para los que les guste mezclar nacionalidades, un drama como ‘Breaking Bad’ frente a otro como ‘Cuéntame cómo pasó‘. En definitiva, no podemos esperar que se tomen las mismas decisiones de duración en todas las series, aunque sí deberíamos querer que una ficción termine en el momento en el que sus creadores lo estimen oportuno, llegándonos a ofrecer aquello que han decidido y no lo que los apretones de manos en los despachos consiguen después de una temporada de gran éxito.
En muchas ocasiones se puede llegar a pensar que renovar constantemente una serie puede ser la decisión idónea para satisfacer al espectador, que continúa enganchado a sus tramas año tras año, por lo que si las audiencias así lo dictaminan no habria razón para no seguir explotando la gallina de los huevos de oro. El error se encuentra en no valorar que es mejor un espectador que sienta nostalgia por una serie a que se sienta estafado por lo que está viendo, aunque el primer caso no reporte ningún beneficio económico para quienes pretenden ganar dinero con una ficción. Así, si los espectadores quieren ver a Walter White cocinando, a Dexter tomándose la justicia por su mano o las excentricidades de Sheldon Cooper en la pequeña pantalla, ¿por qué no dárselo?

Yo siempre he preferido una serie que me deje con ganas de más a una de la que lleve meses esperando su final. Es lo que me pasó con las dos grandes series estadounidenses que terminaron la pasada temporada. Fui fiel hasta el final tanto a ‘Mujeres desesperadas’ como a ‘House’, aunque llevara ya tiempo deseando sus cierres, en el primer caso para finalizar con dignidad una ficción que se había mantenido con cierta estabilidad y en el segundo caso por puro agotamiento. Las despedidas dadas este año en España han sido opuestas a lo encontrado en Estados Unidos, ya que ficciones como ‘Hispania’ o ‘Los protegidos’ han dicho adiós con tan solo tres temporadas emitidas. No podemos obviar que estas despedidas han estado marcadas por los descensos de audiencia. Aún así, tres temporadas parecen idóneas para cerrar una serie con brillo, algo que ha ocurrido con ‘Hispania’, una serie que se ha despedido manteniendo la calidad mostrada en su inicio.
Si yo tuviera que dar respuesta a la pregunta señalaría a la cuarta o a la quinta temporada como las idóneas para poner el cierre de cualquier ficción. Muchas de las series que he seguido que se han alargado hasta mínimo una sexta temporada han terminado cansándome y han hecho que esté más pendiente a algún indicio de su posible final que de la historia que me quisieran contar en ese momento. ‘Perdidos’, ‘24’ o ‘House’ han sido algunas de las grandes series a las que les he deseado un final con mayor antelación del que se ha dado finalmente. He sido seguidor de todas ellas y he disfrutado como uno más de los grandes momentos que han dejado por el camino, aunque hubiera preferido que terminaran un par de temporadas antes, algo que les ayudaría a envejecer mejor con el paso de los años.
Vencer al cansancio
Reconociendo que cinco son las temporadas ideales para que una serie finalice no estoy afirmando que una ficción no tenga temporadas buenas más allá de su quinta etapa. Hay ocasiones en las que una serie mantiene la calidad de su historia más allá de mostrar una repetición de los elementos que han conseguido enganchar a la audiencia. En España encontraríamos actualmente dos casos diferentes. En primer lugar tenemos el de ‘Cuéntame cómo pasó’, una serie que en su decimotercera temporada ha conseguido tener momentos brillantes y dejarnos con un buen sabor de boca un año más. Aún así, no deja de ser cierto que la serie de La 1 cumplió su misión hace ya bastante tiempo, por lo que podría haber finalizado varias temporadas atrás y habernos dejado con el recuerdo de ser una de las mejores series que han pasado por nuestro país.

El segundo caso es el de la ficción más longeva de nuestro país. ‘Hospital Central’ y sus 20 temporadas son una buena muestra de ese cansancio al que llega el espectador con el paso del tiempo. La serie de Telecinco, que esta semana ha visto de nuevo parada su emisión, es una de esas series que debió despedirse hace mucho de los espectadores. Incluso hubiéramos aceptado como buen cierre el último capítulo de la temporada pasada pero, una vez más, las ganas de seguir sacándole partido han provocado que cuando hablemos de ella nos venga a la cabeza como esa serie que debe terminarse de una vez o como la serie que fue buena en sus primeras temporadas, algo, por cierto, muy común en las ficciones médicas.
