Cuando se anunció que AMC había dado luz verde a una mezcla entre precuela y spin-off de 'Breaking Bad' reaccioné con un optimismo moderado, ya que la sombra de la magnífica serie protagonizada por Bryan Cranston iba a sobrevolar de forma inevitable sobre 'Better Call Saul'. Tras una larga espera, la serie arrancó el pasado mes de febrero y creo que la primera impresión que nos dejó a prácticamente todos fue bastante positiva.
Menos estimulantes fueron los siguientes episodios, y no porque fueran malos, sino porque daba la sensación de que 'Better Call Saul' aún tenía que encontrarse del todo a sí misma. Lo cierto es que en realidad estaba plantando con calma las semillas para entender qué fue exactamente lo que convirtió al honrado y esforzado Jimmy McGill en ese delincuente legal conocido por el nombre de Saul Goodman. Además, 'Better Call Saul' ha tenido tiempo para convertirse en una gran serie tras apenas diez episodios, logrando incluso crearme la duda de si es o no mejor que 'Breaking Bad' a esas alturas.
'Better Call Saul' y la sombra de 'Breaking Bad'
Son muchas las virtudes exhibidas por 'Better Call Saul' durante su primera temporada, pero tengo claro que la serie estaría a un nivel muy inferior de no ser por la gran actuación de Bob Odenkirk, el gran sostén de la misma cuando el viaje no parecía tener un destino claro y también el responsable de que sintamos la traición de su hermano como si habríamos sido nosotros los que hemos recibido una puñalada por la espalda. Todo ello por no incidir en el hecho de que en ningún momento nos planteamos que su alternancia entre canalla y trabajador entregado nos pueda chirriar, ya que tanto su rostro como sus reacciones gestuales nos transmitían tantísimo que nunca dudamos de él.
No obstante, estaría siendo muy injusto si destacase únicamente a Odenkirk en lo interpretativo, ya que todo su reparto encaja como un guante en unos papeles en los que no hay nada dejado al azar. Ese es uno de los puntos donde más se nota la experiencia de Vince Gilligan y Peter Gould en 'Breaking Bad' para dejar que todos los personajes respiren, tengan entidad en sí mismos y además aporten algo al protagonista. He de confesar que al principio tenía miedo en que confiasen más de la cuenta en traer a viejos conocidos de 'Breaking Bad' como Tuco o Mike, pero 'Better Call Saul' ha encontrado su voz propia con rapidez.
Las grandes virtudes de la serie
Además, los guionistas han sabido trazar unas relaciones muy fluidas entre todos los personajes, aunque sobre todas ellas merece la pena destacar lo bien que han sabido mostrar el lado más humano del vínculo entre Jimmy y su hermano Chuck y también lo mucho que admira el primero al segundo. Todo ello sin dar pistas sobre lo que vendría después, pero tampoco convirtiéndolo en un giro de guión gratuito. A fin de cuentas, esto ha sido el auténtico eje de esta primera temporada y ha sido el buen material dado por los guionistas a Odenkirk y Michael McKean, el estupendo trabajo de ellos y la química entre ellos lo que lo ha hecho posible.
Lo que sí noté ya en los primeros episodios es que 'Better Call Saul' estaba cuidando de forma raras veces vista la puesta en escena. Inicialmente me dio la sensación de que era una gran forma de distanciarse de 'Breaking Bad' al mismo tiempo que dejaba claro que formaba parte del mismo universo, pero es que también se dedicaba una gran atención a la composición de los planos, por no entrar en que más adelante nos ha dejado grandísimas escenas como aquella en la que Jimmy se enteraba por primera vez de que no iban a contratarle en el bufete de su hermano, ¿acaso se os ocurre alguna forma de mejorarla? Porque a mí no.
Precisa, equilibrada y brillante
Esta milimétrica precisión en la puesta en escena -y el estupendo trabajo de ambientación- ha acabado encontrando un gran aliado en unos guiones que no tardaron en tener claro qué querían contarnos y cómo querían hacerlo. Sí que tengo que conceder que los motivos detrás de la transformación de Jimmy en Saul no son nada revolucionario, pero han conseguido mantener la frescura sin recurrir a sorpresas gratuitas y la intensidad elegida ha sido una de las claves para ello. Exactamente lo mismo sucedió cuando nos descubrieron el pasado de Mike -impresionante el momento en el que confiesa lo que sucedió con su hijo-.
El tono ha sido otra de las grandes virtudes de esta primera temporada de 'Better Call Saul', ya que en todo momento ha habido espacio para el humor no ya para contrarrestar la gravedad de los otros eventos que nos contaba, sino como una de sus señas de identidad. Lo mejor de todo es que han sabido integrarlo muy bien, ya que en la primera temporada de 'Breaking Bad' también se recurría bastante a lo cómico, pero no siempre funcionaba bien y había ocasiones en las que incluso dejaba cierta sensación de estar fuera de lugar.
En definitiva, 'Better Call Saul' ha logrado solucionar con rapidez esas posibles dudas iniciales apostando por un camino no
especialmente novedoso, pero eso se convierte en algo irrelevante cuando todos los detalles claves para mostrarlo están tan bien pensados y ejecutados. Grandes actuaciones, notables guiones y una impecable puesta en escena han conseguido que encuentre su lugar en la vida más allá de pertenecer al universo 'Breaking Bad' y que además se haya convertido ya en una gran serie.
En ¡Vaya Tele! | 'Better call Saul' busca su camino fuera de la sombra de 'Breaking Bad'
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