En la actualidad, en Estados Unidos también continúan emitiéndose series que parece que se han eternizado en el tiempo. ¿Hasta dónde van a dar de sí ‘Los Simpson’? ¿Cuántos crímenes les quedan por resolver a los chicos de ‘CSI’? ¿Cuándo va a conocer Ted Mosby a la madre de sus hijos? Son preguntas que no paramos de hacernos y que provocan que ya no disfrutemos del contenido o, al menos, no disfrutemos como antes. Reconozco que hay casos en los que es mejor no hacerse preguntas y continuar disfrutando de la ficción, como ocurre con ‘Cómo conocí a vuestra madre’, aunque en otras ocasiones lo mejor hubiera sido poner punto y final con antelación. Nos hubiéramos ahorrado temporadas tediosas y hubiésemos ganado en mejorar la opinión que tenemos de ellas cuando nos dice adiós para siempre.
En ¡Vaya tele! | La CBS empieza a negociar el futuro de ‘Cómo conocí a vuestra madre’
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jasev
El problema es que muchas veces tendemos a olvidar la norma básica de la narrativa: una historia debe tener planteamiento, nudo y desenlace. El que escribe la idea principal de una serie ha de tener claro desde el principio cómo ha de terminar, lo que implica que una serie debe tener claro el número de temporadas que quiere tener desde el principio (con cierta flexibilidad, claro, siempre se puede alargar o acortar un poco el nudo). Por ejemplo, las cinco temporadas de "The wire". Naturalmente, las audiencias mandan y a veces tienes que quemar etapas (véase la segunda temporada de "Roma") o extender la serie como un poco de mantequilla sobre demasiado pan (la segunda mitad de la primera temporada de "Héroes" es el primer ejemplo que me viene a la mente).
Las buenas series siempre nos dejan con ganas de más cuando terminan como es debido porque son series que nos dejan con buen sabor de boca: como espectadores que hemos disfrutado de una historia, queremos más; pero si nos lo dieran, probablemente nos sentiríamos decepcionados porque la historia tal y como fue concebida se ha acabado y cualquier prolongación sería una historia diferente que hay que plantear de nuevo y es muy difícil acertar dos veces seguidas; por ejemplo, "Dexter" se plantea como una serie a base de temporadas autoconclusivas (salvo la última, que nos ha dejado con un cliffhanger del copón), con lo que cada temporada es una historia completamente diferente. A veces les sale mejor (la extraordinaria cuarta temporada), a veces peor (esta última, la sexta). ¿Significa que la fórmula se ha agotado? No, significa que el guionista ha fallado esta vez.
Mención aparte merecen los culebrones como "Anatomía de Grey" o las series de episodios autoconclusivos (lo que se conoce como "procedimentales", aunque odio la palabra) como "CSI" en el que la historia es lo de menos, o bien hay tres o cuatro tramas personales transcurriendo en paralelo y cuando se cierra uno se abre otro (culebrones) o una trama semanal (autoconclusivos). Son series que no se ven por la historia sino por sus personajes, y lo que las mata es el descenso de nivel en los guiones (ejemplo: las últimas dos temporadas de "CSI: Miami" con un Horatio completamente pasado de vueltas que acabaron matando la serie) y/o que la larga duración hace que desaparezcan personajes y sean reemplazados por otros que no atrapan al espectador (¿alguien recuerda la última temporada de "Compañeros", con una clase completamente nueva?).
Marina Such
El problema que tiene esto es que, idealmente, es muy bonito pensar que una serie nunca debería pasar de las cinco temporadas, o que si la historia no da para más que dos, pues no se hacen más que dos, pero olvidamos que la televisión es un negocio. Si una serie sigue liderando su noche en las audiencias en la sexta temporada, ni borrachos va a pedir nadie que se acabe en cuanto termine esa temporada. Creativamente, eso presenta un montón de riesgos que no todo el mundo logra sortear, pero por desgracia, las series se acaban cuando las cadenas quieren.
mackey
La duración de cada serie depende de lo que dé de sí la propia historia, pero creo que ninguna serie dramática debería de pasar de 6 temporadas.
i-chan
Muy interesante la pregunta que plantea Jose, aunque evidentemente no tenga una fácil respuesta.
Por regla general, la mayoría de las series, como organismos vivos que en el fondo son, suelen pasar por tres etapas: crecimiento, madurez y decandencia. Por supuesto hay excepciones, pero la mayoría de los casos es así. Generalmente las primeras temporadas de una serie destacan por la frescura de la propuesta, pero rara vez llegan a ofrecer lo mejor de la misma; lo normal que la serie vaya mejorando poco a poco hasta que llega un punto en el que alcanza la madurez plena, el cénit creativo, que suele estar ubicado en algún punto entre la tercera y la sexta temporada. A partir de la sexta suele venir la decadencia, con algunos ocasionales destellos de genialidad. Teniendo en cuenta esto, es cierto que el punto ideal para cerrar una serie desde el punto de vista estrictamente creativo sería en torno a la quinta temporada.
Pero claro, todo eso depende también del tipo de serie. No es lo mismo una serie concebida como acumulación de episodios individuales o que narra una historia distinta cada temporada (y que podría tener una duración prácticamente infinita mientras se mantenga la calidad de los guiones) que otra concebida como una gran historia única narrada por entregas, cuya duración debería ser adecuada a aquello que se quiere contar.
Series como 'Doctor Who' evidencian que una serie prácticamente podría durar para siempre si cada cierto tiempo se renueva a todo el equipo creativo de la misma. Y con todo no es una serie exenta de sus épocas flojas. Como pasa con cualquier cómic de superhéroes: 'Batman' lleva más de 70 años en los kioskos, y por sus páginas ha pasado de todo, ha habido épocas magistrales y otras basurescas.
Al final no se trata tanto de un tema cuantitativo como cualitativo. Si se es capaz de mantener la calidad de una serie, del modo que sea, la duración no sería un problema. Lo malo viene cuando actores, guionistas, etc. ya muestran síntomas de cansancio evidente pero a los ejecutivos lo único que les preocupa es seguir ganando pasta a toda costa.
blacklynx
Es difícil saber cuando terminar una historia, pues hay muchos factores a tener en cuenta, pero principalmente creo que debería ser cuestión de lo que el creador tenga en mente para ella. Supernatural por ejemplo el creador tenía en mente 5 temporadas, y hasta ahí se notaba que estaban las mejores temporadas (aunque esta última vuelve a estar mejor). Pero como siempre, don dinero manda, y los ejecutivos de la cadena mandaron, y teniendo en cuenta que era la 2ª serie en audiencias, pues no la iban a cancelar.
felixmunoz
Una serie una vez terminada tiene que provocar la sensación de que fue muy buena y que tuvo un final digno y no la sensación cuando está en emisión de que ya les vale a estos con otra temporada.
Ejemplo de la primera - Friday Night Lights
Ejemplo de la segunda - Anatomía de Grey
abril.reyes
Debe ser difícil decidir cuando se pone fin. Imagino que muchas veces los Guionistas deben ver que ya no da pa más pero la cadena sigue queriendo serie e imagino que hacen lo que pueden o les dejan...
El Internado arrancó muy bien y al final a mí me resultó tediosa, sobre todo la 7aT que para mí es la peor de todas.
dasff
El gran problema de las series... se suelen terminar cuando su audiencia disminuye... que suele ser cuando su calidad se deteriora y, por tanto, el final suele decepcionar.
Una serie deberia terminar cuando sus creativos consideren que debe acabar sin influencias externas. Que presenten su obra sin condicionantes y la podremos valorar en su conjunto
alberto CC
Justamente Jason Segel dice (aunque no oficialmente) que la octava temporada de HIMYM será la última para él. Si se hiciese oficial, ya sí que no tendrían excusas a nivel creativo para terminar la serie en 2013. Si los creadores, productores y actores tienen algún aprecio por esta comedia, deberían no renovar.
fandeseries12
En España (y me imagino que en otros países también), el concepto de serie ha cambiado a lo largo de los años. Las series de hace más de 20 años, como por ejemplo "Verano azul" o "Anillos de oro" tuvieron una única temporada. Se escribían los guiones con un final cerrado.
Fue a partir de "Farmacia de guardia" y "Médico de familia" cuando ya adquirieron una estructura similar a muchas series americanas que estábamos siguiendo: los guiones eran con tramas prorrogables, que si había éxito se podía renovar otra temporada más.
Por tanto, la estructura de planteamiento, nudo y desenlace ya forma parte de las "miniseries", y las series duran en función de la audiencia, y es aquí donde está el riesgo, que la alarguen hasta límites infinitos y pierda la trama inicial, o bien que la falta de audiencia haga cancelarla precipitadamente y los espectadores se queden sin saber el final.
manganxet
Hace poco escribí una entrada muy similar en mi blog, más concretamente sobre si una "injusta cancelación" a tiempo puede hacerle un favor a la serie. ¿Recordariamos a Veronica Mars como la recordamos ahora si hubiera durado 5 temporadas? ¿O Arrested Development hubiera aguantado el nivel?
En cuanto al número de temporadas, no sé que decirte. Buffy tiene siete temporadas increibles, por ejemplo, y The Big Bang Theory no debería haber pasado de la segunda temporada.
quinzano
Tienes toda la razón en que las series que se alargan y alargan pueden llegar a ser aburridas (para mí, "House" ha sido una serie muy importante en mi vida por lo que me ha aportado; no obstante, en la séptima temporada dejé de verla porque me empezó a resultar algo tediosa. Luego me reenganché, y la vi entera. Pero, aún así...le sobra 3 temporadas, desde mi punto de vista). Y esto bien lo sabe Vince Gilligan, que luchó contra la cadena AMC para que su excelente serie "Breaking Bad" solo durase hasta una quinta temporada. Además, lo bueno de este drama es que por cada temporada no hay una veintena episodios (como pueda ocurrir con "House", "Fringe" o "Supernatural"), sino que hay como mucho 13 (a pesar de que en esta última temporada habrá 16 episodios). Por lo que, desde mi punto de vista, una buena serie debería de tener como máximo 5 temporadas (como bien has dicho) y no muchos episodios por temporada. Así, no aburre.
marta_t
Creo que tienes razón, cuanto más alargan una serie, va a peor. Por ejemplo, me considero una gran fan de The big bang theory, y sobre todo de Sheldon; durante las primeras temporadas me reía muchísimo, ahora no, ni un poco. La veo porque le tengo mucho cariño a los personajes, y sé que voy a seguir viéndola, pero espero que no la alarguen mucho, porque hasta los personajes están perdiendo su esencia ( por ejemplo, no me gusta que Sheldon tenga novia, no es como una típica pareja, pero no me gusta que cambien así el carácter del personaje principal de la serie...). House también se hizo muy pesada, y la verdad es que me alegré de que acabara (aunque no me gustó mucho el final).
El caso de Como Conocí a vuestra madre es el mismo, no pueden darle diez mil vueltas a lo mismo. Dijeron que en la sexta o séptima temporada se descubriria ya quien era la madre, y nada, son unos pesados. Aunque he de admitir que el final de la última temporada me tenía muy enganchada, la boda de Barney fue uno de los momentazos de la serie. Espero que se decidan ya, escojan a la actriz y dejen de marear la perdiz (porque en 3 años ya tiene que tener un bebé, estar casado...).
Pero siempre hay una excepción que confirma la regla. Doctor Who es una serie que , en mi opinión, no hace más que mejorar. No he podido ver ningún capítulo de los antiguos, pero las nuevas temporadas cada vez tienen mejores guiones, historias...
En resumen, los guionistas y actores deberían plantarse cuando se den cuenta que la serie ha perdido su esencia, su gracia, su encanto... como lo quieran llamar.
buzzboke
Estoy de acuerdo con todo el articulo, solo decir que nos acordemos la que a mi parecer es la serie mas redonda de la historia con el numero justo de temporadas y perfectamente engranada (y eso que sufrió la huelga de guionistas) no nos olvidemos de Galactica.
galexyaoi
pues si hay series muy largas, pero al menos hay 3 series que si se deberian haber alargado xena deberia haber tenido o temporada 7 o spin-off de 2 temporadas con gabrille como la protagonista para que xena resucitase y final feliz las chicas gilmore falto´una 8ª temporada para cerrar mejor la historia con el regreso de rory smallville, se que son 10 temporadas pero podrian haber hecho una tempo 11 con clark llevando el traje y así que se pueda disfrutar una temporada mas del prota
pilar62
"la cuarta o a la quinta temporada como las idóneas para poner el cierre de cualquier ficción"
Entonces queda claro que tu no ves Dr Who XDXDDDD Si se hubiera cumplido lo que pregonas, sería una serie que se hubiera olvidado. Pues fue a partir de la duodécima cuando empezó a ser mítica.
La duración de una serie depende de la estructura de la misma. Si nos encontramos con una serie que cuenta una historia, la duración de la serie ha de ser el necesario para contar esa historia, si lo alarga en demasía pierde la potencia dramática que el final tendría con una duracción correcta.
Por contra, si la estructura de la serie es de Historia-Río, por ejemplo, no tiene porque acabar, lo que tiene que hacer es cambiar, transformarse continuamente.
Tejo
Hay series en otros países que llevan décadas en emisión. Todo depende del tipo de ficción, de si es posible renovar personajes o no, del género... Es una pregunta sin posible respuesta concreta. Amar en tiempos revueltos podría durar de aquí a la eternidad, al igual que Cuéntame, pero es algo que pocas series pueden aguantar (y no hablo de calidad, sino de las posibilidades que ofrece la historia).